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Posicionamiento de los
grupos parlamentarios y partidos políticos
representados en el Congreso de la Unión.
Síntesis:
El
Dip. Luis Maldonado Venegas
(PC),
con
respecto a los resultados de
la administración del Presidente Vicente Fox,
comentó los aciertos y desaciertos; que se
ha perseverado en el equilibrio de los
indicadores macroeconómicos, pero no se han
alcanzado las tasas de crecimiento del
Producto Interno Bruto que el país requiere;
que en el contexto mundial México ha pasado
del décimo al decimocuarto lugar; que se ha
emprendido el Programa de Vivienda Popular
de mayores dimensiones y cobertura de que se
tenga registro, pero en contraste se han
escalado los más altos índices de desempleo
que acumulados al rezago histórico, son
actualmente la principal causa de la
migración y de economía informal; que se han
profundizado nuestras libertades y el
respeto a su pleno ejercicio, pero la
inseguridad, el crimen organizado, los
cárteles de la droga y la industria del
secuestro, tienden sus redes de impunidad y
de violencia. “El rango de nuestros
problemas se ha sofisticado y se han vuelto
más intricado –dijo- frente a esa realidad
confrontamos la crisis más profunda del
Sistema Educativo Nacional de las últimas
décadas con los más altos niveles de
deserción escolar y los más bajos índices de
aprovechamiento”. “En el trabajo legislativo
se acredita más de un centenar de reformas
puntuales en las que destacan iniciativas
innovadoras y avanzadas, pero en contraste
hemos renunciado prácticamente a concretar
las grandes reformas estructurales en
materia hacendaria, energética, electoral,
laboral y desde luego en materia de la
Reforma del Estado”. Hizo un respetuoso
llamado al ciudadano Presidente de la
República, a las Cámaras de Senadores y
Diputados, a la Suprema Corte de Justicia, a
los gobernadores y a las legislaturas
locales, a los ayuntamientos y los partidos
políticos para construir un acuerdo nacional
que potencie e impulse el trabajo a favor de
la justicia y la seguridad. Así también
exhortó a escuchar con atención y respeto el
5° Informe de Gobierno del ciudadano
Presidente de la República, pero también a
escuchar con atención la voz del México
desheredado que espera aún la redención de
su pobreza ancestral, la voz de sus regiones
que nos hablan de potencial, de su gente, de
las riquezas naturales y del enorme acervo
cultural de que somos depositarios; la voz
de nuestra juventud que quiere recuperar la
fe en nuestras instituciones y en un destino
de posibilidades y de progreso. “Escuchemos
la voz de nuestros adultos mayores y de
todos los ciudadanos que han sido agraviados
en su integridad o en su patrimonio”.
“Escuchemos todas estas voces y hagamos de
ellas un mandato, el hilo conductor de
nuestra convicción, el único posible en el
ejercicio digno de nuestra representación,
confirmemos con nuestros actos que la medida
para servir a México, es servirlo sin
medida” –puntualizó-.
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PRI 1
PAN 1
PRD 1
PVEM 1
PT 1
PC 1 |
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La
Sen. Gloria Lavara Mejía
(PVEM),
argumentó que venían al igual
que en el pasado, a escuchar al Presidente
de la República, sin la posibilidad de que
éste interactúe con los legisladores que no
están de acuerdo con el modo en que se está
gobernando, tal y como sucede en muchas
otras democracias. Desafortunadamente no
sólo se trata del formato de esta ceremonia,
sino del país todo, el cambio prometido que
esperaban los mexicanos no era un simple
cambio de personas en el Gobierno, sino una
profunda transformación política, social y
económica, un verdadero cambio que se
manifestara en la economía familiar, la
seguridad personal, el acceso a
oportunidades de empleo, educación, salud y
desarrollo, el cambio ofrecido fue el motor
que movió la conciencia de millones de
mexicanos que tomaron la determinación de
actuar pacíficamente para modificar la
realidad nacional. Al llegar el Quinto
Informe de Gobierno de la Administración
Foxista no se ha modificado
significativamente la situación económica
que vive la nación; las condiciones de
marginación en la que viven aún millones de
mexicanos, han pretendido ser combatidas con
programas asistencialistas que no resuelven
el círculo vicioso de la pobreza ni han
elevado sustancialmente la calidad de vida
de los mexicanos. Los resultados, pese a lo
estruendoso de las afirmaciones gubernamentales, no son visibles y
ante la falta de resultados el Gobierno ha
centrado su justificación en una campaña
mediática de constantes ataques al Congreso
de la Unión y a las fuerzas políticas de
oposición para acusar a este cuerpo de
representación popular y a los partidos de
constituir un supuesto obstáculo para
consolidar las reformas estructurales que la
nación demanda. Nada más falso. El Congreso
de la Unión no sólo ha sido consecuente con
la gran mayoría de las iniciativas del
Ejecutivo, sino que además ha contribuido en
gran medida a resolver problemas ante la
inmovilidad de la Administración Pública.
