La Reforma Fiscal y su Impacto
en las Instituciones de Salud

25 de septiembre de 2001

Palacio Legislativo de San Lázaro

México, D.F.

COMISIÓN DE SALUD


MESA DIRECTIVA

PRESIDENTA
Dip. María Eugenia Galván Antillón

SECRETARIO
Dip. Eduardo Abraham Leines Barrera

SECRETARIA
Dip. Adela Del Carmen Graniel Campos

SECRETARIO
Dip. Héctor Esquiliano Solís

SECRETARIO
Dip. Rafael Orozco Martínez

INTEGRANTES DE LA COMISION DE SALUD

Dip. Samuel Aguilar Solís

Dip. María de las Nieves García Fernández

Dip. María Luisa A. Domínguez Ramírez

Dip. Policarpo Infante Fierro

Dip. Federico Granja Ricalde

Dip. Santiago López Hernández

Dip. Arturo León Lerma

Dip. Olga Margarita Uriarte Rico

Dip. Enrique Meléndez Pérez

Dip. Neftalí Salvador Escobedo Zoletto

Dip. José Socorro Velázquez Hernández

Dip. Francisco Javier Cantú Torres

Dip. Juan Alcocer Flores

Dip. Felipe Olvera Nieto

Dip. Francisco Salvador López Brito

Dip. Luis Miguel Santibañez García

Dip. Manuel Wistano Orozco Garza

Dip. Carlos Alberto Valenzuela Cabrales

Dip. Ernesto Saro Boardman

Dip. Magdalena del Socorro Nuñez Monreal

Dip. Juvenal Vidrio Rodríguez

Dip. Julieta Prieto Fuhrken

Dip. Pedro Miguel Rosaldo Salazar

Dip. Celia Martínez Bárcenas

Dip. Víctor Antonio García Dávila

 

Personal administrativo

Secretario Técnico Lic. Ricardo Ávila Ballesteros

Asesores Dr. Horacio García Romero

Lic. Eduardo García Valencia

Secretarios Particulares Presidencia Lic. Luis Alejandro Molina Báez

Lic. Raziel Sánchez Márquez

Asistente Parlamentario Lic. Jorge Alfonso Rovirosa Quiroz

Apoyo Médico Dr. Hugo Fernando Parker Moreno

Secretarias C. Patricia Elizabeth Nares Sotelo

C. Alejandra Souberbielle Montes de Oca

C. María Pueblito Galván Sánchez

C. Mónica Montiel Molina

Auxiliares Administrativos Sr. Salvador Franco Jurado

Sr. Jesús López Ronces

Sr. Erik Moreno Colín

Sr. Tomás Raúl Tirso Rodríguez Ruiz


Contenido

Presentación
Dip. María Eugenia Galván Antillón
Presidenta de la Comisión de Salud

Ing. Ernesto Perusquía Ortega
Presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados

Dr. Julio Sotelo
Presidente de la Academia Nacional de Medicina

Dr. Héctor González Fernández
Presidente de la Federación Nacional de Colegios Médicos

Dr. Jorge Cervantes Castro
Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía

Ing. Miguel Ángel Valencia Fernández
Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos

Dr. Víctor Ramírez González

Integrante de la Asociación Mexicana de Hospitales

Actuario Antonio Fernández Suárez

Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros

Lic. Mariana Barrasa Llorent

Asesora de la Coordinación General de Planeación Estratégica de la Secretaría de Salud

Mesa redonda


Presentación

Dip. María Eugenia Galván Antillón
Presidenta de la Comisión de Salud

Inauguración del Foro por parte de la Presidenta de la Comisión de Salud, Diputada Federal María Eugenia Galván Antillón.

Buenas tardes, nos da mucho gusto recibirlos en ésta su casa, que es la casa de todos: el Congreso, donde los diputados federales tenemos el honor de representarlos.

En este contexto, hemos convocado a un pequeño foro de consulta para poder escuchar las inquietudes que ha suscitado la multicitada reforma en materia fiscal, y no podríamos dejar de lado entender y escuchar cuál es el impacto que esta propuesta, que esta iniciativa, tendrá en las instituciones de salud.

Estamos también en sesión y nos acompaña la Diputada Adela Graniel, del Partido de la Revolución Democrática, quien es miembro de la Mesa Directiva de la Comisión de Salud.

Damos la bienvenida, asimismo, al doctor Ernesto Perusquía Ortega, Presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados, y al doctor Julio Sotelo, Presidente de la Academia Nacional de Medicina.

Tenemos entre el público a algunos representantes de la Secretaría de Salud, del sector salud, y tendremos otros ponentes de la Asociación Mexicana de Hospitales, Asociación de Instituciones de Seguros, la asesora de la Coordinación General de Planeación Estratégica de la Secretaría de Salud, el Presidente Nacional de la Cámara de la Industria Farmacéutica, y a un representante de la Academia Mexicana de Cirugía, muchísimo gusto, bienvenidos.

Le cedemos la palabra al doctor Ernesto Perusquía Ortega, Presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados.

 

Ing. Ernesto Perusquía Ortega
Presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados

Ing. Ernesto Perusquía Ortega, Presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados Exponiendo las repercusiones que tendría la Reforma Fiscal en los Hospitales Privados.

Antes de iniciar quiero hacer una aclaración: no soy doctor, soy ingeniero. Señoras y Señores diputados; integrantes de la Comisión de Salud de esta Honorable Cámara de Diputados, señoras y señores.

En primer lugar, deseo agradecer la invitación que me extendió la Comisión de Salud para participar en esta plática, en representación de la Asociación Nacional de Hospitales Privados, Asociación Civil.

Es pertinente informarles que esta asociación tiene como objeto fundamental representar al sector hospitalario privado de México ante las autoridades y los particulares. Fue creada en diciembre de 1999.

Existía y sigue existiendo la carencia de una Cámara de hospitales, y como había muchos problemas para su formación decidimos crear una asociación, esta se encuentra integrada por los hospitales privados más importantes del país, por lo que consideramos que nuestros puntos de vista y opiniones reflejan en su mayoría el sentir de este sector tan importante para México.

Hoy en día, las transformaciones por las que atraviesa nuestro país ejercen una presión sin precedente sobre el sistema de salud. El envejecimiento de la población, la transición epidemiológica, la rápida urbanización que se acompaña de una persistente dispersión rural, los cambios en las condiciones de las mujeres, la transformación económica y el avance político, así como las innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo, deben tomarse en cuenta para entender el entorno de la salud.

Debemos reconocer que persisten rezagos acumulados y desigualdad social, que siguen siendo problemas a enfrentar. Podemos observar que México sigue siendo un país de contrastes, encontrando ciudades en donde existen varios hospitales públicos y hospitales privados y en otras partes del mismo no existe ninguno.

Según los datos que se pueden obtener por la propia Secretaría de Salud, nuestro sistema cuenta con dos sectores médicos; el público, integrado fundamentalmente por dos grandes instituciones de seguridad social; y el sector privado, que ha ido creciendo en los últimos años, más no como han crecido otros sectores y negocios.

El sector hospitalario privado del país, únicamente por ponerles un ejemplo de lo que ha pasado con nuestro sector, ha sido testigo que en los últimos 20 años la Ciudad de México ha duplicado su población y sólo se han creado dos hospitales privados grandes.

La gente cuando habla del sector hospitalario lo hace como si éste tuviera grandes utilidades, grandes triunfos económicos, pero si esto fuera así habría mucha competencia entre los hospitales y se harían más hospitales cada día en México, lo cual no es cierto.

El sector hospitalario privado requiere de millonarias inversiones para proporcionar los servicios, tanto en equipamiento como en instalaciones, existiendo hoy en día escaso personal especializado y nulas fuentes de financiamiento.

Muchos hospitales durante el sexenio pasado, para no desaparecer se tuvieron que venderr a precios inferiores a sus costos, por deudas que se tenían en dólares, o se vendían o desaparecían estas fuentes de trabajo.

Actualmente quedan los hospitales, y cuando hablamos de hospitales grandes en la Ciudad de México hablamos de ocho o nueve, no podemos hablar de más, porque no hay más.

Estos hospitales no cuentan con ningún financiamiento como el resto de los negocios en el país. En la actualidad vemos un avance que se volvió alcancía, en donde únicamente le metemos pero no obtenemos ningún beneficio de otro tipo.

Ojalá se reactive toda la economía de nuestro país y podamos obtener esos financiamientos tan necesarios para crear nuevos hospitales, comprar nuevos equipos y que nuestra medicina sea medicina de punta y no medicina de atraso, como sucede en muchos lugares de nuestra patria.

Nuestro sistema de salud debe prepararse para el futuro, debiendo tomar en cuenta que hoy el 60.6 por ciento de la población, es decir, 58.1 millones de personas tienen en la actualidad entre 15 y 64 años de edad, y sólo el 34 por ciento tiene entre cero y nueve años.

Es decir, que el promedio de edad ha aumentado año con año, por lo cual se van a requerir nuevos servicios, nuevas instalaciones, y yo me hago la pregunta ¿estaremos preparados para obtener eso si carecemos de créditos?

Al mismo tiempo, existe población con discapacidad y ésta suma un millón 800 mil personas.

El sector hospitalario privado en cuanto a infraestructura es realmente pequeño, si lo comparamos con otros países, sobre todo si lo enfrentamos con el total de la población que no cuenta con servicios públicos de salud.

En este momento existen, aproximadamente, tres mil unidades privadas, desde hospitales que van de tres, cuatro y hasta cinco camas, hasta pequeños grupos que pasan de más de 75 camas.

En el país existen 75 hospitales que superan las 75 camas, únicamente privados; los demás son menores, y existen 15 estados en los cuales no existe un hospital privado que tenga más de 50 camas.

De estos hospitales de más de 50 camas, todavía resulta peor, el 50 por ciento se localiza en tres ciudades y el otro 50 por ciento se encuentra diseminado en todo el país. Estas tres ciudades son, desde luego, el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.

Uno de los temas fundamentales en el sector es, sin duda, la reforma fiscal y su impacto en las instituciones de salud. La sociedad mexicana en su conjunto, aspira a construir un país con menos contrastes y con oportunidades para todos, un país con educación de calidad y servicios de salud al alcance de todos.

