Con
proyecto de decreto por el que se adicionan los articulos 3 y 31 de la
Constitucion Politica de los Estados Unidos Mexicanos, para hacer obligatoria
la educacion preescolar, presentada por la diputada Celita Alamilla Padron a
nombre del grupo parlamentario del Partido Accion Nacional, en la sesion del
martes 25 de septiembre de 2001
De conformidad a lo dispuesto en
la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, y la fracción II del artículo 55 del Reglamento para el
Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, a
nombre del grupo parlamentario Acción Nacional, sometemos a la consideración de
esta Asamblea la presente iniciativa con proyecto de Decreto por el que se
adiciona el primer párrafo del artículo 3º y sus fracciones III y VI, así como
la fracción I del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, con base en la siguiente
Exposición de Motivos
El propósito de la iniciativa que
hoy presentamos es para establecer en el texto constitucional la obligatoriedad
de la educación preescolar. Con esta propuesta Acción Nacional hace un llamado
a los demás grupos parlamentarios para iniciar los trabajos de discusión, y a
partir del diálogo abierto y respetuoso, construir una propuesta consensada.
La educación preescolar es el
primer nivel educativo de formación de la persona y entre sus objetivos hacia
la niñez persigue lo siguiente:
a) propiciar y encauzar científicamente, la evolución
armónica en esta etapa de su vida;
b) favorecer su maduración física, mental y emocional;
c) brindarles la oportunidad de su socialización, su
creatividad y su disposición al trabajo intelectual y cognoscitivo;
d) vigilar, prevenir y atender oportunamente posibles
detenciones o alteraciones en su proceso normal de desarrollo;
e) lograr la incorporación natural al siguiente nivel
educativo, para un mejor aprovechamiento de sus destrezas físicas e
intelectuales para la educación posterior;
f) fomentar su progresiva interacción con el medio
circundante y proyectarlo a la comunidad de la que forma parte, como elemento
activo;
g) coadyuvar a la maduración progresiva del pensamiento, de
la prelectura y la preescritura, el análisis, el razonamiento; así como de la
abstracción y la construcción de conceptos que, integrados, le hará fácil el
manejo cotidiano de su vida, favoreciendo su desempeño escolar futuro.
Asimismo, la educación preescolar
es una oportunidad para que niñas y niños aprendan y razonen los fundamentos de
los valores y los comportamientos sociales que los acompañarán a lo largo de su
vida, y comiencen a abrir sus mentes bajo la guía de educadores capacitados en
el desarrollo infantil. Por medio de áreas recreativas, el arte, la música, la
alfabetización y el comienzo de los estudios de matemáticas, los niños
preescolares aprenden a cooperar, hacer amigos, hacer preguntas, usar la
imaginación, construir el auto‑respeto y usar sus cuerpos con confianza.
La educación preescolar es el lugar crucial para enfatizar la equidad en un mundo
diverso. Por medio de celebrar la existencia de todo tipo de gente, culturas y
donde se aprende la aceptación y la inclusión.
La educación preescolar tiene una
importancia de primer orden dentro del sistema educativo, por los efectos
multiplicadores que genera en otros ámbitos de la sociedad. De acuerdo con el
estudio “La educación preescolar en América Latina”, realizado por Robert
Myers, se han hecho descubrimientos donde se demuestra que los programas
orientados a la niñez pueden acarrearles grandes beneficios, no sólo en
términos individuales e inmediatos, sino también en términos sociales y
económicos, a lo largo de toda su vida en cuanto a sus habilidades para
contribuir a la familia, la comunidad y el futuro de la nación. También se
muestra que las niñas y niños que reciben atención pronta y constante tienen,
generalmente, un mejor nivel de nutrición, contraen menos enfermedades y
aprenden mejor que quienes no reciben ese tipo de atención. Y a la inversa, los
párvulos que no reciben cuidados adecuados tienen mayor tendencia a las
enfermedades y la desnutrición, y están menos motivados y peor equipados para
el aprendizaje.
