INFORMACIÓN
GENERAL
PANORAMA GENERAL
Las
características de nuestro país implican, para los sistemas de transporte,
la existencia de demandas muy fuertes y crecientes para cubrir las
variadas necesidades de desplazamiento de carga y pasajeros en todo
el territorio nacional. En el año 2000, México disponía de una infraestructura
de transporte compuesta de esta manera:
333 mil 247 kilómetros
de carreteras
26 mil 655 kilómetros
de vías férreas
108 puertos y terminales
marítimas, y
1,215 aeródromos,
85 de los cuales son aeropuertos que prestan servicio público.
Esta
infraestructura contribuye de manera decisiva a la integración nacional,
al impulso del comercio entre los principales centros de producción
y consumo y a la articulación de cadenas productivas y corredores
industriales en diversos puntos del territorio nacional, aspectos
todos ellos indispensables para fortalecer la productividad de las
industrias y la competitividad de la economía en su conjunto.
INFRAESTRUCTURA
CARRETERA
La
red carretera nacional se ha desarrollado de manera gradual a lo
largo de varias décadas; comunica hoy gran parte de las regiones
y comunidades del país, a través de más de 333 mil kilómetros de
caminos de todos tipos.
Por
su importancia y características, la red carretera mexicana se clasifica
en:
Red
Federal: es atendida en su totalidad por
el gobierno federal. Registra la mayor parte de los desplazamientos
de pasajeros y carga entre ciudades y canaliza los recorridos de
largo itinerario, los relacionados con el comercio exterior y los
producidos por los sectores más dinámicos de la economía nacional
Redes
estatales: cumplen
una función de gran relevancia para la comunicación regional, para
enlazar las zonas de producción agrícola y ganadera y para asegurar
la integración de extensas áreas en diversas regiones del país.
Caminos
Ruralesy Brechas mejoradas
:son vías modestas y en general no pavimentadas;
su valor es más social que económico, pues proporcionan acceso a
comunidades pequeñas que de otra manera estarían aisladas. Sin embargo,
su efecto en las actividades y la calidad de vida de esas mismas
comunidades es de gran trascendencia.
Para
finales del año 2000, la red carretera nacional tenía una longitud
total de 333 mil 247.1 kilómetros, de los que 106 mil 571.5 corresponden
a carreteras libres, 5 mil 933.1 a autopistas de cuota, 160 mil
185.1 a caminos rurales y alimentadores y 60 mil 557.4 a brechas.
De las
carreteras libres, 41 mil 865.8 kilómetros pertenecen a la red federal,
mientras que 64 mil 705.7 están distribuidos entre las 31 redes
estatales. Por lo que se refiere a las autopistas de cuota, la red
operada por Capufe, integrada por su red propia y la que opera por
cuenta de terceros incluida la red del Fideicomiso de Apoyo
para el Rescate de Autopistas Concesionadas (farac), tiene
una longitud de 4 mil 714.7 kilómetros, las concesionadas a particulares
cuentan con 786 kilómetros y 432.4 son concesiones estatales de
cuota.
El total
de caminos rurales a cargo de los estados suma 108 mil 530.2 kilómetros,
mientras que el total que es responsabilidad de municipios y otras
dependencias es de 47 mil 58 kilómetros. Las brechas se reparten
en todo el país y suman 60 mil 557.4 kilómetros (véase el cuadro
siguiente).
Del
total de kilómetros en servicio, 107 mil 822.4 están pavimentados,
145 mil 350 corresponden a carreteras revestidas, 19 mil 517.3 son
de terracerías y 60 mil 557.4 son brechas. Entre los caminos pavimentados,
una longitud de 9 mil 872.6 kilómetros (9.2 por ciento del total)
tiene cuatro o más carriles.
Uno
de los elementos más importantes de la red carretera nacional lo
constituyen los 14 corredores que conectan las cinco mesorregiones
con que cuenta el país y que proporcionan acceso y comunicación
permanente a las principales ciudades, fronteras y puertos marítimos.
La longitud
de estos corredores, que atienden poco más del 54 por ciento de
los flujos carreteros interregionales, es de 19 mil 263 kilómetros.
Actualmente se encuentran en proceso de modernización total, mismo
que, hasta el año 2000, había avanzado en un 60.8 por ciento, lo
que equivale a 11 mil 714 kilómetros. Así, se encuentran pendientes
de modernizar otros 7 mil 549 kilómetros, es decir, el 39.2 por
ciento de su longitud.