Queremos también una sana infraestructura económica y los incentivos adecuados para el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa. Queremos un país con más empleos, mejores salarios y más seguridad.

El sistema tributario adolece de fallas graves, ya que no se garantiza el principio fundamental de la equidad contributiva. La estructura de nuestro principal impuesto al consumo, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), al contar con una base erosionada por numerosas exenciones, implícitamente canaliza un cuantioso subsidio fiscal a una población que en algunos de los casos no lo requiere, limitando la capacidad del Estado de crear una verdadera plataforma para el desarrollo de las familias que viven en la pobreza.

En cuanto a este tema de la reforma tributaria que tiene que ver con el sector salud, se observan varios cambios que es necesario analizar desde todos los puntos de vista , como son.

Uno. En materia de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, a) se establece que las personas físicas residentes en el país que obtengan ingresos, podrán hacer deducibles los pagos por honorarios, médicos y dentales, así como los gastos hospitalarios efectuados por el contribuyente para sí, para su cónyuge o para la persona con quien viva, en concubinato o para sus ascendientes o descendientes en línea recta, siempre que cuente con un seguro de gastos médicos complementario o independiente de los servicios proporcionados por instituciones públicas de seguridad social, cuya vigencia sea de 12 meses o mayor. Esto es uno de los puntos que teníamos que exponer y discutir. b) Igualmente se establece la posibilidad de deducir las primas de seguros de gastos médicos.

Dos. En materia de Ley del Impuesto al Valor Agregado: a) se amplía la tasa del IVA al 15 por ciento, a un mayor número de bienes y servicios. b) se elimina la tasa cero en medicamentos de patente y en alimentos, previo análisis realizado en conjunto por los hospitales que conforman la Asociación Nacional de Hospitales Privados, Asociación Civil. Al respecto consideramos lo siguiente:

Uno. En cuanto a la propuesta en materia del Impuesto Sobre la Renta, esto es, lo relacionado con el cambio en materia de deducibilidad de los gastos médicos, dentales y hospitalarios, los cuales pretenden que sólo sean deducibles cuando se cuente durante el ejercicio, con seguro de gastos médicos complementario o independiente de los servicios proporcionados por las instituciones públicas de seguridad social, cuya vigencia sea de 12 meses o mayor, consideramos que nuestro sistema de seguros en materia de salud no se encuentra preparado ni es el adecuado para una medida fiscal de tal magnitud.

Nuestras autoridades sanitarias han manifestado en múltiples ocasiones que nuestro sistema de salud cuenta con dos grandes instituciones de seguridad social que han hecho valiosas aportaciones a la justicia social y al bienestar.

No obstante, más del 40 por ciento de la población se encuentra fuera de este esquema de protección, debido a su situación laboral, sin tomar, además, en cuenta, los millones de mexicanos que aun contando con seguros sociales, se atienden por mayor confianza o por conveniencia en la medicina privada. Sólo un dos por ciento de la población hoy en día, cuenta con un seguro de gastos médicos.

Hemos observado en muchas ocasiones que personas que han pagado seguro de gastos médicos, por cláusulas contenidas en los contratos no reciben el pago respectivo de los servicios que requieren, o miles de personas por la edad que tienen no son susceptibles de estos seguros; sin contar, además, que son muy caros para la mayoría de los ciudadanos y familias.

La pregunta sería: ¿Qué pasará con todas estas personas? Por esas razones sostenemos que esta iniciativa es adecuada al momento actual que estamos viviendo, por lo que se debe continuar considerando los gastos médicos, dentales y hospitalarios como deducibles del Impuesto Sobre la Renta.

Sin embargo, también creemos que es necesario incentivar la adquisición de estos seguros médicos, por lo que consideramos que es benéfico establecer la posibilidad de hacer deducibles las pólizas de seguros de salud para los que pueden pagarlos, debiéndose tomar en consideración que estas personas, al mismo tiempo, por contar con un seguro médico, no se atienden en los sistemas públicos hospitalarios.

Es muy importante ver que existe un 60 por ciento cubierto por el ISSSTE, el Seguro, las Fuerzas Armadas, Marina, etcétera, y un dos por ciento por seguros de gastos médicos mayores; ese dos por ciento era menor y ha ido creciendo. Pero queda un 38 por ciento sin ningún tipo de seguro; desde luego, es gente que no tiene trabajo fijo, es gente que no tiene medios, si les vamos a poner un seguro ¿con qué van a pagar ese seguro?

Hay que incentivar, indiscutiblemente, las dos proposiciones, el que sean deducibles los seguros y el que, como estaba la ley anterior, siga estando, que cuando una persona va al doctor o al hospital privado, aun pagando su seguridad social o no, le deja un espacio a otra gente que puede ocupar esa consulta o esa cama.

En cuanto al cambio del Impuesto al Valor Agregado, al impacto en las instituciones privadas hospitalarias, debemos mencionar a ustedes que, tratándose de este Impuesto en los medicamentos, no consideramos que existiría afectación a nuestro sector, toda vez que sólo seríamos recaudadores de las propias autoridades y lo que cobremos lo tendríamos que reflejar el mes siguiente en las declaraciones correspondientes.

Por lo que en este sector, gravar los medicamentos con el 15 por ciento al valor agregado, no representa impacto ninguno, no estoy hablando de personas sino de lo que unos han llamado industria hospitalaria o sector hospitalario. Repito, no representa nada porque únicamente somos retenedores del impuesto, el cual al siguiente mes tenemos que pagar.

Por otro lado, hemos escuchado que existe el proyecto de exentar o ampliar la tasa especial reducida de las medicinas básicas, en términos de una clasificación que ha hecho la Secretaría de Salud. Consideramos que esto es muy difícil y debe realizarse un profundo estudio para poder determinar qué medicamentos deberían incluirse en esa canasta básica.

Igualmente, coincidimos con las autoridades de salud en estimular la venta de medicinas genéricas intercambiables, siempre y cuando se certifique su autenticidad y su calidad. Autenticidad y calidad es muy importante en medicina, y ya lo ha mencionado Transparencia Internacional, que en México existen medicamentos falsificados.

Otro tema importante impulsado por la presente administración, es el relativo a la creación de seguros de salud para la población no derechohabiente, o sea, toda la población que no está cubierta ni por el Seguro Social ni por el ISSSTE, considerando que es un proyecto positivo, siempre y cuando la idea final no sea de ninguna manera privatizar el sistema, y más aún, en beneficio de compañías de seguros.

Hago mención de esto porque hay gran preocupación en el medio hospitalario y entre los doctores, de cuando empezaron a surgir las ISSS, entonces, ojalá se logre un buen resultado, pero no convirtiendo a los hospitales en meras fábricas y a los doctores en obreros, y hablemos de la maquila de la salud. Eso es lo que no queremos.

Este proyecto, sin embargo, debe complementarse con una regulación adecuada, dirigida a las compañías de seguros, que evite caer en errores y problemas que se están observando en otros países al favorecer intereses lucrativos, sacrificando la calidad de los servicios.

Es necesario fomentar y vigilar los derechos humanos de los pacientes. Éstos se tienen que respetar, así como respetar el juicio clínico de los médicos y la facultad de los pacientes de escoger el médico de su confianza, y junto con éste, seleccionar el hospital al que ellos crean necesario asistir. Sin direccionar a los pacientes por razones económicas, que lo único que propicia son pagos injustos a los profesionales de la salud y sacrificio a la calidad de los servicios hospitalarios. La medicina no se debe ver como un simple negocio.

Aquí veo a muchos médicos y a un doctor de Monterrey, que al rato tendremos aquí sentado hablando, un luchador de su grupo. Es muy importante que a cualquier persona que desarrolle su trabajo se le pague lo que este trabajo vale. Acordémonos que los médicos son los profesionistas que más años estudian, y después de estudiar muchos años, todavía tienen que hacer prácticas, y después de prácticas tienen que hacer especialización y se les llama becarios o se les llama residentes, como ustedes quieran, pero son profesionales que empiezan a producir, realmente para ellos y para su familia 10 años después de cualquier otro profesional. Ésos son los que yo llamo obreros en otro sistema. Los señores médicos tienen todo mi respeto; no existe un hospital sin médicos, no existe ningún médico que no necesita un hospital y existe un entendimiento bueno con ellos.

Por último, en cuanto a los temas propuestos para esta reunión, es indudable que debe desalentarse el consumo del tabaco y del alcohol; estamos hablando de medicina, y el alcohol y el tabaco son enfermedades. Indiscutiblemente estamos a favor de que se grave, todo lo que sea posible, estas dos sustancias, que están consideradas como drogas.

Señores y señoras, es tiempo de que los médicos, los hospitales, los laboratorios, los gabinetes de servicio de diagnósticos y las compañías de seguros nos sentemos en la mesa a dialogar, conformar las reglas claras, benéficas y equitativas para todos los involucrados, observando ante todo el bienestar del paciente y sus familiares, y desarrollando un sistema que permita mejorar la calidad de los servicios, pero de manera justa, equitativa y por el bien de nuestro país.

Yo, como presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados, que representa a los hospitales más importantes del país, los invito a iniciar un diálogo con una expectativa de respeto, entendimiento y serenidad, que tenga por objetivo diseñar una nueva estrategia que permita a las actuales autoridades, en bien de los pacientes y de todos los involucrados no incurrir, por ningún motivo, en los errores que se han cometido en otros países con respecto a la seguridad social.

Aprendí en un congreso que hubo en agosto del año pasado, en Colombia, que tenemos un gran Instituto del Seguro Social. Yo como sector privado no lo entendía mucho, pero después de ver los números de agremiados que tenían países sudamericanos y los que tenemos nosotros, ¿qué cubrían y qué no cubrían?; que existe un seguro para el papá, otro para la mamá, otro para el niño, otro para la niña, otro para la abuelita y que el dinero que ganan estas personas no alcanza, digo en realidad, a partir de ese viaje admiro a nuestro Seguro Social, que atiende a mucha de nuestra gente, a todos nuestros trabajadores y simplemente hay que regular un poquito, señores diputados, hay que ver ¿qué hacen con los gastos excesivos?, ¿qué hacen con el sindicato?, pero yo felicito al Seguro Social.