En nuestro país la educación
preescolar comenzó su expansión y a tener un gran reconocimiento social a
partir de los compromisos pactados por el gobierno federal a finales de los
años setenta, en el marco de acuerdos internacionales a favor de la niñez. Así,
en un par de años la matrícula de preescolar para niños de 5 años pasó de
alrededor de 30% a casi 70%; se mantuvo estable desde entonces y fue hasta
mediados de los noventa cuando comenzó a crecer de nuevo y a expandirse hacia
los niños de 3 y 4 años. Resulta interesante hacer notar que la inversión más
grande en este rubro se dio precisamente en un momento en que la economía del país
se estancó, y los ingresos públicos tuvieron una fuerte contracción. Como
característica particular, la educación preescolar en México es ofertada en
alrededor de 90% por el Estado y el resto por particulares, lo cual señala el
gran compromiso y las obligaciones que se tienen para con este nivel educativo.
Para el ciclo escolar 1999‑2000
la matrícula de la educación preescolar se situó en 3.39 millones de alumnos,
lo que representa 14.5% del total de alumnos de educación básica y 11.6% del
sistema educativo nacional.
En el presente la población del
país está entrando a lo que se denomina la transición demográfica, fenómeno que
básicamente consiste en una combinación de bajas tasas de mortalidad y de
natalidad y un incremento en la esperanza de vida. Ello ha repercutido en la
matrícula y la demanda de educación preescolar, la cual se encuentra en un
proceso de crecimiento más ligero y de posible estabilización en el mediano
plazo. La matrícula de educación preescolar de 1999‑2000 creció en uno
por ciento respecto de periodo anterior. Para el periodo 2000‑2001 se
inscribieron 29,900 preescolares más que en el periodo previo, lo que
representaría un incremento de 0.8 por ciento, para alcanzar a una matrícula de
3.42 millones de preescolares.
Los esfuerzos por incorporar a un
mayor número de educandos a este nivel, nos muestran que ésta es una de las
áreas con mayor crecimiento en los índices de atención en los años noventa.
Aunque la cobertura resulta diferenciada: para los niños de 3 años es de 14.2%,
para los de cuatro de 57.4%, y para los de 5 de 82.6%.
Cuando se observa la cobertura de
preescolar para niños de entre 4 y 5 años en el ámbito estatal, tenemos
situaciones contrastantes y preocupantes. Por un lado entidades con cobertura
muy alta e incluso casi universal como Tabasco, Guerrero, Guanajuato, Baja
California Sur y Colima, cuya cobertura va de 92.4% a 98.6%. Y por otro lado,
entidades con cobertura baja y muy baja que oscila entre 70.5% y 55.8%, entre
las que están Tlaxcala, Morelos, Veracruz,
Durango, Jalisco, Michoacán y México. Estas disparidades muestran los
rezagos existentes, pero también los retos que se tienen por delante, lo que
exige una respuesta gubernamental focalizada hacia los estados con mayor
rezago.
De acuerdo con los informes de labores
de la Secretaría de Educación Pública, son varios los retos por los que
atraviesa este nivel educativo: de cobertura, equidad y de calidad. La
cobertura presenta un rezago significativo y requiere de un crecimiento
sensible en los próximos años, especialmente en entidades con rezagos sociales
como Chiapas o algunas que han invertido relativamente pocos recursos como el
estado de México, Jalisco, e incluso el Distrito Federal. En los rubros de
accesibilidad, equidad, cobertura y calidad, existen diferencias importantes
para el ingreso a este nivel de las niñas y niños provenientes de familias
pobres e indígenas respecto a quienes viven en zonas urbanas y rurales. En
torno a la calidad, el nivel preescolar ha sido poco evaluado en nuestro país,
pero varios estudios coinciden en que hay problemas de continuidad entre este
nivel y la primaria, reflejándose en un alto coeficiente de repetición en el
primer año, además de los problemas asociados con la capacitación de los
profesores e instalaciones inadecuadas.