TRANSPORTE
FEDERAL
Al cierre
del año 2000 se contaba con una flota vehicular cercana a los 452
mil vehículos, de los cuales cerca de 57 mil corresponden al transporte
de pasajeros y alrededor de 395 mil al de carga. Ese año se transportaron
2 mil 660 millones de personas y 413 millones de toneladas de carga.
Por
la forma en que están organizados, los prestadores del servicio
de pasajeros son, en su mayoría, empresas; en el caso del autotransporte
de carga, aproximadamente el 55 por ciento está constituido por
microempresas y hombres-camión (conductores y al mismo tiempo
propietarios de la unidad).
Por
otro lado, la actualización del marco jurídico, el reforzamiento
de la supervisión, el abatimiento de la irregularidad y la simplificación
de trámites están rindiendo resultados. Ahora los autotransportistas
enfrentan un entorno de reglas claras, de mayor competencia y de
responsabilidades bien definidas.
Aeropuertos y
transporte aéreo
En
México, según cifras del año 2000, se cuenta con 19 empresas comerciales
de transporte aéreo nacionales: cuatro troncales, siete regionales,
dos de fletamento de pasajeros y seis de carga. Estas empresas,
en conjunto con más de 40 extranjeras con presencia regular en nuestro
país, atendieron ese año un mercado total de 40 millones de pasajeros
y 500 mil toneladas de carga. De estos totales, el transporte regular
de pasajeros y de carga ascendió a 34 millones de pasajeros y 379
mil toneladas de carga.
El
servicio público de transporte aéreo nacional regular está sujeto
a concesión, mientras que el internacional regular lo está a permiso,
pero ambos con rutas, itinerarios y frecuencias fijos. Por lo que
se refiere al servicio no regular, tanto nacional como internacional,
está sujeto a permiso, pero sin rutas, itinerarios y frecuencias
fijos, y puede presentar las siguientes modalidades: taxi aéreo,
fletamento, ambulancia aérea y servicios no regulares.
El
transporte aéreo en nuestro país creció a tasas importantes durante
la última década, aunque el de carga mostró mayor dinamismo que
el de pasajeros (8.7 contra 5.2 por ciento anual). Las empresas
nacionales participan con cerca de dos tercios del movimiento de
pasajeros y cerca del 40 por ciento del movimiento de carga.
El
parque aeronáutico con matrícula nacional, asciende a cerca de 6
mil 500 unidades, siendo alrededor de 1,200 las empleadas por aerolíneas
y aerotaxis que prestan servicio público, mientras las restantes
corresponden a unidades para servicio privado u oficial.
En
la actualidad, a comparación con los datos mostrados en las gráficas
anteriores, correspondientes a 2000, la aviación comercial nacional
cuenta con una flota cercana a las 293 aeronaves y una disponibilidad
de alrededor de 31 mil asientos. Las líneas aéreas regulares nacionales
prestan un servicio continuo a 65 ciudades del país y 36 en el extranjero,
predominando los destinos de Norteamérica y América Latina.
En
el contexto internacional, se tienen firmados 36 convenios bilaterales
en materia de transporte aéreo, en los que se han hecho valer los
principios de reciprocidad, mercados equivalentes y trato equitativo.
Estos podrían incrementarse gradualmente para aproximarse a 50 convenios
hacia el 2006.
TRANSPORTE
MULTIMODAL Y SEGURIDAD EN EL TRANSPORTE
El
Transporte multimodal, esta definido como la interacción ordenada
de los diferentes sistemas de transporte: carretero, ferroviario,
aeroportuario y Marítimo.
Nuestro
país cuenta con 12 empresas operadoras de transporte multimodal
registradas ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,
las cuales ofrecen servicios integrados de transporte para el movimiento
de las mercancías,
En
cuanto al desarrollo de los tipos de carga, el contenedor se ha
constituido en uno de los principales apoyos del intermodalismo
en el transporte, además de que paralelamente se han desarrollado
tecnologías eficientes para su traslado y manipulación en terminales.