Les quiero agradecer, es la primera vez que representantes de los hospitales son invitados a un foro como este, les agradezco su invitación y sobre todo a los presente su tiempo por haberme escuchado. Gracias.

Dip. María Eugenia Galván.- Quiero decirles que como lo expresó ya el doctor Frenk, de ninguna manera se va a privatizar el Seguro Social, creo que ahorita estamos en muy buenas manos.

 

Dr. Julio Sotelo
Presidente de la Academia Nacional de Medicina

Buenas tardes, muchas gracias, señores diputados, por esta amable invitación. He de confesar que no conocía yo bien el ritmo y los temas específicos que íbamos a tratar y por eso me voy a permitir, usando estrictamente el tiempo que me fue asignado, ni un minuto más, presentar una opinión global de la Academia Nacional de Medicina.

A semejanza de mi antecesor, el ingeniero Perusquía, voy a comentarles en un par de minutos qué es la Academia Nacional de Medicina.

La Academia Nacional de Medicina es la academia e institución colegiada médica más antigua de América, toda, incluyendo los Estados Unidos. Estamos celebrando 138 años ininterrumpidos de ser actores principalísimos en todo el devenir de la medicina moderna mexicana.

El 96 por ciento de los secretarios de Salud han sido miembros de la Academia Nacional de Medicina, al igual que casi todos los grandes funcionarios y grandes patronos de las instituciones médicas y los formadores de las grandes instituciones de salud. Les traje sin propaganda nuestro folleto de este año, para que los señores diputados tengan oportunidad, si así lo consideran, de conocer un poco al interior de la academia.

La Academia Nacional de Medicina ha funcionado como un cuerpo colegiado con absoluta independencia del gobierno federal, a través de toda su historia. Ha conseguido ser, quizás, el foro más distinguido donde se tratan los grandes problemas de la medicina, no de los médicos, que son dos asuntos diferentes.

Nuestra independencia de los actores gubernamentales nos ha creado un gran prestigio, aun entre ellos; y por otra parte, el presidente Madero nos designó órgano consultivo del gobierno federal, circunstancia que hemos utilizado con mucha prestancia, creo yo, a través de muchos años en estos órganos legislativos, y cada vez que se nos pide nuestra opinión en la Suprema Corte de Justicia, en la Presidencia de la República y en distintos foros.

Dicho esto, quisiera yo comentar que entre algunos de los ideales que nosotros poseemos dentro de los órganos consultivos del gobierno, tenemos un sitial en la Dirección General de Profesiones, en el Consejo de la Dirección General de Profesiones, en la Conamed, la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Medicina (ANFEM), el Consejo de Salubridad General, en la Anuies y en 16 instituciones de muchos tipos, donde nuestra opinión es buscada y escuchada, no siempre acatada, pero sí es escuchada.

Tomando en cuenta esto, quisiera yo mencionar y en torno a la razón de esta tarde, que el panorama que ofrece la medicina moderna a la vista de la Academia Nacional de Medicina, es de una enorme, gigantesca y apabullante complejidad.

Ustedes lo conocen porque ustedes han prácticamente visto y a través de sus posiciones, los grandes problemas que enfrenta la medicina, pero permítanme mencionar algunas cosas, sobre todo de tipo prospectivo.

A principios del siglo pasado, del siglo XX, la expectativa de vida del ser humano en todo el mundo era de entre 32 y 35 años de edad, al nacer. La expectativa de vida en la actualidad, en México, es de alrededor de 74 años promedio; cualquier niño que nace ahorita, tiene por primera vez en la historia de México, la saludable expectativa de morirse de viejo, por primera vez en nuestro país. Antes, ningún niño tenía la expectativa de morirse de viejo, la mayoría no se morían de viejos, ciertamente, al contrario, lo que la lógica señalara.

Esto acarrea el gran triunfo de la medicina científica del siglo XX, que fue gracias a la creación de grandes instituciones en México. El Seguro Social, desde luego como parte toral, los institutos nacionales de salud y la medicina social mexicana.

Permítanme hacer un paréntesis para señalar que la Academia Nacional de Medicina, abiertamente es un defensor de la medicina social mexicana, y creemos que el futuro de la medicina, el futuro de la salud comunitaria, estará en manos de la medicina social; con todos los papeles que pueda jugar, paralelos y tangenciales, cualquier otra forma de ejercer la medicina honesta y bienintencionada.

Dicho esto, quisiera yo mencionar que nuestro país se enfrenta en este momento a la acumulación de una buena cantidad de viejos, y todo parece indicar que así va a continuar siendo en los próximos años y esto va a traer desafíos nunca vistos en la práctica de la medicina.

Las enfermedades degenerativas y las enfermedades proliferativas van a ser el panorama cotidiano de la medicina. Los dos grupos de estas enfermedades son de pobres resultados terapéuticos, extraordinarios costos, y se va a requerir un gran talento para poder doblegarlas. Esto refuerza la necesidad de la medicina social mexicana, que tienen que apoyar los legisladores en todos sus contextos.

La medicina, a principios del siglo, cuando el ser humano lo más que podía esperar era morirse de joven, en términos promediales, tenía a las enfermedades infecciosas como las protagonistas del equilibrio sociodemográfico. Este equilibrio ha sido ya terminado, las enfermedades infecciosas con todo y las epidemias que ahora padecemos, a las que también ya estamos doblegando casualmente, no son el panorama de la nueva medicina; no es la medicina contundente y eficaz de tratamientos certeros y curaciones rápidas, estamos lidiando ahora con una serie de enfermedades que demandan un gran profesionalismo y una gran infraestructura que solamente el gobierno puede cimentar, dicho esto inclusive por grandes actores de la medicina mundial europea.

De tal manera que nosotros consideramos que la medicina, con todo el servicio que le ha dado a este país, por ejemplo de duplicarle por primera vez la vida y la expectativa de vida a sus ciudadanos, triunfo nada desdeñable y que ha puesto a la medicina mexicana a la altura de casi todos los países. Si me permiten decirles que en Japón, el país que tiene la más alta expectativa de vida, es solamente tres años mayor que la nuestro; o sea, sus cifras ni siquiera son impresionantes, con todo y que su infraestructura médica sí lo es.

Nosotros necesitamos ahorita nuevos patrones para contender con nuevos problemas. Nosotros necesitamos grandes y sólidas instituciones; la sociedad mexicana se tiene que dar cuenta, para que verdaderamente la medicina le siga dando las respuestas que le ha dado siempre, que tiene que propiciar un enorme respaldo de acuerdo a sus grandes demandas de este momento.

Nosotros creemos en este panorama, decía yo, que la medicina tiene que generar una gran infraestructura, pero sobre todo en nuestro país tiene que cubrir carencias que a la vista de la Academia Nacional de Medicina, fundamentalmente, radican en la investigación.

Los grandes problemas del cáncer, las enfermedades degenerativas, las enfermedades proliferativas, las enfermedades autoinmunes, son casi lo mismo que eran el paludismo, la lepra, la tuberculosis, el cólera, la viruela, todas ellas ya son casi inexistentes en términos epidemiológicos. A todas ellas, la investigación biomédica les dio respuesta contundente y espectacular y de esta manera hubo grandes conquistas, por ejemplo, las vacunas.

Ahora, necesitamos nuevo ingenio y resolver una gran cantidad de preguntas que no están resueltas en ninguna parte del mundo. El talento mexicano y médico necesitan ser explorados, y requerimos infraestructura y recursos para abordar estos problemas.

Las universidades y los centros de estudios superiores, son un venero espléndido de talentos jóvenes, muy bien formados, muy bien entrenados, que pueden ser el material, la materia básica para enfrentar estos problemas que mencionaba yo.

Está muy claro en la mente del señor Secretario de Salud, porque él es un investigador muy famoso internacionalmente hablando, que uno de los puntos que tenemos que hacer es generar nuevas estrategias para enfrentar estos problemas con eficacia, que estamos perdiendo.

Otra de las observaciones de la Academia Nacional de Medicina, que expusimos ante el presidente Fox a principio de este año, cuando él nos visitó, fue señalarle que con todo lo exitoso que es la medicina contemporánea, está perdiendo rápidamente eficacia porque está enfrentando problemas inéditos en muchos terrenos, que me llevaría mucho tiempo mencionar y los aburriría terriblemente.

Pero con toda certeza, ustedes pueden tener la seguridad de que nosotros tenemos que inventar una nueva manera de hacer la medicina, casi en todos sus aspectos.

Para eso, uno de los buenos intentos que se ha hecho es el Programa Nacional de Salud que generó un grupo de expertos, con una gran prestancia, con una gran experiencia nacional e internacional, un programa razonablemente bien elaborado que fue sometido a consulta de la Academia Nacional de Medicina. Permítanme decirles, que las consultas que hace la Academia Nacional de Medicina para el gobierno involucran invariablemente a académicos muy distinguidos, no empleados gubernamentales. Ésa es una cosa muy puntual que nosotros siempre mantenemos, por lo menos, no empleados de la dependencia que solicita nuestra opinión.

Creemos que el Programa Nacional de Salud con sus tres enormes vertientes, que hemos discutido detalladamente, una tarde y noche enteras con el secretario de Salud, una tarde y noche enteras con el director del Seguro y otra con el director del ISSSTE, consideramos que la coherencia de este programa, fuera de pequeños detalles que son de su conocimiento, es un programa satisfactorio para la Academia Nacional de Medicina.

Permítanme decirles que siete observaciones puntuales que hicieron académicos distinguidos y grupos de trabajo, fueron incorporadas con una gran rapidez y modestia por parte de las autoridades, de tal manera que la Academia quedó satisfecha en la conformación del Programa Nacional de Salud.

Y todavía tenemos batallas con las autoridades, pero sobre todo, de índole financiero, para respaldar proyectos de investigación, para hacer procesos de descentralización y demás.

