Que adiciona un segundo parrafo al articulo 66 de la Constitucion Politica de los Estados Unidos Mexicanos y un cuarto parrafo al articulo 11 de la Ley Organica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, para que los legisladores y los Presidentes de las Camaras de Diputados y de Senadores esten obligados a rendir un informe general de actividades, presentada por el diputado Diego Alonso Hinojosa Aguerrevere, del grupo parlamentario del PAN, en la sesion del martes 26 de noviembre de 2002     Versión para Imprimir

Diego Alonso Hinojosa Aguerrevere, diputado federal e integrante del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a la consideración de esta honorable asamblea la siguiente iniciativa de decreto que adiciona un segundo párrafo al artículo 66 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y adiciona un cuarto párrafo al artículo 11 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.

Exposición de Motivos

Durante los últimos 15 años, nuestro país ha experimentado vastas y profundas transformaciones, desde la firma de un Tratado de Libre Comercio con la nación económica más poderosa de la comunidad internacional, hasta la transición democrática de la cual fuimos testigos en julio del año 2000. Estos acontecimientos han alterado de manera radical cada uno de los aspectos de nuestras vidas; han cambiado nociones y conceptos que parecían eternos y al amparo de estas monumentales transformaciones, México es otro.

La diferencia de mayor relevancia entre el pasado y el presente, sitúa al actual gobierno sin la mayoría  en el Legislativo, esto quiere decir, que el Ejecutivo no tiene la posibilidad ni la facultad de aprobar o derogar cuanto se le antoje.

La diferencia señalada en el párrafo anterior obliga a los grupos parlamentarios, principalmente a nosotros, diputados y senadores, a desempeñar el papel más importante en nuestras vidas, teniendo la imperante necesidad y compromiso de discutir al interior de las Cámaras todas las iniciativas con el mayor cuidado y la minuciosidad indispensable para ofrecerle a la sociedad verdaderos avances políticos.

Bajo esta perspectiva y con el único objetivo de participar en la reforma del Estado es que se aporta al quehacer legislativo la figura de la “rendición de cuentas”, a fin de que los legisladores no sólo se sientan comprometidos a trabajar e informar a los ciudadanos que los eligieron por una obligación moral o ética, sino por una disposición constitucional que así lo prescriba. Ello en virtud de que algunos legisladores no tienen ningún estímulo para acercarse a sus electores, a quienes s´plo buscan meses antes de las elecciones, cuando es indispensable ganar votos y popularidad. Como es sabido, pocas veces los triunfadores regresan con aquellos que los beneficiaron con su voto, para presentar avances, logros o resultados; por el contrario, a la hora de las decisiones ni siquiera se acuerdan de ellos.

Cualquier persona a la que se le pregunte su opinión sobre el quehacer legislativo, responderá sin titubeos, que ya no confía en el Congreso, que los legisladores una vez electos ni lo ven, ni lo escuchan, que sus dietas son excesivas y sobre todo, que no trabajan. Y más de uno concluiría que podría desempeñar un mejor papel de ser legislador.

Es importante señalar que nosotros no somos los responsables directos de esta situación, por el contrario, la imagen que hoy se percibe del Poder Legislativo se ha construido a lo largo de las décadas, como resultado de los excesos, la apatía y la improductividad de nuestros antecesores.

El establecimiento de un informe anual de actividades por parte del legislador ante el distrito, estado o el Distrito Federal, al que represente y el informe anual por parte de los Presidentes de las Cámaras de Diputados y de Senadores, pretende cambiar paradigmas en la perspectiva del electorado y de la ciudadanía en general, ya que se plantea la hipótesis de que el legislador tenga un vinculo más estrecho con los ciudadanos y pueda estar en contacto directo con las necesidad y peticiones de la sociedad, evitando con ello el aislamiento característico y la falta de trabajo conjunto. Así, se busca un legislador responsable y comprometido, que ofrezca cambios y beneficios significativos, mediante un trabajo incansable y productivo al interior del Congreso, en su distrito o en aquellos escenarios en donde se desenvuelva, para que el reflejo de sus acciones se plasme en el beneficios directos de nuestra soberanía.

Y la pregunta sería, ¿como se puede lograr?

Sin lugar a dudas la “Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental”, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de junio de 2002, es el referéndum más importante al que me puedo remitir, dada su orientación para hacer del dominio público situaciones, manejos e información que antes se consideraba confidencial o que simplemente no se divulgaba. Esta iniciativa empata de alguna forma con los objetivos de esa Ley ya que el vínculo o la interacción del legislador con el electorado estaría garantizada.

