Anexo 2.
Instituto de Investigaciones
Eléctricas
Artículo técnico/Boletín
IIE, marzo -abril de 1997
El cambio de horario
de verano: ahorros en consumo y demanda, y reducción de contaminantes
Según estudios realizados en diversos países
en donde el cambio de horario es ya una costumbre, el efecto de esta
medida impacta principalmente a los usuarios domésticos y, en particular,
a la iluminación artificial [Ebersola, N. et al., 1974; Hillman, M.,
1993; Dingel, J. et al., 1981; Cavalcante, V. et al., 1988; Dirección
Sectorial de Energía, 1991].
Además, el horario de verano tiene algunos
efectos secundarios importantes, entre otros: creación de una conciencia
energética; reducción en el uso de combustibles; reducción en la emisión
de contaminantes; menores situaciones de riesgos de asaltos en las noches;
disminución del número de accidentes; llevar a cabo en las tardes actividades
que normalmente no se hacen por falta de luz natural (caminar, ir de
compras, visitar a los amigos), y tener el mismo horario que nuestros
principales socios comerciales.
Actualmente, el programa de ahorro de energía
eléctrica, a través de la estructuración sectorial del programa de gasto
e inversión públicas del sector eléctrico, incide en el crecimiento
y desarrollo de los sectores estratégicos de la economía mexicana que
están directa e indirectamente encadenados con el sector eléctrico [Treviño,
M., 1996].
Lo anterior dio lugar a la realización
de un proyecto de investigación, el cual se formalizó a través de un
grupo de trabajo formado por las siguientes dependencias: Comisión Federal
de Electricidad (CFE), Fideicomiso para el Ahorro de Energía (Fide),
Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (PAESE), Luz y Fuerza
del Centro (LyFC), Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (Conae)
y el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE).
Potencial de ahorro
Para evaluar el potencial de
ahorro se realizaron dos estudios previos, uno que considera exclusivamente
el por ciento dedicado a iluminación natural en función del rango de
consumo y otro que considera, además, la forma de uso de la iluminación
artificial.
Por ciento dedicado a iluminación
artificial
En 1992, el PAESE realizó una evaluación
preliminar del potencial de ahorro, en caso de que se implantara el
horario de verano [Sada Gámiz, J. y H. Buitrón, 1997].
Dicho cálculo consideró exclusivamente
tres variables: número de usuarios por rango de consumo, según la información
de la facturación de la CFE; a cada rango de consumo se le asignó un
por ciento dedicado a iluminación artificial; la parte de iluminación
artificial es de cuatro horas y gracias al horario de verano se reduce
a tres. Lo anterior dio un ahorro de 1 062 GWh, correspondiente al 1.1%
del consumo nacional, considerando datos de 1991 de la CFE (consumo
total = 90 149 GWh).
Variables que influyen en la iluminación
artificial
En forma complementaria al estudio realizado
por el PAESE, la Conae solicitó al IIE un estudio que desagrega las
variables que influyen en el consumo de iluminación artificial:
la localización geográfica, latitud y longitud; los hábitos, hora de
levantarse y acostarse (por grupos de personas); el número de
usuarios en cada región considerando los ábacos de la CFE, costumbres
y clima; por ciento de energía destinada a iluminación, y rangos de
consumo [Ramos Niembro, G. et al., 1995].
Los resultados arrojaron un rango de ahorro,
en función de diversos escenarios, que variaba desde 0.82% hasta 1.1%.
Diseño del experimento
Para conocer en detalle el efecto
en el consumo debido a la acción del horario de verano, se planteó una
estrategia de análisis consistente en monitorear a diversos usuarios
en el país y realizar un estudio detallado de los consumos de energía
antes, durante y después de la implementación de tal medida.
El detalle de tal estrategia, así como
la validación de la misma utilizando información del Cenace, ha sido
publicada en diversos trabajos [Ramos Niembro, G. et al., 1993; Ramos
Niembro, G., 1993; Ramos Niembro, G. y Rodrigo Díaz, A., 1994; Ramos
Niembro, G., 1996].
Impacto del CONSUMO DE HORARIO
DE VERANO (CHV) en consumo y demanda.
El consumo y la demanda por la
acción del horario de verano se modifica en las horas en que éste tiene
impacto, esto es, en las mañanas, cuando el usuario se levanta, y en
las tardes, antes de que se acueste. A
continuación se explica, utilizando una curva de demanda, cómo se modifica
el consumo y la demanda.
Ahorro en consumo
La figura 2 muestra dos curvas de demanda
del alimentador Nezahualcóyotl, la cual provee de energía a 18 mil usuarios
domésticos; una de ellas correspondiente al mes de marzo, sin cambio
de horario, y otra al mes de abril, una vez que se implementó el nuevo
horario de verano.