Pero de todas formas, creemos que los puntos torales del Programa Nacional de Salud, calidad, equidad y protección son enteramente satisfactorios, perfectamente viables y están de acuerdo con los grandes problemas que contemplamos. Además de otros que nosotros hemos puesto en el terreno de los hechos, pero no es éste el foro para discutirlos.

Quisiera yo mencionar que en estas presentaciones que han hecho las autoridades de salud ante los foros universitarios, en la UAM, en la UNAM y en la Cámara Nacional de Medicina, y haber escuchado lo que tienen que decir los investigadores, los proyectores y los expertos en la educación médica, estamos razonablemente de acuerdo, y lo que yo creo que sería el mensaje que la Academia Nacional de Medicina traería muy respetuosamente hasta ustedes, es que la medicina mexicana necesita muchos más recursos que los que tiene.

Nosotros nos sentimos incapaces y ni siquiera queremos abordar el tema, porque además no está dentro de la tradición de la Academia de Medicina involucrarse en aspectos que no son de su absoluta competencia y dominancia en el terreno de los hechos.

No sabemos de dónde vaya a salir el dinero, sabemos que hay varias propuestas, y como todas las propuestas son criticables, modificables y mejorables; pero nosotros sabemos que, por lo menos, el presupuesto del sistema de salud mexicano necesita duplicarse para que verdaderamente se torne eficiente y empiece a responder a las expectativas que el país tiene en sus instituciones.

Quisiera yo decir que México tiene un liderazgo latinoamericano e iberoamericano en muchos aspectos de medicina. Hace un año la Academia Nacional de Medicina estuvo en este foro, en otro salón, luchando por la Ley de Trasplantes, que ahora es la más moderna del mundo.

Desgraciadamente, en trasplantes no somos los mejores del mundo porque necesitamos lo que se necesita para implementar esas medidas, pero gracias a la sensibilidad de los señores legisladores, una propuesta que creíamos que se iba a llevar tres años se llevó tres meses con enorme sensibilidad, y ahora es reconocida como la mejor propuesta legislativa que existe para legislar sobre trasplantes de órganos.

Eso solamente para mencionar algún ejemplo de lo que yo creo, no yo, el gremio al que yo represento, que se requiere para que nosotros podamos marchar adelante. En resumen, quisiera mencionar que la Academia Nacional de Medicina está en pro, absoluta y contundentemente de la medicina social; apoya la práctica de todas las formas de la buena medicina y la alienta gustosamente; pero defendemos las instituciones de salud pública como el mejor modelo que ha generado el ser humano para atender a los enfermos de todas las poblaciones.

Segundo punto. Estamos totalmente de acuerdo con el Programa Nacional de Salud en sus enunciados y tenemos muchas cosas puntuales que someter a la consideración de las autoridades de salud.

Tercero. Muy respetuosamente les quisiéramos nosotros pedir que busquen ustedes la manera de reforzar financieramente al sistema de salud mexicano. Déjenme decirles que las mejores cuentas, por lo menos lo que tradicionalmente nosotros hemos escuchado, las mejores cuentas que han rendido las oficinas federales, han sido las de salud, casi siempre.

En ese espíritu y en esa circunstancia, ojalá que ustedes tengan la iluminación para que por el camino que le sea más conveniente al pueblo de México, y menos lesivo a ningún grupo social, puedan ustedes reforzar la tarea de las instituciones sanitarias mexicanas. Gracias.

Dip. María Eugenia Galván.- Muchas gracias al doctor Julio Sotelo. Sabemos que la transición epidemiológica, demográfica, política y económica requiere también nuevas respuestas, y quiero hacerles saber que todos los partidos dentro de la Comisión de Salud hemos coincidido dentro de la glosa del informe del señor secretario de Salud, en aumentar el presupuesto para salud. Ojalá que lográramos, si no es en este año en el siguiente, que quedara en un 6.8 el Producto Interno Bruto del país. Actualmente son 250 mil millones de pesos los que tiene el sector salud, pero es poco en realidad; creo que equivale a más o menos el 4.5 del Producto Interno Bruto.

 

Dr. Héctor Fernández González
Presidente de la Federación Nacional de Colegios Médicos

Buenas tardes, mi nombre es Héctor Fernández González. Por alguna razón, por algunos políticos con el apellido cambiado de González Fernández, el mío frecuentemente aparece con ese nombre.

Agradezco a las señoras y señores diputados de la Honorable Comisión de Salud de esta Cámara de Diputados, recibirnos esta tarde. Mi agradecimiento lo expreso a nombre de los médicos colegiados dispersos en el territorio nacional, que pertenecen a cada uno de los colegios médicos de las entidades federativas y cinco del Distrito Federal, que en la actualidad rebasan la cantidad de 45 mil miembros colegiados.

Obviaré referirme a la transición epidemiológica y demográfica expuestas con elegancia y claridad por el doctor Sotelo, que me precedió en el uso del micrófono, y que junto con el rezago epidemiológico producto del rezago de la pobreza, genera la necesidad de apoyar una reforma fiscal que permita al Estado disponer de mayores recursos para atender las necesidades de salud del pueblo de México.

Asimismo, y dado que en dos reuniones previas con esta Honorable Comisión de Salud expusimos el resultado de una encuesta nacional y de una reunión extraordinaria en que participaron todos los colegios de la República, en donde se produjo un documento denominado Declaración de San Luis, que contiene diez puntos específicos acerca de la opinión de los médicos colegiados de México en torno a la reforma fiscal y sus implicaciones en el Sistema Nacional de Salud, sólo me referiré a dos o tres de esos puntos, señalando, para principiar, que el primer acuerdo nacional de nuestros médicos colegiados fue apoyar sin lugar a dudas, sin objeciones, una reforma fiscal justa y equitativa que permita a la Secretaría de Salud y al Gobierno de México atender las necesidades de salud de nuestros compatriotas.

Para obviar, y rogándole a la señora Presidenta de la Comisión de Salud que transcurridos los minutos que me tiene concedidos me lo haga saber para no excederme, voy a leer un documento que contiene algunas de nuestras expresiones para compartirlas con ustedes.

"La reforma hacendaria propone: uno, eliminar la tasa cero en el IVA a los medicamentos. Eliminar la deducibilidad de gastos médicos de bolsillo y en su lugar aprobar la deducibilidad del costo de una prima de seguro de gastos médicos. Incrementar paulatinamente el impuesto al tabaco, entre otras recomendaciones. El tema de nuevos impuestos siempre es delicado; bien manejado incrementa los recursos del Estado pero también puede concluir en desastre. (Benjamín Franklin escribió que en este mundo nada se puede dar por sentado, salvo la muerte y los impuestos.)

Siendo México un país donde el fisco recibe apenas el equivalente al 11 por ciento de su Producto Interno Bruto, muy por debajo del 20 o más que prevalece en otros países, incluidos algunos de Latinoamérica, los pagos por la deuda heredada atan casi a dos terceras partes de lo que hoy recauda el fisco.

Lo que está en juego es la gobernabilidad misma y la atención de los problemas de educación y salud, con los grandes rezagos que en este sentido tenemos en México. Nadie puede negar que es necesario y urgente un impuesto impositivo; lo que está en discusión es de qué tipo. Desde la óptica de nuestro Sistema Nacional de Salud, los más de 45 mil médicos representados a través de la Federación Nacional de los Colegios de la Profesión Médica, coincidimos en los siguientes puntos:

Nuestro país requiere invertir más dinero en salud y, ciertamente, como dijo el doctor Frenk, mayor eficiencia por esos recursos. Debemos abatir los rezagos sociales en salud; debemos afrontar la transición epidemiológica y demográfica; y aspirar a una cobertura en salud del 100 por ciento de los mexicanos, que sea oportuna, accesible, ética y de alta calidad, con respeto irrestricto hacia el derecho de los pacientes.

Debemos promover una atención basada en la prevención. A través de la educación, la detección temprana del factor de riesgo y la vacunación oportuna de niños y de ancianos, dado que la transformación demográfica más importante es el crecimiento de la población adulta.

Debemos asegurar el abasto y la accesibilidad a medicamentos, material y instrumental de atención médica. Debemos reestructurar los programas de formación de recursos humanos en cuanto a su tipo, número y de calidad.

Para conocimiento de alguno de ustedes, tenemos un poco más de 80 escuelas de medicina en el país; sólo 54 de ellas están registradas en la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina; y sólo 16 están certificadas.

Estamos generando recursos humanos de una calidad heterogénea, sin una formación adecuada, y la federación que represento ha insistido en la necesidad de establecer una regulación cuidadosa, en proporción al crecimiento de la población, de las necesidades y de la calidad de los egresados.

Una cruzada nacional por la calidad de los servicios de salud que no cuente con recursos humanos de calidad, con principios y valores, no puede garantizar en el futuro la calidad a la que aspiramos.

Lo que el presidente Fox propone, hoy, es aprobar una reforma fiscal que aumente en un modesto pero indispensable dos por ciento el Producto Interno Bruto, o sea los recursos del Gobierno Federal. Hasta aquí todo bien, pero donde el asunto se pone espinoso es al considerar la fuente de los nuevos recursos.

El secretario de Salud, el señor doctor Julio Frenk, un intelectual que merece todo nuestro respeto, de manera muy elocuente nos ha dicho que tan sólo con eliminar la tasa cero en el IVA en medicamentos se recaudarían seis mil millones de pesos, con lo que se podría, según sus propias palabras, dar cobertura a medio millón más de mexicanos; atender 500 mil partos más al año; se proporcionaría el esquema completo de 12 vacunas a medio millón más de niños; se daría atención hospitalaria a 100 mil pacientes adicionales por año; se contratarían 10 mil médicos generales; se podrían construir 20 unidades de consulta externa y auspiciar el nuevo funcionamiento de 350 camas de hospital, y se surtirían 10 millones de recetas.

¿Quién pudiera no estar de acuerdo con tan notables metas? El planteamiento, sin embargo, está preparado para impactar audiencias, permítanme puntualizar. En primer lugar señalar que, a pesar de las buenas intenciones, los recursos obtenidos no estarían etiquetados por lo que ni siquiera hay garantía de que serían utilizados para ese noble propósito.