El hecho de que los legisladores tuvieran que formular un informe anual de actividades al cierre del segundo periodo ordinario de sesiones, no significaría una obligación a proponer reformas constitucionales o de Ley, incongruentes o hechas al vapor, por la simple urgencia o necesidad de ofrecer resultados. Por el contrario, el informe abarcaría tópicos diversos como la formulación de Iniciativas o Puntos de Acuerdo, el análisis de las propuestas de otros legisladores al interior de las Comisiones, el trabajo al interior de sus fracciones, su participación en foros de discusión o simplemente en acciones en pro de la región o distrito de procedencia.

Para tales efectos y antes de concluir el segundo periodo ordinario de sesiones se buscaría el mecanismo más idóneo a fin de que todas las Comisiones presentaran un informe anual de actividades para que con dicha información los Presidentes de ambas Cámaras, así como cualquier legislador contara con elementos suficientes para formular el informe de actividades correspondiente, en donde se plasmaría el desempeño y productividad alcanzado durante el año inmediato anterior.

Resaltando que el informe general de los Presidentes se realizaría al cierre del segundo periodo ordinario de sesiones, con la obligación de presentar el informe con suma imparcialidad y sin matices partidistas.

Una hipótesis más, se esgrime en la vinculación del legislador con el personal técnico de la Comisión de la que fuese integrante, buscando un efecto multiplicador a la hora de dictaminar, considerando que estaría en el deber y compromiso de estar al pendiente del trabajo realizado al interior de su Comisión, ya que de este último se desprenderían elementos sucintos para su informe personal.

El salto político que pretendo con esta iniciativa es provocar el análisis y la reflexión de diputados y senadores así como de la ciudadanía en general, en lo referente al trabajo legislativo del Congreso de la Unión y enfatizar los logros alcanzados por cada Comisión, y del Congreso en general.

Esta iniciativa esta encaminada a adicionar un segundo párrafo al artículo 66 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la adición de un cuarto párrafo al artículo 11 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, para que los legisladores y los Presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores estén obligados a rendir un informe general de actividades, ya sea ante el distrito, Estado o el Distrito Federal al que representen o ante el Pleno de cada una de las Cámaras para el caso de los Presidentes.

Más que una rendición de cuentas de lo que se trata es de plasmar con precisión el trabajo de diputados y senadores, a fin de sensibilizar a la población de las acciones y desempeño del Congreso de la Unión como reflejo de los intereses de todos los sectores de la sociedad mexicana.

Por lo anterior y en atención a la modernización que necesita nuestra Carta Magna y en pleno apego a la reforma del Estado que se viene manejando, permítanme exponer la siguiente reforma, con objeto de proporcionar a la ciudadanía los elementos indispensables para reconocer el trabajo legislativo que se desempeña en el Congreso de la Unión.

Iniciativa de decreto que adiciona un segundo párrafo al artículo 66 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la adición de un cuarto párrafo al artículo 11 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar de la siguiente manera:

Artículo Primero.- Se adiciona un segundo párrafo al artículo 66 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:

Artículo 66. ...

Al cierre de sesiones del segundo periodo ordinario, el Presidente de cada una de las Cámaras, presentará un informe anual de actividades, en los términos que disponga la Ley. Dicho informe será institucional, por lo que deberá tomar en cuenta la pluralidad representada en cada una de las Cámaras del Congreso de la Unión, asimismo se sujetará a los criterios de objetividad, equidad, veracidad, imparcialidad y oportunidad.

 

Artículo Segundo.- Se adiciona un cuarto párrafo al artículo 11 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:

Artículo 11.

4. De manera anual, al termino del segundo periodo ordinario de sesiones, tanto diputados como senadores deberán presentar un informe anual de actividades, ante su distrito, estado o Distrito Federal, por el que hubiesen sido electos, en los términos que disponga el Reglamento. En el caso de los diputados o senadores por el principio de representación proporcional, presentarán su informe ante el distrito o entidad federativa en la que radiquen.

Transitorios

Unico.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro,
a 26 de noviembre de 2002.

Dip. Diego Alonso Hinojosa Aguerrevere (rúbrica)

 

(Turnada a las Comisiones de Puntos Constitucionales, y de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias. Noviembre 26 de 2002.)