Con proyecto de decreto por el que se reforma
El suscrito, diputado del grupo parlamentario del
Partido de
Exposición de Motivos
La reforma del Estado está llamada a ser el tema por
el que se evaluará el trabajo de esta legislatura.
Las expectativas son muchas con respecto a este
Congreso, pues es fruto de un proceso democrático de especial singularidad,
donde la sociedad decidió y se le respetó esa decisión, la alternancia en el
Poder Ejecutivo después de más de siete décadas de predominio de un solo partido
político y también decidió y se respetó, la integración, por primera vez, por
cierto, en la historia del país, de un Congreso plural, sin mayoría absoluta de
un partido político.
La sociedad decidió un gobierno colectivo en
contrapartida con las experiencias pasadas, donde la preponderancia del
Ejecutivo con un Congreso con mayoría propia, que además no tenía ánimo para
ejercer su histórica tarea, hacía de la función de gobernar un acto unipersonal.
El mensaje de la sociedad fue: no más un poder por
encima de los demás; y sí un equilibrio de poderes.
Ante esta situación ciertamente inédita, se requiere
del legislativo mexicano dos tareas de importancia similar:
1.
Ejercer plenamente sus atribuciones, como no siempre lo hizo a lo largo de su
historia. Por ello, por ejemplo, más allá de las reacciones generadas, el hecho
que el Senado hubiera negado el permiso para ausentarse del país al Ejecutivo,
es parte de este proceso, que también es cultural.
2.
Hacer las reformas estructurales necesarias, para volver compatible esta nueva
realidad con las leyes, pues aquéllas hechas para otros tiempos tenían evidentes
pendientes democráticos.
La iniciativa que presento en esta ocasión se inscribe
en el esfuerzo de crear mecanismos legales para el cumplimiento pleno de las
atribuciones de los diputados y en consecuencia, de
Se trata, en suma, de una iniciativa inmersa en el
tema de la reforma del Estado, que busca la transformación de la forma en que se
concibe al legislador como servidor público, para que su carácter de
representante popular, se traduzca en un permanente ejercicio de consulta de la
opinión de sus representados y para que rinda cuentas ante ellos.
El esquema se materializa en servidores públicos que
verdaderamente sirvan y que consulten permanentemente a sus representados.
Cuando no se consulta a los destinatarios de una ley,
la identificación que debe haber para su cumplimiento se diluye y la legitimidad
de la reforma es cuestionable.
Tenemos ejemplos donde, aún en esta legislatura, al no
consultarse a los destinatarios de la norma, finalmente han surgido
legislaciones con las que nadie se identifica.
La llamada Ley Indígena, es un ejemplo claro de la
falta de sensibilidad que tuvo la mayoría del Congreso, ante el reclamo
histórico de los indígenas del país.
Y es que el problema, resulta de la ausencia de
mecanismos jurídicos para obligar al legislador a rendir cuentas de sus actos
ante sus representados.
Con esta propuesta, ni siquiera planteamos una
responsabilidad ante el electorado propio, sino ante los representados, que
constituyen un espectro evidentemente mucho más amplio.
La rendición de cuentas a la sociedad civil, por parte
de los diputados, es el eje que motiva la iniciativa.
Buscamos acabar con los “diputados golondrinos” que
sólo acuden a sus territorios electorales para solicitar el voto y se olvidan de
las demandas de sus representados.
Pensamos que al establecer un mecanismo de rendición
de cuentas de los diputados, terminaremos fortaleciendo igualmente a la propia
Cámara de Diputados, desde la perspectiva de la sociedad.
Se busca, con la iniciativa, acabar con las
representaciones que no representan, con diputados ajenos al pulso social.
La forma como vamos a hacer efectivo este
procedimiento de rendición de cuentas, es estableciendo como obligación de los
diputados la de presentar un informe anual a la sociedad civil, en sus distritos
o circunscripciones, según se trate, y que este informe se difunda de manera
institucional.
Esta obligación, necesariamente también derivará en un
mayor y mejor trabajo por parte de los diputados, ante la necesidad que tendrán
de informar respecto a lo hecho, de manera efectiva.
No escapamos al hecho de que hay diputados que de
manera voluntaria rinden informes en sus distritos o circunscripciones o de que,
en el caso del Partido de
Estas reformas son las que se requieren para
fortalecer al legislativo y no aquéllas que plantean regresar a esquemas de
reelección indefinida de legisladores, que no garantizan cercanía del legislador
con el electorado y sí, en cambio, redundan en el apropiamiento del cargo para
beneficio de los intereses que arropan las campañas políticas.
Lo que nosotros buscamos, con esta iniciativa es
establecer como obligación la tarea de representación popular que tiene
encomendada un legislador.
En órganos de esta naturaleza se legisla, pero no sólo
se hace o se debe hacer esta función, sino que también en conjunto y como
institución somos un órgano de control político y una instancia de
representación social.
Por ello, proponemos reformar
Por lo anteriormente expuesto y fundado, someto a la
consideración de esta iniciativa la siguiente
Iniciativa de
reformas a
Artículo
Unico.
Se reforma el artículo 34 de
Artículo 34
a) a f) (...)
g) Recibir un ejemplar de los informes anuales que deben presentar los diputados
a la sociedad civil en acto público, respecto de sus actividades como
representantes populares en sus respectivos distritos o circunscripciones, según
se trate, y ordenar su difusión.
h) Las demás que le atribuyen esta ley o los ordenamientos relativos.
Transitorios
Unico.
El presente
decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de
Palacio Legislativo de San Lázaro
a los ocho días del mes de mayo de dos mil dos
(Turnada a