En segundo término, señalar que el IVA es un impuesto regresivo, por tanto, injusto, pues trata igual a los desiguales al cobrar la misma tasa del 15 por ciento a todos. En un país con desigualdades tan brutales como México, usar el IVA para mejorar las condiciones del fisco o de su crisis es hacer un hoyo para tapar otro, y lo peor es el sentido de injusticia moral que potencialmente conlleva.

Si únicamente concentramos la atención en los mexicanos que se ubican en la mitad superior de la pirámide de ingresos, y que un tanto pomposamente llamamos clase media, entonces resulta que en la escala del 1 al 10, aquellos que se encuentran ubicados en el sexto lugar, el sexto decil, que ya nada tienen que ver con los 27 millones que van a recibir los 110 pesos mensuales de compensación; eso se refiere a 5.5 millones de familias con aproximadamente cinco hijos cada una, las cuales van a recibir 72 centavos por persona.

La nueva hacienda pública redistributiva sí resulta, efectivamente, redestributiva, pero en sentido negativo, veamos por qué. La desaparición de la tasa cero en el IVA significa para éstos del sexto lugar en la escala de fortunas, una disminución del 7.88 por ciento de sus ingresos; los son datos de la Secretaría de Hacienda. A propósito, los del octavo decil transferirán al fisco 6.29 por ciento del ingreso, los del noveno 5.31 por ciento, pero los más ricos apenas verán sacrificarse con el punto 288 sus ingresos.

Si definimos la clase media en términos estrictamente geométricos; es decir, quienes se encuentran a la mitad de los estratos sociales del país, y ubicamos los ingresos de los deciles cinco y seis, los que están exactamente a la mitad, encontramos que las cifras que Hacienda entregó al Congreso corresponden a los hogares con un ingreso mensual de tres mil 34 y tres mil 811 pesos, respectivamente, entre dos punto siete y tres punto tres veces el salario mínimo.

Lo cierto es que si hablamos del salario medio con que se cotiza al IMSS, y suponiendo un solo ingreso por hogar, la clase media formal, entre comillas, estará ubicada entre los deciles seis y siete de la distribución del ingreso, antes mencionado.

Si nos atenemos al sector moderno, el de la industria, nos ubicamos entre los deciles ocho y nueve, siete punto cuatro veces el salario mínimo, algo así como ocho mil 460 pesos al mes. Así es que hay que saber de qué clase media estamos hablando.

Los más pobres, mal que bien están contemplados en el esquema de compensación; los más ricos van a tener deducciones sustanciales de su Impuesto Sobre la Renta. Pero estos grupos medios que no califican para ningún programa de ayuda y que tampoco van a recibir desgravaciones fiscales suficientes para compensar su mayor gasto por IVA, son los que tendrán que hacer un sacrificio proporcionalmente mayor. Esta clase media que está formada por 30 millones de personas sí tendrá que pagar la cuenta proporcionalmente a sus ingresos, pagarán mucho más.

Aun la oposición más radical a este proyecto fiscal señala el imperativo de aumentar la recaudación; sin embargo, para ello no hay que usar el IVA, sino instrumentos que graven más al que más tiene y menos al que menos tiene; para ello habrá que darse el tiempo y preparar una reforma justa y equitativa.

Pretender eliminar la deducibilidad de los gastos médicos de bolsillo y en su lugar aprobar la deducibilidad del costo de una prima de seguro de gastos médicos, más que intentar solucionar una distorsión del mercado, crea otra peor, puesto que discrimina a todos aquellos individuos mayores de edad o con enfermedades preexistentes, que regularmente son rechazados por las empresas aseguradoras por representar más los riesgos para su negocio, ya que son quienes habitualmente demandan mayor atención médica.

A propósito, este segmento de la población mayor de 50 años, cercana a los nueve millones de mexicanos, somos quienes hemos hecho posible este país en que ustedes, jóvenes, hoy, viven y disfrutan, esperemos que por muchos años.

Adicionalmente, se propone la creación de instituciones de seguros especializadas en servicios de salud. La alternativa es brindar servicios crecientes en ese ámbito por intereses lucrativos, sin embargo, distinguidos académicos, miembros de la Academia Nacional de Medicina, de la Academia Mexicana de Cirugía y representantes de la Federación Nacional de Colegios Médicos participamos, porque insistimos ante los senadores de la legislatura previa en la necesidad de vigilar con cuidado la reglamentación de esas instituciones.

Trabajamos en un esfuerzo inédito por varios meses, presentamos propuestas específicas que fueron desoídas, no obstante que había sido una decisión de los legisladores, con las firmas del Secretario de Hacienda y el Secretario de Salud.

De común acuerdo, los participantes nos retiramos porque no quisimos legitimar con nuestra firma la aprobación de un conjunto de reglas de operación del ramo de salud, porque estábamos en desacuerdo con éstas.

Es por ello que en una de las resoluciones de nuestra declaración hemos solicitado respetuosamente al Congreso, a través de la Comisión de Salud, que se deroguen esas reglas para que juntos, nuevamente, las personas que esta Comisión de Salud y la Cámara de Diputados aprueben, se reúnan e inviten a todos los participantes. Ya el ingeniero Perusquía hablaba de los hospitales, de las compañías de seguros, de los médicos, de la Secretaría de Salud, que no puede evadir la responsabilidad rectora de evitar las condiciones específicas en que la salud debe proporcionarse al pueblo de México.

Desde hace un año la Sociedad Mexicana de Instituciones de Seguros había planteado el esquema como una alternativa financiera viable, mediante una reversión de cuotas inicial en grupo y por empresas, para evolucionar posteriormente a la afiliación individual en las organizaciones administradoras de servicios de salud, sugeridas por el Banco Mundial en enero de 1988. Ésa es la historia previa de las ISSS.

Simultáneamente, un grupo integrado por representantes empresariales, instituciones bancarias y de seguros, así como la industria farmacéutica, coordinados por la Fundación Mexicana de la Salud, trabajaron en un comité llamado de Participación Social en la apreciación indirecta de servicios integrales de salud, elaborando entre otras una propuesta de esquema general para la regulación de las organizaciones administradoras de salud.

En dicho documento, en marzo de 1999, se señalaba por ese grupo que para promover proyectos de inversión que dieran certeza a los empresarios, cuidando su parte económica, se requería:

Modificar la Ley General de Instituciones de Seguros y dar base a la expedición de un marco regulatorio, estando la inspección y vigilancia a cargo de un órgano ad hoc de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, que es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda.

Sobre un reglamento de reversión de cuotas para la prestación indirecta de servicios de salud del IMSS, lo hemos repetido en diversas ocasiones, es una amenaza que ya ha sido comprobada en otros países latinoamericanos, en donde se han implantado estos sistemas que han desmantelado o cuando menos alterado significativamente la seguridad social de esos países.

Al igual que la Academia Nacional de Medicina, al igual que los hospitales, nosotros creemos que nuestra seguridad social debe ser apoyada, mejorada, que se le inyecten más recursos y que se perfeccione su administración.

Y, finalmente, para la prestación de servicios de salud, se requiere de un reglamento que expida el Presidente de la República, así como de normas técnicas. Me refiero al reglamento a que hice referencia.

En febrero del presente año, durante un seminario para analizar las perspectivas de las aseguradoras en el ramo de las ISSS, funcionarios admitieron que sus planes de crecimiento, de acuerdo a los ingresos de hogares en México, deberían aumentar de tres a nueve millones de asegurados en los próximos cinco años.

El cálculo está basado en los derechohabientes del IMSS, cuyas cotizaciones están por arriba de tres salarios mínimos, y que representan cerca de diez millones de individuos. Este grupo representa por sí solo el 80 por ciento de las cotizaciones del Seguro Social, por lo que resulta fácil entender las implicaciones económicas para el IMSS si se suspenden las aportaciones. Sobra insistir que la quiebra de esta institución, a pesar de no estar implícita, sería una consecuencia irremediable.

A la luz del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, la reforma del sistema de salud representa tan sólo el consecuente proyecto para crear las condiciones que conviertan el campo de la salud en un mercado de proporciones atractivas para las empresas aseguradoras, con productos médicos.

Las ISSS en otros países han sido organizadas como negocios de inversionistas, por lo que su propósito fundamental es generar ganancias, las que han ido a parar a los bolsillos de unos cuantos empresarios haciendo de ellos grandes billonarios.

Esto se ha logrado a través de prácticas ilegales, amparadas en leyes de tipo mercantil, pero no por eso menos perversas, al disminuir la oferta y limitar el acceso a los servicios, violando los derechos de individuo enfermo, retirando el apoyo económico a la educación, a la investigación científica y retribuyendo a los médicos con honorarios injustos e indignos.

Estos sistemas mercantiles tienen, en teoría, propósitos inobjetables, pero en la práctica promueven el bajo costo de la atención sacrificando con ello la calidad, la equidad y la eficiencia, comprometiendo el futuro de la medicina al no generarse nuevos conocimientos por medio de la investigación ni apoyando la educación; además de suscitar un gran descontento e insatisfacción en los usuarios al haber trastocado la esencia de la relación entre el paciente y su médico, al convertirla en un contrato de negocios.

La objeción principal a esta medicina comercial es que viola los derechos del paciente, incorpora un nuevo sistema de valores que vulnera la raíz y la tradición samaritana de los hospitales, haciendo de médicos y enfermeras un instrumento de inversionistas, y considerando a los pacientes como una mercancía.

Para alcanzar los propósitos de equidad, calidad y protección, no hay nada contradictorio con un sistema plural de salud, donde se logre la mezcla óptima de funciones entre los sectores público y privado, dentro de un marco de responsabilidad pública y solidaridad social.

Por lo anterior, estas empresas, más que una reglamentación requieren de una rehabilitación, donde su objetivo final sea, no el de producir las mayores ganancias a sus inversionistas, sino el de crear innovaciones, producir riqueza y servicios que la sociedad necesite.

Todo ello, sin embargo, requiere de una legislación que garantice el acceso a los servicios, asegurando un nivel básico de atención a la salud de la población, impida la selección adversa de los individuos con base en la edad, sexo, riesgo o preexistencia ; comprometa a estas organizaciones a participar económicamente en el deseo, en la implementación y monitoreo de programas; privilegie la calidad por encima de los costos; y establezca en conjunto con los miembros de la profesión médica, tabuladores y honorarios profesionales justos que honren la capacidad certificada y la experiencia del médico."

