La Jornada

Miércoles 15 de febrero de 2006

¿Presión o amenaza velada?

En nombre de Manuel Bribiesca Sahagún, su apoderado legal, Enrique Ostos Garza, demandó ayer que la nueva comisión especial que se integrará en la Cámara de Diputados para investigar los presuntos negocios ilícitos del hijo de Marta Sahagún no cometa los mismos errores jurídicos y de procedimiento en los que incurrió el anterior organismo.

A los integrantes de la nueva instancia les advirtió que no se toleraran más mentiras, supuestos, dichos, rumores y testigos anónimos. Someterse a la ley es una obligación de todos, más de quienes tienen una responsabilidad pública, puntualizó.

De igual manera les pidió que no difundan públicamente hechos basados en especulaciones o testimonios anónimos que lesionen el nombre y la imagen de su representado y su familia.

También exigió que los legisladores se comprometan a decir públicamente y con la misma vehemencia con la que actuaron los integrantes de la primera comisión la verdad objetiva, responsable e imparcial de sus investigaciones.

Demandó que los diputados demuestren que sus actos estarán al margen de sus intereses políticos, personales y partidistas, al comprometerse a entregar toda la información que sea necesaria para el esclarecimiento de los hechos imputados, siempre y cuando sea justificable, dentro del respeto de los derechos individuales y en el marco de los límites que señalan las leyes fiscales y administrativas.

En conferencia de prensa, Enrique Ostos Garza insistió en que se registraron irregularidades durante las investigaciones que realizaron los integrantes de la anterior comisión especial y en la forma en que se han presentado sus supuestos hallazgos ante los medios de comunicación.

Al hacer un resumen de los principales problemas, señaló que la creación de dicha comisión fue ilegal, al asumir funciones que sólo corresponden al Ministerio Público. Sostuvo que a ninguna persona se le puede acusar y juzgar en los medios de comunicación. Este hecho, además de inaceptable, es un abuso de la libertad de expresión.

Mencionó también que los dichos no pueden estar por encima de las pruebas y que es evidente que, en el caso del señor Manuel Bribiesca y su familia, se les ha atacado a partir de mentiras, rumores, especulaciones y testimonios anónimos.

De lo mucho que se ha dicho y de lo mucho que se ha difundido en los medios de comunicación, no se ha presentado ni una sola prueba que sustente las acusaciones que se han hecho, subrayó.

De la redacción


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