Si se analiza la curva desde
el punto de vista forma, se puede decir
que un usuario "típico" tiene un consumo bajo de las 00:00
horas a las 04:00 horas, pues en ese lapso está dormido y la única energía
eléctrica que se utiliza es la del refrigerador y algo de iluminación
artificial; a partir de las 04:00 y hasta las 08:00 horas existe un
incremento, dado que comienza el uso de energía básicamente en iluminación
artificial, tostadores de pan, plancha, etcétera; de las 08:00 a las
18:00 el ama de casa o alguna otra persona se encarga de la limpieza
del hogar (casi siempre en el transcurso de la mañana), lo que en consecuencia
da un incremento "suave" de energía; al medio día y en las
tardes se utiliza luz en la elaboración de la comida, para hacer tareas,
ver televisión, escuchar la radio; de las 18:00 a las 21:00 horas se
tiene un incremento brusco, debido principalmente al uso masivo de la
iluminación artificial; y de las 21:00 a las 24:00 aproximadamente,
el uso de energía decrece de manera abrupta, pues el usuario se va a
acostar (en forma escalonada).
Si ahora se analizan ambas curvas
desde el punto de vista magnitud, se observará
el efecto del cambio de horario de verano. En las primeras horas de
la mañana el consumo es el mismo; en las mañanas -debido a que en la
ciudad de México se tiene una mayor obscuridad en el mes de abril que
en el mes de marzo- los usuarios consumen más energía en iluminación
artificial, pero sólo hasta la hora en que sale el sol, pues los que
se levantan "antes de que salga el sol", seguirán utilizando
la misma energía con y sin horario de verano; a lo largo del día, como
el horario de verano no tiene ningún efecto, ambas curvas son idénticas;
en el atardecer, donde se gana una hora más de iluminación natural,
los usuarios encienden las luces más tarde y, por ende, consumen menos;
finalmente, los usuarios se acuestan a la misma hora y en forma escalonada,
tal y como lo hacen sin el cambio de horario.
Es conveniente recordar que el pequeño
consumo en exceso en las mañanas desaparece como a mediados de mayo,
debido a que el sol ya sale más temprano.
Ahorro en demanda
Tomando también como ejemplo las curvas
de la figura 2, el ahorro en demanda se observa en las noches (la magnitud
máxima en el mes de abril es menor a la de marzo). Esta situación se
debe, sin duda, al cambio de hábitos; las personas no utilizan la iluminación
artificial ni en la misma forma, ni con la misma intensidad.
Resultados obtenidos en consumo
Para evaluar el ahorro debido al horario
de verano se utilizó información de dos fuentes: las mediciones puntuales
en los 620 usuarios considerados en la campaña de medición (560 domésticos,
28 comerciales y 14 industriales) y la de los registros del Centro Nacional
de Control de Energía (Cenace).
Sector doméstico
En las regiones donde el clima
no impacta en el consumo, como es el caso
del Distrito Federal (véase la figura 2), el ahorro obtenido por el
horario de verano es la diferencia entre las áreas de las curvas de
demanda en las horas donde tiene impacto el horario de verano; es decir,
entre las 05:00 y las 09:00 horas, y entre las 18:00 y las 24:00 horas.
En el caso de ciudades donde
el clima es caluroso se pueden presentar
dos casos: en los meses donde se tiene un pequeño cambio de temperatura,
llamémosle "caluroso benigno", es posible utilizar un modelo
de regresión lineal para aislar el efecto de la temperatura; y cuando
se trata de evaluar zonas con clima "caluroso extremo" donde
el consumo puede variar hasta diez veces debido al uso del aire acondicionado,
el estudio se realiza a través de diversas técnicas como el análisis
espectral.
La figura 3 muestra el análisis comparativo
en el caso de clima benigno, mientras que la figura 4 presenta
el caso de clima extremoso. La figura 5 es el ejemplo de cómo
varía en climas extremosos la demanda, día a día, debido al incremento
en la temperatura.