Estamos de acuerdo en que debe incrementarse el gravamen sobre el tabaco, sobre el alcohol. Consideramos necesario que se respete la autonomía del médico, los derechos de los pacientes y que la reforma fiscal que los señores y señoras diputados aprueben sea justa y equitativa. Gracias por su atención.

 

Dr. Jorge Cervantes Castro
Miembro de la Academia Mexicana de Cirugía

Muy buenas tardes. Distinguida Diputada Galván. Legisladores de la Comisión de Salud. Señoras y señores. Soy representante de la Academia Mexicana de Cirugía, el presidente de la cual está en la ciudad de Oaxaca, en la Semana Quirúrgica Nacional; yo como miembro de la Mesa Directiva estoy aquí representándolo y voy a exponer lo que es la Academia Mexicana de Cirugía.

Tal como el doctor Sotelo lo hizo, quiero darles un antecedente. La Academia Mexicana de Cirugía es la organización quirúrgica más importante del país, con una antigüedad de 70 años; es una organización eminentemente académica, no tiene nada que ver con instituciones del gobierno. Forma parte, junto con la Academia Nacional de Medicina de varias organizaciones, es órgano consultivo del Gobierno Federal en cuestiones de salud; participamos en comisiones con la Dirección General de Profesiones, con la Conamed, con la Comisión Técnica que determina la idoneidad de los consejos de las especialidades médicas, y tiene una enorme gama de actividades, entre ellas la cirugía extramuros, que lleva cirujanos de la academia a operar a lugares inaccesibles donde no cuentan con facilidades para este tipo de procedimientos.

La Academia Mexicana de Cirugía está cien por ciento de acuerdo con lo que postuló el presidente de la Academia Nacional de Medicina, en que debemos todos apoyar a las instituciones, a la medicina social en México, y estamos también cien por cinto de acuerdo con que el país necesita una reforma fiscal y de que la medicina en México carece de recursos que debemos darle de alguna manera.

No es posible que países mucho más en desventaja con nosotros, en posición económica y de recursos, den más recursos que los que damos nosotros a la salud.

La Academia Mexicana de Cirugía tiene los siguientes puntos de propuestas para este Seminario de la Reforma Fiscal y su Implicación Sobre las Instituciones de Salud en México.

Primero. Estamos cien por ciento de acuerdo con la mayor parte del pueblo, en contra de que se aplique el IVA a medicamentos, ya que de por sí los medicamentos tienen un costo muy elevado; en los últimos cinco años se han incrementado sus costos en más de 400 por ciento y afectaría gravemente a la población de menos recursos. Tiene que encontrar el poder legislativo alguna manera de aprobar una reforma fiscal sin gravar los medicamentos, para la gente que menos tiene.

Segundo. Debemos fomentar las acciones necesarias para promover la disponibilidad de genéricos intercambiables de alta calidad y de costo accesible para toda la población.

Tercero. Nos oponemos a la creación de ese seguro popular, debido a que afectaría principalmente a la población mayor de 50 años de edad, de la cual una fracción importante no lo podrá adquirir debido a falta de recursos, y los que serían excluidos por las compañías de seguros, ya que ellos prefieren, desde luego, asegurar al rico, al joven y al sano, dejando fuera al pobre, viejo y enfermo.

Cuarto. Debe elaborarse una legislación referente a los derechos de los pacientes y a los de los médicos, así como la libre elección del médico tratante por parte de los enfermos, con respeto y apoyo al juicio clínico del médico.

Quinto. Se propone que los gastos de bolsillo generados por la atención a la salud, puedan ser deducibles de impuestos y que no quede cancelada esa posibilidad por el hecho de no ser cubierta por una compañía de seguros, de tal manera que todos los gastos médicos de pacientes, tengan o no tengan un seguro de gastos médicos, sean deducibles.

Sexto. Es conveniente volver a estudiar y emitir una opinión sobre las reglas de operación de las instituciones de seguros de salud, las ISES famosas, para evitar que se afecte a la población con menor capacidad económica; que se deteriore la relación médico-paciente; que se disminuyan los costos de atención aunque se diminuya la calidad; que se favorezcan los intereses lucrativos de los terceros pagadores; y que se atente contra los derechos de los pacientes y de los médicos, en perjuicio de la sociedad en general.

Punto siete. Debemos insistir en gravar de una manera más importante a productos que son notoriamente dañinos, como son el tabaco y el alcohol: quien se esté haciendo daño, que le cueste.

Punto número ocho. Establecer mecanismos para incrementar la asignación presupuestal a los servicios de salud, sin detrimento de los pacientes, de los médicos y de la sociedad en general, y que garantice una mejor calidad de la atención.

Otro punto muy importante que habíamos pedido a los legisladores: debemos revisar a fondo la Ley General de Profesiones. Sé que no tiene que ver con lo de la reforma fiscal, pero la Ley General de Profesiones es obsoleta. Estamos los profesionistas en México sujetos a una ley que se aprobó en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, hace más de 50 años; que está llena de agujeros y es un verdadero problema la manera como se está trabajando actualmente con dicha ley.

Y lo mismo, urge modificar y poner al día en estos tiempos, la Ley General de Salud para asegurar el acceso a la salud a toda la población en México y para asegurar que los prestadores de salud, los médicos, las enfermeras, todo mundo relacionado con la salud, pueda ejercer su profesión de acuerdo con normas internacionales vigentes, y que perciban un ingreso adecuado a su trabajo.

En resumidas cuentas, mis estimados legisladores, éstas son las propuestas de la Academia Mexicana de Cirugía. Estamos cien por ciento de acuerdo con los que nos han precedido, de que la salud es un tema fundamental en México; estamos cien por ciento de acuerdo en que el país requiere mayores recursos para la salud; estamos cien por ciento de acuerdo en que el país requiere y le urge una reforma fiscal, pero debemos gravar a quien más tiene y proteger a quien menos tiene.

 

Ing. Miguel Ángel Valencia Fernández
Director Ejecutivo de la Asociación Nacional
de Fabricantes de Medicamentos

Buenas tardes. Agradezco profundamente la deferencia que nuestra Asociación ha tenido por parte de esta Comisión de Salud de la Honorable Cámara de Diputados, dándonos la oportunidad de participar en este seminario y expresar nuestra posición, y sobre todo, el compromiso que, en insumos para la salud, tiene nuestra industria con el pueblo mexicano y sus instituciones.

Particularmente, ante la reforma fiscal que se viene discutiendo en estos momentos, la Anafam agrupa a las 34 empresas farmacéuticas de capital mayoritario y mexicano más representativas de México y que por más de 40 años han representado un importante aliado del gobierno en el abasto de medicamentos de alta calidad dentro de las instituciones del sector salud.

Primeramente quisiera hacer las siguientes reflexiones. Para la gente común un impuesto significa un gasto adicional e inclusive, de manera implícita, representa un incremento en el precio del producto o servicio que tiene que pagar.

Desafortunadamente, en el caso que nos ocupa del IVA en los medicamentos, considero que la difusión de esta iniciativa se ha manejado de forma inadecuada, ya que se ha dicho que se le va a aplicar el IVA, pero no se le ha informado y recalcado a la población, primero, sobre las grandes carencias existentes y, por supuesto, sobre los beneficios directos y mejoras concretas en los servicios de salud que con la recaudación se va a obtener.

Es decir, mayor disposición de medicamentos, mejor atención médica y hospitalaria, así como mejores programas preventivos y correctivos de salud que mejoren su calidad de vida.

Ahora bien, la población en general sin importar su estrato social, no piensa ni desea enfermarse, y al recibir atención médica no piensa en recibir algo adicional, sino más bien recuperar algo perdido, la salud, resultando un fenómeno natural la presencia de un descontrol emocional y sobre todo económico cuando esto sucede, ya que normalmente en su presupuesto se consideran las necesidades básicas, como son alimentación, vestido, habitación, educación y aun gastos de recreación, entre otros, pero nunca o casi nunca contemplan en el presupuesto los servicios médicos y los medicamentos.

Por eso, representa un impacto emocional tener que adquirir de improviso los insumos indispensables para restablecer la salud, situación que resulta todavía más impactante cuando los medicamentos sí se tienen que tomar en cuenta en el presupuesto familiar, principalmente en el caso de personas con padecimientos crónicos o crónico-degenerativos, donde el consumo de medicamentos es de por vida.

Con todo esto, es imprescindible que el poder legislativo y las autoridades sean claros y convincentes en sus mensajes a la población, para que ésta tome conciencia de la importancia y trascendencia de las medidas que el gobierno piensa implementar y que a fin de cuentas son en su beneficio.

Pero, ¿cuál es la posición de la Industria Farmacéutica Nacional ante el IVA a los medicamentos? Déjenme decirles que en varias ocasiones donde se ha presentado la oportunidad, a través de nuestro organismo cúpula, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, hemos manifestado que lo del IVA, va, pero a nuestro juicio debe ser gradual y sin discriminación de productos; es decir, sin lista de excepciones. Pero, además, ni tasa cero ni exenta, sino el porcentaje que el poder legislativo determine como el más adecuado, en función de las necesidades de la población, considerando el impacto real que esto puede tener para las clases más necesitadas.

Afortunadamente y siguiendo una tendencia internacional, en México ya contamos con el Programa Nacional de Genéricos intercambiables (GEIS), medicamentos de comprobada calidad y a precio más accesible.

En nuestro país esta opción surgió cuando el gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, lanzó este programa en el año de 1998, y precisamente es la industria nacional la que primordialmente ha retomado y se ha comprometido con este programa, lo cual se comprueba porque ha registrado ante la Secretaría de Salud el mayor número de medicamentos genéricos intercambiables.

