Critican programa de seguridad

Consideran que las políticas en seguridad pública carecen de una estructura en la que se puedan coordinar esfuerzos

Por Gladys Ferrer

Grupo Reforma

Ciudad de México (18 agosto 2003).- La falta de un programa coherente en seguridad pública dificultó a los diputados locales llegar a puntos de acuerdo en la materia, comentó Alejandro Diez Barroso, actual presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Asamblea Legislativa.

Dijo que mientras no se defina claramente bajo qué óptica se va a tratar el combate a la criminalidad poco se puede hacer, ya que durante la presente legislatura lidiaron con tres visiones que no logran ser congruentes en las políticas en la materia.

Por un lado, dijo, el Secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, avala un discurso de mano dura y sanciones más severas.

Por otro lado, el Secretario de Gobierno Alejandro Encinas cree en la readaptación de los internos, las preliberaciones y en darles oportunidad a los ex reos.

Por último, el Procurador Bernardo Bátiz no tiene una postura definida y sólo acata lo que le dice el Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.

El legislador panista dijo que las políticas en seguridad pública carecen de una estructura en la que se puedan coordinar esfuerzos, entre los diferentes niveles de gobierno.

Un ejemplo de ello es que en la Delegación Benito Juárez se elaboró un atlas del comportamiento delictivo, sin embargo no se le dio un uso adecuado para delinear medidas en el combate a la delincuencia.

"También están los casos de la delegada en Cuauhtémoc (Dolores Padierna) y del delegado en Iztapalapa (René Arce), ambos en su momento denunciaron dónde y cómo se vendían armas y droga al menudeo, las autoridades federales tienen la información y no hacen nada", aseveró Diez Barroso.

La falta de coordinación también quedó de manifiesto con los delitos en el transporte público, pues el titular de la Secretaría del Transporte, Francisco Garduño, no ha logrado que los taxis y microbuses se sometan a los ordenamientos legales.

Esa anarquía, recriminó el diputado local, propicia la comisión de delitos, pues los controles son laxos.

Señaló que la información sobre los índices delictivos es dispersa y poco transparente, ya que los funcionarios la guardan celosamente, e incluso a los legisladores se las niegan.

"En los últimos meses Ebrard ya no nos manda información, todavía somos diputados, hasta el último día, tampoco nos recibe las llamadas como antes, en comisión se está discutiendo un acuerdo para conminarlo a que nos siga proporcionando los informes", comentó Diez Barroso.