En lo que respecta al efecto en el consumo
en iluminación artificial dada la localización geográfica, la figura
6 muestra la diferencia entre dos grupos de usuarios del mismo rango
de consumo, uno en Mérida, Yucatán, y otro en Ciudad Juárez, Chihuahua,
cuya "diferencia geográfica" es de una hora de iluminación.

En conclusión, el ahorro de energía
en consumo en los usuarios domésticos fue de 942 GWh, calculado con
los datos del Cenace.
Los ahorros que se obtuvieron utilizando
las mediciones puntuales se detallan en el cuadro 1, el cual muestra
el ahorro por región representativa de la muestra y su extrapolación
a cada estado, a través de una relación directa de ahorro versus número
de usuarios.

Sector comercial
No se detectaron ahorros en el
sector comercial. En las figuras 7, 8
y 9 se muestran casos típicos de usuarios comerciales.
La figura 7 es una tienda de departamentos
que no modificó su horario de trabajo, por lo que su "perfil"
de consumo es el mismo; la demanda sí varía, pero por el uso de aire
acondicionado.

La figura 8 muestra a un usuario que amplió
su horario de servicio a los clientes; es decir, abrió una hora más.

Finalmente, la figura 9 muestra el caso
de un comercio con un techo parcialmente translúcido que en las tardes
enciende las luces una hora después, con el ahorro correspondiente.
El incremento en la demanda se debe al uso de aire acondicionado.

Sector industrial
Las mediciones realizadas a los
usuarios industriales permiten concluir que no existe un ahorro en el
consumo de energía eléctrica debido al cambio de horario durante el
verano.
En las figuras 10 y 11 se pueden observar
dos casos, los cuales muestran el mismo consumo a lo largo del día durante
los meses de marzo y abril. El primero es una empresa cementera, mientras
que el segundo es la subestación Estrella del Transporte Colectivo Metro
de la ciudad de México.


Resultados obtenidos en demanda
La acción del horario de verano
en la demanda de energía es un aspecto muy importante, ya que impacta
directamente en la capacidad instalada del sistema eléctrico.
Estudios preliminares realizados en 1992, concluyeron que el ahorro
podría alcanzar los 180 MW.
Se utilizó la información del Cenace que
corresponde al sistema interconectado para hacer la evaluación de la
reducción en demanda por el horario de verano.
Principio de evaluación
El principio de evaluación, mostrado en
la figura 12, se basa en que el sistema eléctrico tiene dos picos
máximos, uno generalmente en mayo (llamado pico de verano) y otro en
el mes de noviembre o diciembre (llamado pico de invierno). Tradicionalmente
el pico de verano ha sido mayor al de invierno y por primera vez en
1996 la demanda máxima no se dio en el mes de mayo sino en diciembre.
Tal situación se atribuye a la acción del horario de verano.

