Nuestro siglo - De la Reforma de 1986 a la modernización del proceso electoral

Noticongreso

Pasadas las elecciones de 1985 y como resultado de la serie de impugnaciones realizadas por los partidos de oposición, el presidente De la Madrid decidió abrir el debate sobre la normatividad de la legislación electoral. Cabe mencionar que entre las propuestas de modificación que se hicieron en 1985 estuvo la de modificar la estructura de la Cámara de Senadores.

Prácticamente todos los partidos de oposición y algunos miembros del PRI, se declararon por introducir modificaciones sustanciales en el Senado ( desde ampliar el número de miembros e introducir la representación proporcional, hasta desaparecerlo ). Al final, la propuesta del presidente no recogió ninguna modificación en su estructura, aunque sí introdujo un cambio importante: la vuelta a la elección mitad de los senadores cada tres años.

Se realizaron audiencias públicas en las que se presentaron diversas e interesantes propuestas y finalmente el presidente, envió a la LIII Legislatura una iniciativa de reforma constitucional en la materia, y un nuevo Código Federal Electoral que sustituyó a la LFOPPE de 1978, mismas que fueron aprobadas en diciembre de 1986.

El nuevo Código Federal Electoral introdujo algunos cambios con relación a su antecesor LFOPPE: se suprimió el registro condicionado, permitió las coaliciones y los frentes electorales -lo que poco después favoreció la formación del Frente Democrático Nacional (FDN) y que éste alcanzara una gran votació en 1988-, y precisó el acceso a los medios de comunicación y recursos económicos; incrementó el número de diputados plurinominales de 100 a 200, conservando en 300 el número de los diputados uninominales y, como ya se mencionó, dispuso la renovación del Senado por mitades cada tres años.

Además, permitió, a diferencia de la ley electoral anterior, que el partido mayoritario participara en la distribución de diputados proporcionales en la cámara baja, aunque con la limitación de no pasar de 350 curules lo que equivalía al 70% de los asientos. Otras novedades fuero creación del Tribunal de lo Contencioso Electoral, que sustituyó las competencias que en esta materia había otorgado a la Suprema Corte de Justicia la ley anterior, y una serie de disposiciones para dar mayor participación a los partidos y a la sociedad en organismos electorales y en el proceso de preparación de elecciones, así como la creación de la Asamblea de Representa del Distrito Federal.

Con vistas a las elecciones de 1988, el movimiento político más importante no se dio en la oposición, sino en el mismo PR. Un grupo de políticos inconformes con las decisiones partidistas organizaron en 1987 lo que se conocería como la Corriente Democrática. Este grupo estaba encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Rodolfo González Guevara quienes cuestionaron públicamente la política económica desarrollada por el presidente y pidieron un debate interno al respecto Además, a propósito del cambio de gobierno, propusieron que se eligiera de manera democrática al candidato del Partido Revolucionario Institucional.

Al atentar de tal manera contra el presidencialismo y las formas autoritarias del partido, la Corriente Democrática, después de enfrentamientos verbales con los mismos priístas, abandono el PRI para iniciar la formación de una fuerza independiente que se presentara en las elecciones siguientes.

Con el beneficio del Código Federal Electoral recién aprobado, formó una coalición con los partidos paraestatales -PPS, PARM, PST, ( que en octubre de 1987 se había convertido en PFCRN )-, con el nombre de Frente Democrático Nacional y postuló a Cuauhtemoc Cárdenas como candidato presidencial. Poco después, Heberto Castillo, candidato presidencial por el Partido Mexicano Socialista (PMS) -partido en que se transformó el PSUM al fusionarse con el Movimiento Revolucionario del Pueblo, la Unidad de Izquierda Comunista, el Partido Mexicano de los Trabajadores y el Partido Patriótico Revolucionario- declinó su candidatura, con lo cual el PMS se coaligó también al FDN. Por su parte el PRI postuló a Carlos Salinas de Gortari, el PAN al empresario Manuel J. Clouthier; el PDM a Gumersindo Magaña, y el PRT, por segunda ocasión, a Rosario Ibarra de Piedra.

Las elecciones se celebraron el 6 de julio y fueron causa de la mayor disputa electoral habida en muchas décadas en el país.