En
nuestro país, el empleo del contenedor se ha vinculado principalmente
con el movimiento marítimo de carga internacional y, en menor proporción,
con el movimiento de contenedores por ferrocarril. Destaca
la tendencia ascendente registrada por la carga marítima contenerizada,
que pasó de 1.9 millones de toneladas en 1998 a 8.4 millones en
el año 2000.
PUERTOS Y TRANSPORTE
MARÍTIMO
México
cuenta en la actualidad con una oferta suficiente, oportuna y segura
en este modo de transporte, además de fletes competitivos para la
importación y exportación de sus productos. A finales del año 2000,
97 líneas navieras de servicio regular (92 extranjeras y cinco mexicanas)
vinculaban a nuestros puertos con otros 339 en más de 94 países,
mediante servicios semanales y/o quincenales a Europa, Asia y América;
y en algunos casos, cada tercer día a diversos países, lo que se
compara favorablemente con las 62 líneas navieras que arribaron
a nuestro país en 1994.
Por
lo que se refiere a la carga movilizada por este modo de transporte,,
incluyendo hidrocarburos, pasó de 185 millones 375 mil toneladas,
en 1994, a 244 millones 252 mil en el 2000, lo que significa un
crecimiento de 31.8 por ciento.
De igual
forma, el número de pasajeros transportados en cruceros y transbordadores
ha venido en constante aumento: en 1994 se atendieron 5.3 millones
de pasajeros, mientras que en el 2000 esta cifra alcanzó los 7.4
millones, lo que significa un incremento de 39.6 por ciento.
México
cuenta con una flota conformada por 2 mil 200 embarcaciones de más
de 100 toneladas de registro bruto (trb), la mayoríason pesqueras
y, requieren ser remplazadas.
Por
otra parte, la participación de la marina mercante nacional en el
tráfico de altura sigue siendo muy reducida, debido sobre todo a
la falta de barcos de gran tonelaje con bandera nacional. Así, la
flota mercante mexicana prácticamente no participa en el movimiento
de mercancías de comercio exterior y, aun cuando la legislación
reserva el cabotaje para nacionales, tampoco es suficiente para
cubrir los requerimientos de este tráfico, donde la participación
de la flota mexicana durante los últimos años ha sido del orden
de 65 por ciento. No obstante lo anterior, las líneas navieras mexicanas
han podido incrementar sus actividades de apoyo a las operaciones
de las plataformas petroleras de la Sonda de Campeche.
TRANSPORTE FERROVIARIO
Para
instrumentar el proceso de reestructuración necesario para superar
los rezagos prevalecientes en el sistema ferroviario, éste se segmentó
en cuatro líneas troncales y varias líneas cortas, todas susceptibles
de concesionarse entre los inversionistas privados.
Como
resultado, actualmente los servicios son atendidos, en su mayor
parte, por seis empresas concesionarias:
Transportación Ferroviaria
Mexicana (tfm)
Ferrocarril Mexicano
(Ferromex)
Ferrocarril del
Sureste (Ferrosur)
Terminal Ferroviaria
del Valle de México (Ferrovalle)
Línea Corta Coahuila-Durango
Compañía de Ferrocarriles
Chiapas-Mayab
Existen
también dos asignatarias, que pueden ser los estados, municipios
y entidades paraestatales de la Administración Pública Federal,
que no se sujetan al procedimiento de licitación pública a que se
refiere la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario.
Línea Corta Tijuana-Tecate
Ferrocarril del
Istmo de Tehuantepec
El transporte
ferroviario de pasajeros ha mostrado un marcado descenso, tras reconocerse
que la vocación del ferrocarril estriba en el movimiento de grandes
volúmenes de carga a grandes distancias. Sin embargo, se ha sostenido
la prestación de los servicios de pasajeros a comunidades aisladas,
mediante el pago, por parte de la SCT, del subsidio correspondiente,
que en el año 2000 alcanzó un monto de 72 millones de pesos. Se
estima que la cifra irá disminuyendo hasta desaparecer.
En materia
de inversiones, las empresas concesionarias aplicaron recursos al
mejoramiento de la eficiencia del transporte y del equipo ferroviario
por un monto acumulado de casi 6 mil 761 millones de pesos. De ese
total, 4 mil 806 millones se destinaron a adquirir equipo tractivo
y de arrastre, y los 1,955 restantes se canalizaron a atender necesidades
de sistemas, comunicaciones, tránsito y despacho, entre otros.