Invertir en educación es invertir
en el futuro de la nación, a favor de una sociedad más justa, democrática e
igualitaria. Un estudio de la Cepal señala que los educandos que han recibido
atención preescolar muestran una tasa mayor de escolarización secundaria y
postsecundaria, de acceso a mejores empleos y una menor propensión a la
marginalidad social. Los programas de atención preescolar benefician a los
infantes de todos los grupos socioeconómicos, pero tienen efectos más
apreciables para los niños provenientes de hogares de menores recursos, pues
reducen sus desventajas relativas y facilitan su posterior inserción en la
educación formal, entre otras ventajas, por ello debemos trabajar para reducir
la brecha entre los menos favorecidos y los más favorecidos.
En otro
estudio sobre Latinoamérica, se apunta que existe evidencia de un posible
aumento de productividad económica para la sociedad, generada por la inversión
en programas de educación temprana, la cual va más allá de los beneficios que
se observan directamente en el educando. Un ejemplo de ello es una mayor
inserción de las mujeres en el mercado laboral, dado que les permite ocuparse
productivamente mientras sus hijos reciben educación. Asimismo, muchos de estos
programas dejan en libertad a los hermanos mayores –generalmente las hermanas–
quienes se hacen cargo del cuidado de sus hermanos pequeños en ausencia de sus
padres, para que se dediquen a estudiar y así poder obtener mayores
remuneraciones.
Igualmente, y con base en una
investigación realizada en Estados Unidos, se sugiere que la tasa de retorno de
la inversión preescolar puede multiplicarse por siete. Para realizar este
cálculo, se estimó una serie de gastos que se ahorran gracias a la menor
incidencia de criminalidad, menor necesidad de programas de recuperación
escolar y reducción de la demanda de otros programas sociales.
Respecto a los beneficios para el
sistema escolar en su conjunto, existen evidencias de que los programas de
preescolar ayudan a reducir los costos del sistema educativo, puesto que a
mayores tasas de cobertura preescolar le acompañan menores tasas de deserción
en los años posteriores, y al mismo tiempo un menor índice de reprobación, con
lo cual no se truncan ni desperdician los recursos de niveles subsiguientes.
Visto de esta manera, la educación preescolar no significa un gasto, sino una
inversión de largo plazo.
No obstante todos estos beneficios
y el esfuerzo realizado para ampliar la cobertura de este nivel educativo, la
pregunta principal no es si queremos invertir en educación preescolar, debe ser
cuánto queremos invertir, cómo debe realizarse esa inversión y al mismo tiempo
asegurar su eficiencia y eficacia.
A partir de estudios realizados en
México a mediados de los años noventa, se llegó a la conclusión de que el
Estado debe comprometerse a ampliar la cobertura, la calidad y la equidad, con
base en una política de promoción en la creación de la demanda y en un marco de
participación activa de los maestros y de los padres de familia. Si bien
durante la administración anterior se destinaron recursos crecientes al
subsistema de educación básica y la matrícula del preescolar creció
significativamente, también es cierto que paralelamente provocó un proceso de
deterioro de la infraestructura, de los ingresos de los docentes y de la
situación social de las comunidades, lo cual repercutió negativamente en la
calidad y la equidad del preescolar, al tiempo que remarcó desigualdades de
antaño.
Por esto mismo, la iniciativa que
presentamos tiene como objetivo generar un cambio constitucional y,
posteriormente, en las disposiciones reglamentarias, propiciar una discusión
sobre la importancia de la educación preescolar, del conjunto de la educación
básica y obligatoria, de las políticas públicas orientadas hacia este rubro, y
de los compromisos de la sociedad y el Estado con la educación en general.
Esta reforma estipula además de la
obligación del Estado, la responsabilidad compartida de la familia y la
sociedad en su conjunto para con este nivel educativo. La iniciativa propone la
obligatoriedad de la educación preescolar, la cual se establece como
prerrequisito para poder ingresar al nivel de educación primaria; asimismo se
asienta la obligación de destinar los recursos necesarios con el fin de lograr
la cobertura en la prestación de los servicios de educación preescolar, en un
plazo acorde a la situación y capacidad de cada entidad federativa. Con el
entronque obligatorio del preescolar, se espera un mejoramiento de este nivel y
un impulso a los cambios que se están llevando a cabo en los subsiguientes
ciclos educativos.