La LIV Legislatura quedó integrada de la siguiente manera: PRI, 262 diputados; PAN, 101 diputados; PMS ( que en mayo de 1989 se convirtió en PRD ), 22 diputados; PPS, 49 diputados; PARM, 30 diputados y PFCRN, 36 diputados. Estas elecciones tendrían repercusiones muy importantes en diferentes sentidos para la sociedad mexicana.

Entre otros, lograron equilibrar un poco las relaciones del poder ejecutivo con el legislativo, volviendo a éste una instancia capaz de oponerse y hasta de derrotar las iniciativas presidenciales. Salinas de Gortari propuso nuevas consultas para modificar el Código Federal Electoral. Por varios meses, entre febrero y abril de 1989, se llevaron a cabo reuniones en la Comisión Federal Electoral para emprender la reforma política que el país demandaba. Nuevamente como en 1985, volvieron a presentarse diversas propuestas para transformar la estructura electoral y legislativa mexicana, entre las que destacan las referentes al Senado.

En medio de las discusiones para una nueva reforma electoral, un infortunado accidente provocó, el 5 de mayo de 1989, el incendio de la Cámara de Diputados en San Lázaro, por lo que ésta se tuvo que trasladar al Auditorio de la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional, donde permanecería los próximos tres años mientras se reconstruía su sede oficial.

Finalmente en agosto de 1990 fue aprobado en el Congreso, con la única oposición del PRD por considerarlo insuficiente, un nuevo Código y Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales ( COFIPE ). En él se plasmaron una serie de modificaciones, con la idea de promover elecciones más limpias.

En principio, dio origen a cuatro instituciones: el Instituto Federal Electoral (organismo público autónomo de carácter permanente, con personalidad jurídica y patrimonio propios, en que se depositó la autoridad electoral y la responsabilidad de la función estatal de organizar las elecciones) ; un nuevo Registro Federal de Electores (para asegurar que cada registro en el padrón electoral corresponda a un ciudadano identificado con residencia en una sección determinada ; el Servicio Profesional Electoral (servicio civil encargado de la administración de los procesos); y el Tribunal Federal Electoral.

Además, se establecieron algunas enmiendas notables que modificaron la legislación anterior: a). Los delitos electorales pasaron a ser materia del Código Penal; b). Para favorecer el pluripartidismo, se mantuvo la fórmula de primera proporcionalidad con coeficiente ratificado y el día de la elección se fijó para el tercer domingo de agosto. Además, se recobró la figura del registro condicionado al resultado de las elecciones . Se mantuvo la denominada cláusula de gobernabilidad; c). Se suprimió la figura de la candidatura común y se regularon de manera más precisa las coaliciones electorales; se suprimieron las asociaciones políticas y se mantuvo la exclusividad de los partidos políticos para postular candidatos; d). Se introdujo la insaculación como método para la designación de los integrantes de las casillas y se definió un máximo de 1 500 electores por sección y de 750 por casilla. Se establecieron casillas especiales para electores en tránsito; e). Se acortaron los plazos para la entrega de los paquetes electorales a los consejos distritales, f). Se amplió sobre nuevas bases el financiamiento a los partidos políticos y se intrudujeron disposiciones relativas al desarrollo de las campañas y a la propaganda electoral.

Económicamente Salinas propuso la existencia de tres prioridades fundamentales: una nueva negociación de la deuda externa que permitiera aliviar de manera radical la economía mexicana, la privatización total del sector paraestatal para reducir la deuda interna y, el establecimiento de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá.

Bajo estas condiciones económicas, y las políticas reestructuradoras en funcionamiento, en torno a las cuales el pluralismo de la LIV legislatura no pudo hacer nada para proponer alternativas más allá de la discusión, el país empezó a recuperarse lentamente de las condiciones de estancamiento en que se había mantenido durante todos los ochenta. Aunque los efectos positivos no fueron de inmediato sentidos por la mayoría de la población, en cambio, los efectos macroeconómicos comenzaron a dar frutos.

