México también tiene una tasa de recaudación
tributaria baja con respecto a los países miembros del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN):
- Canadá (1995) 36.0
- Estados Unidos (1997) 27.5
Finalmente, México tiene una recaudación
inferior con respecto a los países de América Latina, que tienen
similitud respecto al tamaño de sus respectivas economías:
- Brasil (1994) 29.3
- Argentina (1997) 21.1
- Chile (1998) 20.8
Sin embargo, la evasión fiscal no es el
único problema que sufre el aparato fiscalizador mexicano, un análisis
más profundo sugiere clasificar dichos problemas estructurales en económicos
y político administrativos.
2.1. La problemática económica estructural
de la tributación mexicana.
Algunos problemas económicos estructurales
que sufre la estructura tributaria del país son las siguientes:
a. La Concentración del Ingreso. En
términos fiscales, el problema más importante que presenta la alta concentración
del ingreso es que cualquier intento por parte del gobierno mexicano
para afectar esta riqueza puede provocar fugas masivas de capitales,
lo cual, se conjuga con las ventajas proporcionadas por los
mercados de Estados Unidos y Canadá (mayor certidumbre y estabilidad
financiera) para alentar la salida de capitales del país (ventajas ofrecidas
por la integración financiera).
b. Economía Informal. Son
actividades que se distancian del cumplimiento estricto de las leyes
y reglamentos que rigen la actividad productiva. Este sector es una
fuente importante de evasión fiscal. De esta manera:
"...Se ha mencionado que la evasión
fiscal en este sector representa una parte importante del PIB. En
el caso del IVA mexicano se estimó una tasa de evasión, en 1993, de
37% inferior a la de Perú de 68%, pero superior a la de Chile, de
23%. Es conveniente señalar que la informalidad está vinculada con
el subempleo y con la economía [ subterránea] , cuyo ámbito incluye
actividades como el contrabando y el robo organizado, las cuales no
están sujetas al régimen fiscal. Su medición es difícil y existen
pocas estimaciones al respecto, según la OCDE el empleo en el sector
informal podría representar una tercera parte del empleo urbano total,
pero como los ingresos son relativamente bajos en el sector informal
su participación en el PIB es probablemente menor. De acuerdo
con un estudio del INEGI (1999), la magnitud del sector informal sería
de aproximadamente un 10% del PIB".
Por otra parte la encuesta Nacional de
Empleo y la Encuesta Nacional de Micronegocios, estimó que 15.7 millones
de personas participan en la economía informal, adicionalmente los
ingresos obtenidos por los patrones y asalariados ascienden a 8.74%
del PIB, mientras que, los ingresos fiscales obtenidos por concepto
de gravar tales ingresos serían de 0.180% del PIB con un costo fiscal
de 0.216% del PIB, esta situación implicaría un déficit fiscal (pérdida
en la recaudación) de 0.035% del PIB sin considerar el costo administrativo
que implicaría su control.
c. Concentración en la Recaudación.
Otro de los problemas importantes, es la baja capacidad para generar
ingresos tributarios que por décadas han sido compensados con los
ingresos petroleros que representan un tercio del total de los ingresos
federales.
La concentración de la recaudación basada
en los ingresos petroleros resulta perjudicial para cualquier economía
debido a las constantes fluctuaciones cíclicas en los precios del
petróleo que implican la reducción de los ingresos públicos y del gasto
de gobierno.
d. Regímenes especiales. Los
regímenes especiales representan una fuga importante de ingresos que
debería recaudar el Gobierno Federal. La débil capacidad administrativa
en materia fiscal permite que incluso las empresas o industrias no consideradas
en regímenes especiales se registren en ellos como medidas para evadir
el pago de impuestos. Así:
"Las empresas que participan en sectores
gravados con el régimen simplificado en agricultura, pesca y transporte
terrestre (que generan el 10% del PIB y el 25% del empleo) prácticamente
no pagan impuesto sobre la renta. Una parte de dichos contribuyentes
son empresas medianas y pequeñas, pero la mayor parte de estos negocios
son controlados por grandes compañías que se benefician injustificadamente.