Aquella frase de que: "El Presidente propone
y el Congreso dispone", no sólo quedó en el
olvido junto con muchos otros compromisos y
promesas, sino que a éste se suma el recurso
del veto presidencial a diversas iniciativas
emanadas de esta Soberanía popular, actitud
que poco contribuye al entendimiento entre
los Poderes de la Unión y enrarece el clima
político y social.
En general, el balance de esta
administración puede calificarse como
negativo. Persisten importantes rezagos y el
Presidente Fox no ha actuado más allá, como
se esperaba, de un líder emanado de las
circunstancias históricas que todos
conocemos. El Partido Verde Ecologista de
México ha logrado la creación de nuevos
cuerpos legales como la Ley General para la
Prevención y Gestión Integral de los
Residuos. Hemos contribuido a la creación de
la nueva legislación forestal y a las
reformas al Código Penal para gravar los
delitos ecológicos. Estamos llamados a la
cita de la historia. Cerremos bien este
sexenio y cimentemos un sendero más apto
para el cambio verdadero. No dilapidemos la
última oportunidad. Unidos, las fuerzas
políticas y el gobierno federal, alcancemos
los acuerdos profundos que necesita México.
El Dip. Pablo Gómez Álvarez (PRD),
inició con el comentario de que
el informe que el Presidente de la República rinde al Congreso,
coincide con el día de la apertura de las
sesiones ordinarias de cada año legislativo
y que fue concebido originalmente como un
instrumento de control del Legislativo sobre
el Ejecutivo. A raíz del Quinto Informe del
Gobierno del Presidente Vicente Fox Quesada,
mencionó que a cinco años de la presente
administración, es obligación reconocer
algunos avances sobre todo en la
transparencia de la gestión pública así como
una disminución en las represiones de la
autoridad federal, aunque –en su opinión-
“sigue habiendo presos políticos y se sigue
dando la tortura”, por otra parte subrayó la
carencia de políticas para avanzar en la
formación de un nuevo régimen político, que
se ha quedado atrás el viejo sistema de
partido-Estado, antidemocrático y corrupto,
pero no se ha empezado a construir un nuevo
régimen. Señaló que en materia económica,
las grandes promesas electorales de
expansión de la economía y crecimiento del
empleo formal, así como de un gasto
educativo equivalente al 8% del Producto
Interno Bruto fueron dejadas atrás sin que
el Presidente de la República haya explicado
alguna vez al país las causas de este
incumplimiento, señaló también la necesidad
de un nuevo régimen político, de una reforma
de la economía; “si hemos de considerar en
contraste, entre lo prometido y lo
alcanzado, el saldo es, por consiguiente,
negativo”. “Estos cinco años –dijo- han sido
la continuación de la misma política
económica de los seis años anteriores y de
los doce años anteriores y de los dieciocho
años anteriores, y por este motivo el país
está en el estancamiento, lo que significa
ir hacia atrás, el que se estanca
retrocede”. Lamentó el hecho de que México
siga sin política industrial, siempre
esperanzado en la economía de Estados
Unidos. Exhortó a la búsqueda, de promoción
de un nuevo dictado popular, de buscar un
liderazgo político, que sepa convocar y
defender los intereses populares y
nacionales. “Hoy nuestro pueblo debe abrigar
de nuevo la esperanza en los cambios
políticos y sociales, en la edificación de
un mejor país, de una mejor sociedad, de un
nuevo Estado”. Finalmente consideró que este
es el tiempo propicio para que México tome
un nuevo rumbo, con el fin de concretar un
rompimiento con lo viejo que ha fracasado a
la vista de todos, para emprender las
reformas que no se hicieron antes y otras
más que son indispensables para lograr el
progreso.
