Pulso Político

Francisco Cárdenas Cruz

El Universal

Jueves 13 de enero de 2005

primera sección

 

Revocar el Acuerdo General de la Corte, pide Burgoa
En carta a Azuela señala que viola disposiciones legales
Hizo instructora de controversia a Comisión de Receso


En una carta enviada a Mariano Azuela Güitrón, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, don Ignacio Burgoa Orihuela le demanda que el pleno de la misma revoque el Acuerdo General que antijurídicamente emitió el 29 de noviembre pasado en el que los 11 ministros que lo suscribieron convirtieron a los integrantes de la Comisión de Receso en ministros instructores de la controversia constitucional y acciones de inconstitucionalidad y los asuntos administrativos en asuntos jurisdiccionales, conversión que es violatoria a diversas disposiciones legales y constitucionales que debe ser revocada porque además de desprestigio al más alto tribunal, le originan desconfianza de la ciudadanía.

Con la revocación de ese Acuerdo General publicado el 7 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación , señala el maestro emérito de la UNAM y de varias generaciones de abogados egresados de la Facultad de Derecho, "los autos pronunciados por los ministros José de Jesús Gudiño Pelayo y Salvador Aguirre Anguiano quedarían insubsistentes y se restablecería la normalidad en el proceso inherente a la controversia constitucional planteada por el Ejecutivo Federal contra la Cámara de Diputados (y) con eso se restablecería la confianza en nuestro máximo tribunal", por lo que le dice a Azuela Güitrón que él tiene "la gran oportunidad de lograr este objetivo para beneficio de la justicia federal y del pueblo de México que debe estar bajo su protección".

Le recuerda Burgoa Orihuela al presidente de la Corte que ningún acuerdo general debe contrariar las leyes y mucho menos la Constitución ni alterar lo que el principio de juridicidad ordena, ya que "sólo debe ser interpretativo de las normas de derecho y no modificativo o ampliativo de las mismas". Lo contrario, añade, convertiría a la SCJN en órgano legislativo, "lo que entrañaría un ingente dislate como el execrable Acuerdo General de 29 de noviembre de 2004", por lo que advierte que si la SCJN, al resolver los medios impugnativos contra las decisiones de los ministros Gudiño Pelayo y Aguirre Anguiano interpuestas por la Cámara de Diputados, la Corte se basa, convalidándolo, en aquél, "acentuaría su inconstitucionalidad e ilegalidad, afectando la confianza que la ciudadanía debe tener en la Suprema Corte y, por ende, en el estado de derecho en México".

Subraya el respetado constitucionalista que ese Acuerdo General del pleno de la Corte convierte a los integrantes de la Comisión de Receso de la misma en ministros instructores de las controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad y los asuntos administrativos en asuntos jurisdiccionales, que violan la fracción XVIII del artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; 24 y 25 de la Ley Reglamentaria del 105 constitucional y 49 y 94 de la misma Carta Magna, lo que, afirma Burgoa Orihuela en su carta, "entraña un impacto grave contra el estado de derecho, máxime que fueron cometidas por los 11 ministros que integran la Suprema Corte" y situación que tacha de "terriblemente ominosa pues provoca la desconfianza pública en este máximo tribunal, cuya actuación es jurídicamente inimpugnable", como consecuencia de errores que "sólo pueden corregir los propios ministros con honestidad intelectual. Este valor ético consiste en reconocer y reparar las equivocaciones en que se haya incurrido: no hacerlo implica soberbia".

Lo que le expone a Azuela Güitrón el maestro Burgoa Orihuela, quien forma parte del equipo de juristas que a nombre de la Cámara de Diputados se ha hecho cargo de responder ante la Corte a la controversia constitucional del presidente Fox, es lo que Manlio Fabio Beltrones, que preside la mesa directiva de San Lázaro, le planteó al titular del Poder Judicial de la Federación en la comida privada que ambos sostuvieron el lunes 7 y que ha venido sosteniendo: que se reponga el proceso desde su inicio, en virtud de la ilegalidad e inconstitucionalidad con la que actuaron los ministros Gudiño Pelayo y Aguirre Anguiano al asumir facultades que sólo competen al presidente de la Corte y sobre los que hoy pesa la amenaza de juicio político que los grupos parlamentarios de oposición que modificaron y aprobaron el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2005 instrumentan ya en San Lázaro, convencidos como están de que aquéllos incurrieron en graves violaciones constitucionales y a la Ley Orgánica que rige la vida del tribunal de justicia, lo que consideran que debe ser severamente sancionado.

Al señalar a los 11 integrantes de la Corte que en noviembre pasado suscribieron el Acuerdo General en el que basaron su actuación los ministros integrantes de la Comisión de Receso, el maestro emérito de la UNAM va más allá, al responsabilizarlos de haber sido los que primero incurrieron en las diversas violaciones legales que señala Burgoa Orihuela en su carta a Azuela Güitrón y cuyo contenido debe obligarlo a una profunda reflexión para evitar que haya desconfianza pública en la institución que preside.