El régimen simplificado debe servir para que las empresas de menor tamaño
permanezcan y se incorporen a la economía informal, pero no debe ser
un mecanismo que permita la evasión fiscal en montos muy significativos.
La OCDE calcula que la eliminación de los regímenes especiales a
distintas actividades económicas y al ingreso podría incrementar la
recaudación fiscal en alrededor de 3 puntos del PIB, lo que elevaría
los ingresos públicos mexicanos a niveles similares a los de otros países
de América Latina. En México el número de empresas que se consolidan
en grupo han aumentado considerablemente y se estima que la consolidación
reduce en promedio un 30% del ISR de los grupos".
2.2 Problemas político-administrativos
de la tributación mexicana.
Existen problemas políticos y administrativos
que inciden directamente en la baja recaudación tributaria en México.
Así, la elevada cantidad de trámites que se deben cubrir, la dificultad
para llenar las formas fiscales y el tiempo que se emplea son factores
que desalientan a los contribuyentes a pagar sus impuestos. Asimismo,
la provisión de bienes y servicios públicos de cuestionada calidad asociada
con la alta corrupción y falta de transparencia en el manejo de los
recursos públicos también inciden negativamente en la recaudación fiscal.
2.3 Los índices de recaudación tributaría.
Otro enfoque para analizar la ineficiencia
del sistema tributario mexicano es a través del análisis de los siguientes
índices de recaudación tributaria:
a. Indice de concentración.
Este índice se refiere al número de impuestos existentes en la estructura
impositiva y su contribución a la recaudación total. Cuanto mayor
sea el índice, mayor será la concentración de los ingresos en unos cuantos
impuestos. Cuanto más bajo es el índice, menor es la concentración.
En un buen sistema impositivo, una gran proporción de los ingresos tributarios
totales proviene de pocos impuestos, con tasas impositivas reducidas
y uniformes.
Cuando la recaudación total se vuelve difusa
debido a que prevalece una gran variedad de impuestos o porque para
un determinado impuesto existen varias tasas impositivas, se dificulta
la conducción de la política tributaria.
La ventaja evidente que se tendría con
una mayor concentración es que el sistema tributario se vuelve
más transparente y más manejable. Lo ideal sería contar con tres
grandes impuestos y rangos de tasas impositivas, si no es que hasta
menos. En el caso de México, el índice de concentración es bajo. Esto
obedece a que existen varios impuestos y todos contribuyen a la recaudación.
b. Indice de dispersión.
Otro de los índices utilizados se refiere a la proliferación de
impuestos menores, cuya recaudación es pequeña en términos relativos.
Esta estructura dificulta el análisis y la administración y contribuyen
poco a la recaudación. Una reforma deberá tender a eliminar progresivamente
estos impuestos menores e improductivos. Un buen sistema tributario
mantiene, si acaso, pocos impuestos de esta índole. En México, este
índice no es bajo como lo ilustra la presencia del Impuesto sobre Automóviles
Nuevos (ISAN) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS),
que a su vez se descompone en los impuestos a bebidas alcohólicas; a
tabacos labrados; a cervezas y bebidas refrescantes; a servicios telefónicos;
a la tenencia sobre el uso de vehículos; al activo de las empresas,
etc.
Uno de los mayores problemas con este tipo
de impuestos es que resulta muy costoso para los contribuyentes cumplir
con tantos gravámenes y sus requisitos. Si el gobierno optara por eliminar
este tipo de tributos, se ahorrarían muchos que se desperdician en la
administración y cumplimiento de ellos.
c. Indice de erosión.
La erosión del sistema tributario se origina por diversas exenciones,
deducciones, tasas cero o por acciones ilegales (evasión, elusión, contrabando,
inflación). Independientemente del origen, siempre lleva a una reducción
de la base gravable.
La erosión de la base gravable es uno
de los principales problemas de la estructura impositiva mexicana. La
mejor manera de mostrar que en México la base impositiva se encuentra
muy erosionada es cuando se revisa
la relación entre el cobro de los impuestos y el PIB, tomando a éste
como la medida de capacidad de pago.