Por ello al desarrollarse las elecciones para diputados en agosto de 1991, el gobierno pudo moderar en algo las condiciones adversas de la última elección. De la misma manera que la economía había repuntado, los resultados a favor del PRI- de 63% del total de la votación- tuvieron un alza del 13% más arriba lo alcanzado en 1988, mientras que el resto de los porcentajes se repartían de la siguiente manera: PAN 17.73%, PARM 2.15%, PFCRN 4.36%, PPS 1.80% y PRD 8.25% . La tradución de tales porcentajes en números de diputados fue como sigue: PRI, 320 diputados; PAN, 89 diputados; PARM, 15 diputados; PFCRN, 23 diputados; PPS, 12 diputados, y PRD, 41 diputados. A la LV Legislatura le correspondió reinaugurar el recinto legislativo de San Lázaro luego de su reconstrucción posterior al incendio de 1989.

Entre los cambios constitucionales más importantes que han sido aprobadas en el Congreso, a lo largo del sexenio, están, el orden en que fueron dictados: el Decreto que reforma y adiciona los artículos 28 y 123 de la Constitución, para establecer régimen mixto de la propiedad de la Banca (27 de junio de 1990); el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electoral (15 de agosto de 1990); la adición al artículo 4° de la Constitución para el reconocimiento de los derechos de los indígenas (27 de enero de 1992); la reforma al artículo 27 constitucional y expedición de una nueva Ley Agraria (26 de febrero de 1992) iniciativa de adición al artículo 102, apartado B, de la Constitución, y la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ( 2 de junio de 1992 ); la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que modificó las relaciones entre la Iglesia, el Estado y la sociedad ( 15 de agosto de 1992 ); la iniciativa de reforma y adiciones a los artículos 28, 73 y 123 de la Constitución, para dotar de autonomía al banco de México ( 23 de diciembre de 1993 ); entre las más importantes.

En cuanto a lo político, durante el gobierno de Salinas de Gortari se impulsó una nueva reforma electoral en 1993. Se iniciaron para ello negociaciones con los partidos, entre julio y septiembre de ese año, tras de las cuales fueron aprobadas tanto las reformas constitucionales. , como las específicas del COFIPE. Los cambios más importantes que fueron, por lo que respecta a las primeras, una nueva fórmula c le integración de la Cámara de Senadores ( 160 integrantes, 4 por cada estado de la Federación ), una nueva fórmula de integración de la Cámara de Diputados, y la desaparición de la autocalificación de las elecciones. Con relación a las segundas, en sus aspectos más importantes, se establecieron una serie de principios que buscaban mejores condiciones de competencia electoral: equidad en el acceso a los medios de comunicación, mayor equilibrio al financiamiento a los partidos y establecimiento de topes a los gastos de campaña, acceso a las listas nominales de electores, modificaciones a los requisitos para el registro de nuevos partidos.

En el marco de los acontecimientos ocurridos el 1° de enero de 1994 -el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el estado de Chiapas- el 16 de marzo siguiente se llegó a un acuerdo de reformas al COFIPE. Esta nueva reforma constituyó un avance sustancial en la democratización de los procesos electorales: subrayó el carácter autónomo e independiente de los organismos electorales, modificó la estructura del IFE permite que visitantes extranjeros observen el proceso electoral y tipificó como delitos electorales 38 prácticas ilícitas. Sin duda la propuesta más importante de estos acuerdos consistió en ciudadanizar el máximo órgano electoral.

En la nueva integración del Consejo General del IFE, los consejeros ciudadanos tendrán a su cargo la organización y vigilancia de los procesos electorales; así, los partidos con voz pero sin voto, dejarán de ser juez y parte, lo cual brindará un mayor índice de credibilidad a este organismo y a las elecciones. Finalmente, el 12 de mayo, la Cámara de Diputados aprobó en lo general esta propuesta de reforma al COFIPE por 266 votos a favor, del PRI, PAN, PARM y parte del PRD; 6 votos en contra del PPS y el PFCRN; y 16 abstenciones del PRD.

Las continuas reformas políticas desarrolladas desde 1963 lentamente al principio y de manera acelerada al final, expresan una larga transición del país hacia la democracia. Su reflejo inmediato en la pluralización del Congreso ha ayudado de manera directa a la democratización de las Cámaras y del país en general. En consecuencia, es de esperarse que el proceso continúe y se afiance en los próximos años.

 

           Fin de Salas