Quiero dejar constancia de que no obstante los esfuerzos realizados por difundir este programa, no se ha obtenido el éxito esperado, por diversas circunstancias, entre otras, el que los programas de difusión no han tenido el impacto esperado; por otra parte, en el momento en que surge dicho programa la industria farmacéutica no pudo seguir los tiempo políticos, debido a que tiene que programar su producción y, sobre todo, tiene que realizar las correspondientes pruebas de intercambiabilidad, que garanticen que el medicamento genérico se comporta de manera idéntica al medicamento innovador. Y para realizar estas pruebas se requiere de tiempo y cuantiosas inversiones.

Debemos considerar que las pruebas de intercambiabilidad para cada presentación de cada producto, requieren de un tiempo de entre dos y tres meses, y una inversión que va de los 60 a los 80 mil dólares por producto.

Ante lo expuesto anteriormente, se requiere de un frente común entre nuestra industria farmacéutica y nuestro gobierno, para contar con el arsenal necesario de medicamentos y bien informar a nuestra población, difundiendo adecuadamente y con claridad los beneficios y ventajas que representan para nuestra población los medicamentos genéricos intercambiables. Como digo, principalmente por su demostrada calidad y por su precio más accesible.

Estos beneficios ya los tienen otros países, inclusive los más desarrollados. En los Estados Unidos, por ejemplo, los medicamentos genéricos representan más del 40 por ciento de su mercado. Y lo mismo ocurre en Inglaterra, Alemania y Francia, entre otros.

Sin embargo hay un foco rojo, ya que vemos un gran peligro para los genéricos intercambiables en México, debido a que nos hemos enterado de que la Dirección General de Medicamentos y Tecnologías para la Salud está condicionando el registro sanitario a la vigencia de la patente.

De continuar esta práctica, se generará una sobreprotección a la industria internacional en detrimento de la industria nacional, la cual requerirá de mucho más tiempo para poder poner los GIS a la disponibilidad, tanto de las entidades del sector público, como del pueblo mexicano en general.

Para terminar, déjenme darles unos datos estadísticos sobre la evolución de los medicamentos genéricos en México, considerando que el programa, señalaba yo, inició prácticamente a mediados de 1998. Me referiré a los años de 1999, 2000 y lo que va hasta agosto de 2001.

El número de denominaciones genéricas o substancias activas en 1999, era 154; en el 2000, 180; y en agosto de 2001, 194. Esto se refleja en número de medicamentos genéricos intercambiables registrados en 1999, que fue de 796; en el año 2000, 1018; y en 2001, 1199.

¿Cuántos genéricos intercambiables tenemos en el mercado? En 1999, contamos con 274; en 2000, 344; y en 2001, 349. El número de laboratorios que han participado en ese programa eran 68 en 1999, y actualmente tenemos 80 laboratorios en el programa.

El número de terceros autorizados, que ustedes saben que son los que hacen las pruebas de intercambiabilidad, en 1999, eran 7, actualmente son 13, pero con la situación de que hasta ahora solamente hay cuatro precertificados.

Pero, ¿cómo estamos con respecto al cuadro básico del sector salud? El cuadro básico nos señala que hasta agosto de 2001 tenemos 645 substancias activas, que si las comparamos con las 194 que tenemos registradas como GIS, representan apenas el 30.1 por ciento.

Medicamentos, GIS contra claves, del cuadro básico incluye 945, de los cuales hemos sacado al mercado solamente 349, lo que quiere decir que solamente estamos abarcando el 37 por ciento de este mercado.

Considerando los medicamentos genéricos disponibles a la fecha, es posible atender los padecimientos cardiovasculares, oncológicos o cáncer, diabetes, enfermedades del hígado y cerebro-vasculares, así como otras áreas terapéuticas.

Como podemos ver, nos falta un enorme trecho por avanzar, ya que dentro del sector salud, que debe ser el principal actor en el Programa Nacional de Genéricos Intercambiables, no se ha promovido adecuadamente que sea él quien adquiera preponderantemente este tipo de medicamentos en sus licitaciones y por lo tanto, los derechohabientes no están disfrutando de los posibles beneficios de los genéricos intercambiables; asimismo, en el mercado privado, donde existe una gran cantidad de mexicanos que no cuentan con los servicios de nuestra seguridad social, de medicamentos de probada y comprobada calidad y a precios más accesibles.

Es indispensable promover ya el programa de genéricos intercambiables, independientemente de la decisión que se tome acerca del IVA y hacerlo con el total apoyo de nuestros legisladores, de las autoridades, de las cadenas de comercialización y de nuestra industria farmacéutica, haciendo un frente común e implementando cuanto antes un programa nacional de difusión, para bien informar a nuestra población y eliminar toda la confusión que hasta ahora se ha generado en el mercado.

Muchas gracias por esta oportunidad y reiteramos que gradual, con tasas que no impacten principalmente a las clases más necesitadas y sin lista de excepción, el IVA va, pero también con la difusión clara de sus beneficios. Y por otro lado, sí a los genéricos intercambiables.

(Dip. María Eugenia Galván.- Muchas gracias al ingeniero Miguel Angel Valencia Fernández. Es importante que todos apoyemos a la industria mexicana de genéricos intercambiables. En el año 2002 ó 2003, se abre el mercado para los genéricos intercambiables de Estados Unidos que vendrán a competir).

Dr. Víctor Ramírez González
Integrante de la Asociación Mexicana de Hospitales

Buenas tardes. Antes que nada quisiéramos agradecer a esta Comisión de Salud, que nos ha permitido la oportunidad de estar con ustedes y de expresar un punto de vista en este importante tema que es la salud y también lo que es la reforma fiscal, y los impactos que tienen en lo que son las políticas, y con ello, lo que es el financiamiento y la prestación de servicios de salud.

Empezaré por decirles y hacerles saber, lo que es la Asociación Mexicana de Hospitales, unas cuantas palabras. La Asociación Mexicana de Hospitales, es una asociación civil no gubernamental, por supuesto, que tiene aproximadamente 50 años de existencia y cuyo objetivo es básicamente coadyuvar al desarrollo del sector hospitalario, ya sea público o privado, a través de lo que es la formación o capacitación de recursos humanos para la administración de los hospitales; y también, por supuesto, coadyuvamos y estamos muy atentos a todo lo que tenga que ver con el desarrollo de la infraestructura hospitalaria, ya sea vía normas oficiales, o , por ejemplo, el programa de medianas y pequeñas industrias, donde participamos activamente, y que tiene que ver con el fortalecimiento del sector hospitalario.

Y ya en lo que es materia del seminario del día de hoy, traemos algunos puntos, básicamente acuerdos entre los miembros y el punto de vista de la asociación. En principio, hemos revisado lo que es el Programa Nacional de Salud y también estamos enterados de lo que fue y es la propuesta de reforma fiscal. Al respecto, nosotros hemos establecido lo siguiente:

Uno, que los problemas de salud que existen en la población plantean enormes retos todavía para el sistema de salud, en donde el gasto que todavía tenemos hoy para atender al mismo, pues no es suficiente. Y esto lo vemos, si nos comparamos con otros países que son similares a nosotros. No estamos viendo países como Estados Unidos, que tiene un gasto excesivo de lo que es su proporción del PIB para la atención a la salud, pero México, comparado con otros países en desarrollo y de la región, todavía tiene mucho, todavía tiene una brecha que cerrar, para poder solventar los problemas que aquejan a la población.

También, a pesar de los avances que existen en lo que es la cobertura de los servicios de salud para la población mexicana, pues todavía se aprecian y ustedes pueden ver en algunas estadísticas oficiales que existe inequidad en lo que es la asignación y la distribución de los recursos, tanto financieros como humanos y materiales.

Consideramos que hoy es bastante claro un principio de ciudadanía para tener acceso a los servicios de salud y tener el derecho de protección a la salud, y no sería posible bajo este principio de ciudadanía que se establece claramente en lo que es el programa de estudios de salud, que se dé cabida a las fuerzas del mercado para que éstas orienten y guíen la política sanitaria. En ese sentido, habría una contradicción y hoy, creo que como es explícito el principio, pues no es posible.

Asimismo sabemos y constatamos que no hay recurso público que alcance para poder solventar la necesidad de salud de la población y cumplir con las metas del programa, donde se habla de una cobertura universal, de una serie de elementos y de un seguro universal también para la población, pero bajo un esquema puramente público o con esos recursos. Puramente público es difícil que éstos se den, por lo que nosotros consideramos que es muy importante la convivencia y la coordinación que existan en el sector público y el privado, para que también el privado se sume a esta importante tarea que se establece en el Programa Nacional de Salud.

Pero aquí es donde ya empezamos a tener una serie de planteamientos que van muy de la mano con lo que es el tema del seminario del día de hoy. La postura que nosotros hemos establecido en relación con el impacto de la reforma fiscal, es que consideramos que definitivamente tiene que haber una, no sabemos en qué medida y si se graven o no los medicamentos, pero sabemos que pudiera ser una medida regresiva o de impacto, o de inflación, sobre todo para la población que tiene menos recursos.

Si vemos muchos trabajos y mucho de lo que es el gasto en salud, aproximadamente el 50 por ciento del gasto se da fuera de bolsillo y otras estadísticas hablan que la población que accese al servicio público, en un 80 por ciento cubre sus necesidades de medicamentos, a lo mejor esa medida de impactar con el IVA los medicamentos pues, realmente, no es tan perjudicial para la población de escasos recursos y sí ayudaría contar con recursos adicionales para que el sistema pueda dar y pueda cumplir lo que se establece como meta para esta administración.

No hablamos si es el 15 o lo que sea, sino que consideramos que debe de haber y debe de ser muy cuidadoso este análisis, a fin de evitar que no se lesione sobre todo a la población de bajos recursos. Y otro aspecto sobre este punto que también consideramos, es que bajo un enfoque muy cuidadoso y procurando evitar que se convierta en una medida regresiva, habrá que estar muy atentos a lo relativa a la deducción de los gastos médicos, tanto los gastos médicos que se hacen en el primer nivel, como los que son por consultas médicas, ya que una buena parte de consulta médica privada se realiza por parte de la población que hoy pudiera tener acceso a los servicios públicos, pero que por alguna razón no acude a ellos, y van y pagan.

