La División de Economía y Comercio del Servicio de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados elaboró en días pasados un estudio que contiene indicadores a nivel nacional relacionados con el consumo eléctrico residencial de los hogares mexicanos a partir de la estimación de dos tarifas: una residencial promedio y otra residencial ponderada.1 La información empleada se obtuvo de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (la ENIGH, 2000) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Nótese que, en el estudio arriba citado se tomó un enfoque nacional. Sin embargo, para obtener indicadores más específicos, se realizó este estudio a nivel de localidades. Es decir: la población objetivo dejaron de ser los hogares a nivel nacional para desagregarla en las familias que forman parte de las localidades de 2 mil 500 y más e inferiores a 2 mil 500 habitantes.
El objetivo de este trabajo es elaborar indicadores asociados con la demanda de electricidad de los hogares pertenecientes a estas localidades, tales como: consumo mensual por hogar en pesos y KW/h; porcentaje de sus respectivos ingresos que las familias asignan para consumo eléctrico y la estimación de los hogares que se afectarían con el incremento tarifario.2
Este estudio consta de tres partes: En la primera, se analiza la estructura de cobro de las tarifas residenciales en México durante el año 2000. En la segunda, se elaboraron los indicadores asociados con el consumo residencial eléctrico pertenecientes a las localidades de 2 mil 500 habitantes y más. En la tercera, se generan los mismos indicadores, aunque, correspondientes a las localidades con menos de 2 mil 500 habitantes.
Adicionalmente, se elaboró un Anexo en el cual, se explica la metodología empleada para la elaboración de este documento