En consecuencia, la reducción
en demanda por la acción del cambio de horario de verano será la diferencia
entre la demanda máxima que se hubiera tenido sin la acción del cambio
de horario menos la demanda máxima de invierno.
Para obtener la demanda máxima que se hubiera
tenido sin la acción del cambio de horario de verano se deben sumar
la demanda máxima de mayo y la disminución de la demanda debido al nuevo
horario. Esta última cantidad se determinó calculando los "escalones"
obtenidos en las transiciones de marzo-abril y octubre-noviembre.
Resultados obtenidos
De los resultados obtenidos, las magnitudes
en ambas transiciones (marzo-abril y octubre-noviembre) difieren. Las
causas de tal variación se pueden atribuir al crecimiento de la planta
productiva, a la demanda de la época del año y a los requerimientos
de iluminación artificial diferentes por efectos del mes, entre otros
factores.
Contaminantes
En el sentido y contexto de los ahorros
presentados en consumo, se tiene una disminución de 1.71 millones de
barriles equivalentes de petróleo, lo cual representa una reducción
considerable de contaminantes.
El detalle de los diferentes contaminantes
evitados se presenta en el cuadro 3.
CUADRO 3
Reducción en contaminantes en las zonas
de generación de energía eléctrica.
Conclusiones
Los propósitos que justificaron la implementación
del horario de verano se han cumplido en términos generales y en algunos
aspectos se han rebasado:
- El ahorro en consumo fue de 943 millones
de kWh, equivalentes al 0.83% del consumo total anual de 1995. Los
usuarios domésticos pagaron 463 millones de pesos menos.
- La demanda máxima disminuyó 529 MW,
esto es 2.6% de la demanda máxima anual. Esta cifra se asemeja a una
inversión del orden de los 4 200 millones de pesos.
- El ahorro estimado en combustibles es
igual a 1.71 millones de barriles de petróleo.
El horario de verano ha sido una medida
benéfica en todos los aspectos, por lo que al seguirse aplicando, cada
año se alcanzarán los mismos beneficios.
Referencias
Beneficios potenciales en el sector residencial
por el cambio de horario, reporte interno, Conae, 1992.
Cavalcante Fialho, Vicente et al., A implantaçâo
do horário de verâo em caracter permanente no país, Ministério das Minas
e Energia, Brasil, reporte 392, 25 de marzo de 1988.
Covarrubias R., Rogelio, "El cambio
de horario durante la época del verano en México", Boletín IIE,
vol. 20, núm. 1, enero-febrero de 1996, pp. 3-10.
Dingel, John D. et al., A bill to promote
energy conservation by providing for daylight saving time on an expanded
basis, and other purposes, Committee on Energy Commerce House of Representatives,
Ninety-Seventh Congress, serial núm. 97-61, 23 de junio de 1981.
Dirección Sectorial de Energía, Evaluación
de los resultados del cambio de hora, Ministerio de Recursos Naturales,
Energía y Minas, Costa Rica, reporte s/n, 8 de marzo de 1991.
Ebersole, Nancy et al., The year around
daylight saving time study, US Department of Transportation, reporte
DOT-TSC-OST-74-11.I, junio de 1974.
Hillman, Mayer, Time for change: setting
clocks forward by one hour throughout the year, Policy Studies Institute
Report, 1993.
Ramos Niembro, Gaudencio, Ahorros en consumo
y demanda debido al cambio de horario, utilizando información del sistema
eléctrico nacional (Cenace), informe IIE-10594-10, diciembre de 1996.
Ramos Niembro, Gaudencio, An strategy to
evaluate daylight saving time in Mexico, 5th Alberta Exposition and
Conference on Power Quality, Calgary, Alberta, Canadá, octubre de 1993.
Ramos Niembro, Gaudencio, "Metodología
para la evaluación del ahorro de energía debido al cambio de horario
durante la época del verano", Boletín IIE, vol. 20, núm. 1, enero-febrero
de 1996, pp. 14-17.
Ramos Niembro, Gaudencio et al., Ahorro
de energía debido al cambio de horario de verano, 12 reportes técnicos
a la CFE-Fide bajo el proyecto 10202, 1993.
Ramos Niembro, Gaudencio et al., Análisis
del ahorro en usuarios domésticos debido al cambio de horario en el
verano y pronóstico de ahorro para 1996, informe IIE-10594-8, diciembre
de 1996.
Ramos Niembro, Gaudencio et al., Estimación
del tiempo de uso de la energía eléctrica en iluminación artificial
en los sectores residencial y comercial, Conae, IIE, reporte del proyecto
10378, 1995.
Ramos Niembro, Gaudencio y Rodrigo Díaz
A., Mathematical model and computer system to evaluate the daylight
saving time in Mexico: preliminary results, 56th American Power Conference,
Chicago, Illinois, Estados Unidos, abril de 1994.
Sada Gámis, Jesús y Horacio Buitrón, Bitácora
para el cálculo del ahorro de energía eléctrica en iluminación artificial
debido al cambio de horario en el verano, CFE-PAESE, informe interno,
1992.
Sada Gámiz, Jesús y Horacio Buitrón S.,
"El horario de verano. México, 1996", Revista Fide, año 4,
núm. 16, septiembre de 1995.
Treviño G., Mateo, "Programa nacional
de ahorro de energía eléctrica para el periodo 1995-2000", Boletín
IIE, vol. 20, núm. 1, enero-febrero de 1996, pp. 4-5.
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Fuente: Documento tomado de la siguiente
dirección de Internet: http://www.iie.org.mx/difusion/publica/bolma97/tec3ma97.htm
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