Finalmente, queremos invitar a
nuestros compañeros legisladores a que podamos construir un espacio de
reflexión, diálogo y análisis sobre las adiciones que proponemos a los
artículos 3º y 31 constitucionales, para hacer obligatoria la educación
preescolar y avanzar en la construcción de un esquema de educación básica
obligatoria de diez años. Esperamos que este impulso a la educación preescolar
se consolide en beneficio de los infantes para que adquieran desde temprana
edad, los conocimientos y herramientas que generen la sinergia necesaria y
adecuada en su vida escolar como en la laboral posteriormente. Todo ello
coadyuvará a que nuestro país concentre en sus mujeres y hombres, el más alto y
mayor activo que puede tener un país, una sociedad educada y capacitada para
hacer frente a los retos del futuro.
Con base en lo anteriormente
expuesto, ponemos a consideración de esta soberanía la siguiente iniciativa con proyecto de decreto que
adiciona el primer párrafo del artículo 3º y sus fracciones III y VI, así como
la fracción I del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Artículo
Primero: Se adiciona el artículo 3º constitucional para
quedar como sigue:
Artículo
3º.‑ Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El
Estado –Federación, estados y municipios–, impartirá educación preescolar,
primaria y secundaria. La educación preescolar, la primaria y la secundaria son
obligatorias.
I. …
III. Para dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en el
segundo párrafo y en la fracción II, el Ejecutivo federal determinará los
planes y programas de estudio de la educación preescolar, primaria, secundaria y normal para toda la República.
Para tales efectos, el Ejecutivo federal considerará la opinión de los
gobiernos de las entidades federativas y de los diversos sectores sociales
involucrados en la educación, en los términos que la ley señale.
IV. ...
VI. Los particulares podrán impartir educación en todos sus
tipos y modalidades. En los términos que establezca la ley, el Estado otorgará
y retirará el reconocimiento de validez oficial a los estudios que se realicen
en planteles particulares. En el caso de la educación preescolar, primaria, secundaria y normal, los particulares
deberán:
…
…
Artículo
Segundo: Se adiciona el artículo 31 constitucional para
quedar como sigue:
Artículo
31. Son obligaciones de los mexicanos:
1. Hacer que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas
públicas o privadas, para obtener la educación preescolar, primaria y secundaria, y reciban la militar, en los
términos que establezca la ley;
II. a IV. ...
Transitorios
Primero. El
presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Segundo.
Para poder ingresar al nivel de educación primaria será prerrequisito haber
cursado un año de educación preescolar, la cual deberá iniciarse a los 5 años
cumplidos del educando. Esta medida se aplicará cuando hayan transcurrido
cuatro ciclos escolares, contados a partir de la fecha de entrada en vigor del
presente decreto.
Tercero.
Los gobiernos federal y estatales celebrarán los convenios que consideren
pertinentes, de acuerdo a la situación y capacidad de cada entidad federativa,
para cumplir con la obligatoriedad de la educación preescolar, de ser posible,
antes del plazo establecido en el artículo transitorio anterior.
Cuarto.
Los gobiernos federal y estatales implementarán programas de información y
promoción dirigidos a los padres de familia para que inscriban a sus hijos a la
educación preescolar.
Quinto.
Los gobiernos federal y estatales destinarán a partir de la
entrada en vigor de este decreto los recursos necesarios con el fin de lograr
la cobertura suficiente para la prestación de los servicios de educación
preescolar.
Palacio Legislativo de San Lázaro,
México, Distrito Federal, 25 de septiembre de 2001.
Integrantes de la
Comisión de Educación: Diputados. Celita Alamilla Padrón, Alfonso Vicente Díaz,
Eduardo Rivera Pérez, Oscar Ochoa Patrón, José María Tejeda Vázquez, María Isabel
Velasco Ramos, Luis Aldana Burgos, Silvia Alvarez Bruneliere, José Carlos Luna
Salas, Héctor Méndez Alarcón, Fernando Ugalde Cardona, Rodolfo Ocampo Velázquez
(rúbricas).