En el caso del ISR de las personas físicas
y morales dicha relación equivale a 4.5% del PIB y la relación IVA/PIB
es de sólo 3.1%. La baja participación de estos impuestos como proporción
del PIB se debe a que la base está erosionada y a que mucha gente no
paga lo que debe.
Debido a esta erosión, en su afán por incrementar
la recaudación y esconder la ineficiencia, muchas veces se decide aplicar
altas tasas impositivas a la base gravable restante e introducir impuestos
adicionales, reduciendo el índice de concentración.
Es innegable que con una menor base, la
concentración de la tasa impositiva tendrá que ser más alta para generar
los mismos ingresos. Asimismo, cuanto más alta sea la tasa impositiva,
mayor será el incentivo a evadir impuestos. Esta falta de incentivos
afecta el desempeño económico de un país.
d. Indice de especificidad.
Otro índice que sirve de prueba para el diagnóstico de un sistema
impositivo es el grado en que éste depende de impuestos específicos,
los cuales deben evitarse a toda costa. Un buen sistema tributario
deberá minimizar el recurrir a estos impuestos específicos.
El ISAN y la tenencia sobre el uso
de vehículos son impuestos de esta naturaleza. Además,
la efectividad en la recaudación de este tipo de gravámenes se ve mermada
en la medida en que la inflación es más alta. Cuanto mayor sea el índice
de especificidad, más se afectarán los ingresos tributarios debido a
la inflación. Asimismo, su administración se vuelve más costosa y difícil.
e. Indice de rezagos en la recaudación.
Este índice se refiere al periodo
de retraso en los pagos de impuestos más allá del tiempo en el cual
debe cumplirse la obligación fiscal. Estos retrasos provienen de las
disposiciones administrativas que permiten que el contribuyente pague
sus impuestos mucho tiempo después de que se ha incurrido en una obligación
tributaria.
En general, este tipo de rezagos lleva
a la ineficiencia del sistema impositivo independientemente de qué tan
bien diseñada esté la estructura impositiva. De esta manera, la relación
ingresos tributarios/PIB se vuelve muy sensible a la tasa inflacionaria,
bajando esta relación cuando la inflación sube y aumentándola cuando
la inflación baja.
f. Indice de cumplimiento obligatorio.
Este índice mide el grado de cumplimiento de las obligaciones fiscales
de la población. Cuanto mayor sea el índice, más alto es el grado de
cumplimiento en materia impositiva.
Cuando no se obliga a la ciudadanía al
cumplimiento en el pago de impuestos se presenta una mayor divergencia
entre el sistema impositivo legal estatutario y el efectivo. Es más,
la correlación entre los cambios legales y los efectivos es tan baja
que los efectos de una modificación ya no pueden estimarse.
Peor aún, la incidencia del sistema impositivo
se vuelve imposible de determinar y el sistema tributario deja de ser
un instrumento efectivo de política. El índice de cumplimiento obligatorio
en materia tributaria es bajo en México.
g. Indice del costo en la recaudación.
Es evidente que cuanto más bajo es el costo de la recaudación y
más eficiente el desempeño de esta tarea, tanto menor es el índice del
costo en la recaudación, por lo que el sistema tributario de un país
es mejor. Un menor costo implica también mayor eficiencia y menor pérdida
de bienestar.
Definitivamente, existen unos impuestos
más fáciles de administrar que otros. Un impuesto al valor agregado
es más fácil de recaudar que el impuesto sobre la renta a personas físicas.
En general, el costo de recaudación va de 2 a 3% como proporción
de los ingresos tributarios totales en algunos países, y hasta 8% en
otros..
México no se caracteriza precisamente
por tener un bajo costo en la recaudación de ingresos tributarios. Existen
cálculos que indican que por cada peso recaudado se incurre en un costo
administrativo adicional de aproximadamente 30 centavos, por lo que
la recaudación tributaria en nuestro país se considera costosa e ineficiente.
En conclusión para minimizar los problemas
estructurales del sistema tributario es necesario que el sistema impositivo
mexicano satisfaga los siguientes requisitos de desempeño: