Sinopsis Curricular
Es licenciado en Actuaría por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), con un Diplomado en Estadística Aplicada a la Calidad Total.
Es socio fundador y director comercial de HAL Actuarios, además de ser socio fundador y apoyo comercial de la firma Vitalis que brinda servicio de outsorcing de previsión social en México en línea.
EL DUTCH CAPPUCCINO MODEL APLICADO A MÉXICO: UN ESQUEMA VIABLE CON LA PROPUESTA DE LEY DEL SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO
Act. Jorge López y Abraham Ernesto Hernández
"... el fin último de la economía, el fin último del desarrollo es precisamente el bienestar del ser humano. Así el centro de nuestros afanes tiene que ser necesariamente el hombre mexicano, su familia, su comunidad, su región, su entorno".
No es viable en el largo plazo el fundar un paraíso económico en un cementerio social, ni un paraíso social en un cementerio económico.
Las aportaciones al sistema de ahorro para el retiro en nuestro país (promedio 8.5% del sueldo del trabajador y estimamos que el 7% de la liquidez mensual del trabajador) son insuficientes para garantizar a los trabajadores que participan en el mismo, obtener una pensión digna en el momento de su jubilación.
El nivel del reemplazo esperado de los trabajadores bajo el nuevo sistema de pensiones es de aproximadamente del 30% del último sueldo como promedio.
No se pretende que el Gobierno absorba el costo de las jubilaciones de los trabajadores en su totalidad, sino que les presente mecanismos eficientes para lograr jubilaciones dignas complementando las pensiones de la seguridad social.
La aportación como porcentaje del sueldo de cada trabajador en México es de aproximadamente un 8.5% de su salario, mientras que en otros países esta aportación llega a representar hasta más un 20% del mismo.
Esto tiene como resultado que el ahorro acumulado para la pensión del trabajador en México sea insuficiente en el momento de su retiro y de los más bajos de los sistemas reformados de pensiones en el mundo:
Como ejemplo, en Argentina el promedio de aportación al sistema de pensiones (AFP) es de aproximadamente un 24% del salario del trabajador y en promedio recibirá un 68% de su último sueldo como pensión.
Es por ello que es necesario incrementar la aportación como porcentaje del salario de los trabajadores al sistema de ahorro para el retiro, independientemente de quien lo aporte.
Por otro lado, otra característica que hace imposible que el nivel de reemplazo sea digno, es el hecho de que la garantía de pensión del gobierno (1.3 veces el salario mínimo) se hace efectiva siempre y cuando el trabajador cotice al sistema al menos 25 años. Está demostrado que el hecho de migrar sistemas de seguridad social colectivos a individualizados disminuyen el promedio de cotización del individuo en el sistema formal de empleo.
Es inevitable el lograr que el trabajador pueda migrar entre la economía informal y entre empresas en la economía formal. La totalidad de su ahorro para el retiro independientemente de quien lo aporte debe ser igualmente potencial a migrar.
Dentro de la propuesta de ley se permite que las AFORES administren los recursos financieros de Planes de Pensiones Privados colectivos, Planes de financiamiento del pasivo laboral Prima de Antigüedad y Planes de Fondo de Ahorro de las empresas como se definen en él articulo 24 fracción XII de la Ley del ISR y en el Reglamento de la Ley del ISR en él articulo 20 de las fracciones I a la III.
Es muy importante seguir las recomendaciones del Banco Mundial respecto a los sistemas de 3 pilares para lograr una pensión digna de los trabajadores. Los tres pilares se definen como:
Gobierno: Entidad que regula y define los esquemas para la jubilación, incentivándolos con medidas fiscales y aportando parte del financiamiento. Debe además establecer una red universal de seguridad social (que evite la pobreza extrema en la vejez).
Empresa: Deben de reconocer mediante el pago de una pensión mínima, al menos la indemnización legal, el esfuerzo y la dedicación y fidelidad de los trabajadores.
Individuo: Deben de ahorrar para sus expectativas individuales para la época de jubilación en su vida.
En México existe un sistema colectivo para los trabajadores pertenecientes a la Seguridad Social que si bien no logra un nivel de reemplazo digno brinda al menos una base para construir una pensión multipilar.
Solamente el 10% de las empresas con más de 50 empleados, cuentan con un plan de pensiones privado, se calcula que existen 2,500 fondos de pensiones privados. Existen las ventajas fiscales para incentivarlos pero no han logrado una alta penetración (BIMSA 2001)
El ahorro voluntario de las cuantas individuales de las AFORES no han tenido los montos ni la penetración deseada.
Se propone que se exija parte del fondo de ahorro como aportación del individuo para construir el tercer pilar del sistema.
Se debe de reconocer para cualquier trabajador el derecho de exigir el pago de 20 días por año al momento de su jubilación para así incentivar su financiamiento y complementar las jubilaciones por la seguridad social de sus trabajadores.
El costo promedio de un plan de pensiones privado de estas características es de aproximadamente entre el 2% y 4% de la nómina anual.
Por último los fondos de ahorro en México tienen una gran penetración en las empresas, al menos un 50% de éstas cuentan con este sistema de ahorro de largo plazo. Los fondos de ahorro de las empresas están siendo administrados de manera interna por las empresas (BIMSA 2001).
Creemos que el hecho que las Afores administren los fondos de ahorro logra complementar en un mismo sistema el espíritu de la solución propuesta por el Banco Mundial.
Proponemos que los planes de pensiones privados y colectivos que se propone administren las Afores sean obligatorios laboralmente.
Proponemos que ya que las Afores pueden administrar los fondos de ahorro de las empresas, se diseñe una aportación de los fondos de ahorro, para complementar tanto el sistema de ahorro para el retiro y el plan de pensiones de las empresas.
Este sistema ya ha sido probado con éxito en otros países como Holanda, Suiza, Inglaterra entre otros donde con éxito se administra hace más de 40 años el Dutch Cappuccino Model, y los trabajadores logran un nivel de reemplazo de más del 80% de su último sueldo.