El Dip. José González Morfín (PAN),
señaló que la
política social de este sexenio se ha
caracterizado por ser transparente, pues los
resultados se han abierto al escrutinio
público y han sido evaluados constantemente
por especialistas nacionales e
internacionales. Y gracias a estas
evaluaciones el Ejecutivo Federal ha podido
reconocer los aciertos de los programas, así
como los aspectos que deben fortalecerse. En
este examen constante, este Congreso ha sido
un actor muy importante.
Precisó que sólo una sociedad de ciudadanas y ciudadanos
libres, incrustados liberalmente en
instituciones autónomas y soberanas, puede
ser secularmente capaz de enfrentar los
retos y riesgos descomunales que nos
asechan. El de la justicia, en primer lugar,
esa deuda social acumulada en este país con
millones de pobres; el de la reforma y
refuncionalización de las instituciones de
la sociedad y del Estado, para que sean
concordes con el nuevo trazo democrático.
Ni el Ejecutivo Federal solo, ni los Poderes del Estado
solos, ni las instancias de gobierno solas,
ni las organizaciones de la sociedad solas,
podrán resolver los complejos problemas que
tenemos enfrente. Así las cosas, la
democracia ya no es legado ni opción, es
destino ineludible.
El Dip. Enríque Burgos García (PRI),
a nombre de su Grupo Parlamentario afirmó que quienes se
congregan hoy en este recinto del pueblo de
México para abordar los asuntos
fundamentales de la República, los asuntos
que a todos atañen, lo hacen en un acto de
libertad y en una práctica de la democracia
que debe enriquecer a la Nación; el tiempo
pasa, los ciclos se completan y toca la hora
de rendir cuentas, pero sobre todo de
revisar el ofrecimiento de conductas
coherentes con el bien de México en el
contexto del proceso electoral que se
avecina. Hace un año, el mensaje del
Ejecutivo que escucharon en este Recinto,
fue de convocatoria al diálogo entre las
fuerzas políticas, a la actuación de
acuerdos y a la unidad esencial de la
Nación. Sin embargo, el lenguaje y las
actitudes no fueron congruentes. La
convocatoria fue viable por la existencia
entonces de un consenso fundamental.
Destacó que el PRI no puede estar tranquilo si el país
no avanza, el estancamiento y el inmovilismo
les conminan a procurar avances y luego
acelerar el paso en las siguientes etapas
institucionales; el PRI está consciente y
dispuesto a impulsar las reformas que
requiera la nación en las cuales buscará
imprimir su punto de vista político, su
vocación social y método de negociación para
evitar nuevos fracasos. En este recinto de
la pluralidad, con fidelidad al equilibrio
de poderes y conscientes de la disputa de
las ideas por dar horizonte a la nación, con
serenidad adoptan el reto que para México
representa en este momento y el futuro
inmediato la realidad del desempeño de un
Gobierno que va dejando como saldo un Estado
débil; advertir esa realidad es
indispensable para que en este último tramo
de vida institucional de la LIX Legislatura
se aproveche el tiempo y se detenga el
debilitamiento del Estado. Si hay
disposición del Ejecutivo para dialogar y
procurar el beneficio de la República, desde
ahora la aceptan porque tienen propuestas y
razones, pero si hay ánimo por descalificar,
desde ahora llaman al diálogo. Como
legisladores demandan respeto al Congreso,
como priístas demandan respeto a su
organización política y que no se olvide que
el Ejecutivo no es ámbito de control del
Congreso o de los partidos, al contrario, el
Parlamento y su pluralidad son mecanismos de
control del poder depositado en el
Ejecutivo, esa es su función.
Finalmente solicitó fortalecer cada fuerza, cada actor
político, cada ciudadano desde su trinchera
las instituciones que les han dado,
respetándose todos, asumiendo cada quien sus
responsabilidades; prestigiando la
democracia y el quehacer político para que
sirva auténtica y verdaderamente a México. |