Y otro punto que pudiera darse sobre el que debemos estar muy atentos es también, en qué grado y en qué medida se hacen deducibles los gastos de atención médica y de hospitalización. Nosotros vemos que en el Programa Nacional de Salud hay una intención, que vía un seguro de gastos totales, un seguro de cobertura total, sea la forma adecuada para que la población acceda a un seguro que cubra la mayor parte de sus necesidades; y por otra parte, que vía esta modalidad de seguro, con un buen análisis, pueda irse dando algún tipo de exención fiscal.

Esto nosotros lo hemos discutido, incluso con la Asociación de Hospitales Privados, y acerca de lo cual ya el ingeniero Perusquía en la segunda ponencia estableció el punto de vista correspondiente. Nosotros, en buena medida, estamos asimismo apoyándola; porque al final de cuentas la hemos discutido ambos y consideramos que por ahí debe ser el camino.

Me quedaría por agradecerles nuevamente la invitación y que esto que hoy se discute, que hoy se establece, sirva como insumo para lo que sea que venga, pero que signifique, por supuesto, un estímulo para el desarrollo de la economía del país, porque la salud tiene que ver mucho con lo que es el desarrollo de la comunidad.

-LA DIPUTADA MARIA EUGENIA GALVÁN: Por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, el actuario Antonio Fernández Suárez. Muchas gracias al doctor Víctor Ramírez González.

 

Actuario Antonio Fernández Suárez
Asociación Mexicana de Instituciones de Seguro

Agradecemos muchísimo, a los miembros de esta Comisión de Salud y a usted, señora presidenta, la diputada María Eugenia Galván, por su invitación.

Ahora que escuchaba yo al resto de las personas que han presidido esta presentación, estaba yo escribiendo las coincidencias que tenemos en la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, con un montón de las cosas que aquí se plantearon. Y querría yo hacer primero un recuento de éstas, antes de entrar al tema central de lo que tenía yo preparado para comentar con ustedes el día de hoy.

Nosotros coincidimos, sobre todo, en la necesidad de un mejor nivel de atención médica para todos los mexicanos y lo digo no solo como asegurador, sino también como mexicano; creemos que es fundamental el encontrar los mecanismos que a eso nos lleve. Creemos por supuesto, en el respeto a la actuación médica, a la actuación de los hospitales, y a la actuación de todos y cada uno de los proveedores profesionales de servicios o de insumos para la salud y en eso nunca iremos en contra de lo que las distintas profesiones, con todo el respeto que merecen, deben de hacer en este negocio, en este servicio, en este mundo de la salud.

Respetamos por supuesto, a la medicina y a las instituciones de seguridad social, no quisiéramos cargar el muertito de la quiebra del seguro social, de ninguna manera; nosotros, no creemos que la única manera de hacer bien la salud en este país, sea simplemente privatizando el seguro social, sino que creemos que hay otras formas mucho más sofisticadas, mucho más complejas, pero mucho más interesantes de lograr los resultados que todos queremos.

Coincidimos también por supuesto, en el respeto a la libre elección, en el respeto a la inteligencia y en el respeto a las preferencias de las personas; nosotros como aseguradores si no respetamos lo que las personas quieren, imagínense, no podríamos vender seguros. Nosotros creemos que debemos de respetar, lo que cada una de las personas quiere y que nuestra labor está en hacer coincidir la oferta de los diferentes proveedores de servicios de salud, con los gustos, las preferencias y la inteligencia de la libertad que tienen cada uno de los asegurados o de los pacientes.

Creemos también en el apego a las reglas y a las leyes que sustentan la solvencia de las compañías de seguros, estas instituciones han pasado en México por una revolución, dos guerras mundiales, un montón de crisis económicas y ahí siguen, me parece que en parte, afortunadamente gracias al apego que hemos tenido, a las leyes que soportan la solvencia y la solidez financiera de las empresas de seguros, que es nuestra principal función.

Y, creemos por supuesto también, en que debemos de respetar a todas aquellas reglas que colateralmente nos lleven a garantizar que nuestros asegurados están teniendo acceso y derecho a la mejor medicina, a la que puedan tener ellos acceso.

Entrando al tema de este seminario, y posiblemente la coincidencia más interesante de todas, tiene que ver precisamente con el tema de la deducibilidad de las primas de seguros. Efectivamente se ha comentado aquí, que por tratar de deshacer una distorsión en la Ley Fiscal, se está creando otra y nosotros creemos en eso mismo.

Nosotros hemos, desde mucho tiempo pensando, que así como el gasto directo del bolsillo es deducible, así también deberían de serlo las primas de seguros, que finalmente van a caer a eso, al gasto de salud de las personas. Tampoco creemos que sea necesario que para que ello se dé, se limite a que una cosa sea deducible en función de que la otra cosa se haya comprado; por lo que nosotros coincidimos entonces, con la mayoría de las posiciones que hoy se han dado, en el sentido de que, desde el punto de vista de la reforma fiscal, para nosotros el tema más importante, el tema central y del que podemos nosotros hablar y decirles algo hoy, es en hacer deducibles las primas de seguros de gastos médicos y de seguros de salud, igual como se hace deducible el gasto médico directo de bolsillo y que esto sea elección de cada persona, él como lo quiera llevar a cabo.

Y para eso hemos preparado una serie de ventajas, de lo que vemos nosotros que esto podría llevar a diferentes aspectos de la sociedad. En primer lugar, en cuanto a los aspectos fiscales; en esta parte, creemos que con esto lograríamos equidad con la deducción del gasto directo, lograríamos transparencia, equidad y control en la fiscalización de todos los participantes del sistema de salud, es decir, los hospitales, los médicos, las clínicas, los laboratorios, las aseguradoras, los agentes de seguros.

Creemos que esto genera además en esta reforma fiscal, la creación de otros impuestos indirectos, las primas de gastos médicos, ustedes lo saben, son afectas al pago del IVA y además se generarían impuestos indirectos de las propias aseguradoras y de los otros personajes que participamos en este medio.

Desde el punto de vista del sector asegurador, por supuesto que vemos ventajas y beneficios para nuestra industria; creemos que esto ayudaría al crecimiento y penetración del mercado mexicano de seguros. El mercado mexicano de seguros hoy, tiene una penetración al PIB, francamente baja.

Los seguros de gastos médicos representan, a últimas fechas y eso que la gráfica ha subido un poquito, en los últimos años, solamente el 0.18 por ciento de lo que el PIB es en México. Eso representa el seguro de gastos médicos y, sin duda, creemos que estos mecanismos fiscales deberían de ayudar para que el seguro de gastos médicos pudiera penetrar de forma más importante.

Los seguros de accidentes y enfermedades, en términos generales, representan un poquito más del 10 por ciento, el 11 por ciento, casi, del total de los seguros que vendemos las asociaciones mexicanas de instituciones de seguros, solamente, el otro 90 por ciento está representado por seguros de vida y seguros de daños patrimoniales a automóviles o a bienes inmuebles.

El crecimiento real del seguro de gastos médicos ha sido importante, como ustedes ven en la gráfica, a junio de este año, tenemos un crecimiento superior al 20 por ciento, sin embargo, como les digo, creemos que falta muchísimo por hacer, como lo que sucede en otros países.

El desarrollo del seguro mexicano, en términos muy generales y hablando del total de lo que los seguros han penetrado en otros países, lo pueden ver ustedes en la gráfica que les presento aquí, en donde México está en el primero de los renglones, con solamente un 1.71 por ciento de penetración en el PIB, esto se refiere a todos los seguros vendidos en México, pero países como Argentina, Brasil, Chile, España, Canadá, Estados Unidos, y no se diga, en casos ya muy extremos, como Japón, están en niveles de 1.85, 2, 3, 6, 8 y hasta 12 por ciento de penetración, comparado con el PIB de esos países.

Sin duda, en México, la industria mexicana del seguro, es incipiente, es pequeña y requiere de incentivos, como en otros lugares se le han dado, para poder financiar su desarrollo.

El número de asegurados que tenemos en el seguro de gastos médicos en México, ya se comentaba por ahí esta cifra, es de aproximadamente 3 millones de personas. Alguien, creo que el doctor Fernández, decía que se esperaba tener crecimiento de estos 3 millones a 9 millones de gentes.

En los últimos años, en los últimos 6 ó 7 años, hemos crecido de un millón 600 mil, un millón 700 mil, a estos 3 millones de gentes y, sin duda, sería interesante ver cómo pudiéramos captar otra parte importante de la población, a la que le pudiéramos ofrecer este servicio de la seguridad de un seguro de gastos médicos.

El impulso, por supuesto, se daría tanto a la población asegurada, que ahora, como les decía, es un poco más de 3 millones, como a las aseguradoras que, en su conjunto, representan hoy a 24 aseguradoras, que ofrecen la posibilidad de un seguro de gastos médicos y 14 empresas de salud, que están en el proceso de convertirse en una ISES, en cuanto terminaran con todos los requisitos, que en este momento están pasando con las diferentes autoridades que las regularán.

Otras ventajas y beneficios, los vemos en cuanto a la seguridad social, es decir, al esquema completo de seguridad social del país. Hay alguna parte de las personas que tienen seguridad social, que prefieren atender la salud personal y de sus familias, en instituciones privadas, como las que muchas de las gentes que están aquí representan, y hay muchas gentes que no tienen seguridad social en México y eso también ya se dijo.

Nosotros creemos que el desarrollo al seguro de gastos médicos, le descarga al aparato de seguridad social, una parte importante del peso tan enorme que tiene, como se mencionaba ahora, cargar en las espaldas el costo completo de la salud de todos los mexicanos a una sola institución, parece misión mucho más que imposible, y creemos que las compañías de seguros, podemos ayudar a descargar una parte importante de esta enorme responsabilidad, que la seguridad social tiene en este país.

Creemos en la liberación de la demanda de servicios de la seguridad social, ya se mencionaba, el 6.2 por ciento de los asegurados del IMSS, también tienen una cobertura de seguros; el 2 por ciento de los asegurados del ISSSTE, también tiene una cobertura de seguros, con Aseguradora Hidalgo, que ofrece sus seguros a las personas que trabajan en las instituciones federales.

Y vemos que hay una parte muy importante, como un mercado potencial, de gente que además, adicionalmente de los que por su gusto prefieren atenderse en la parte privada de la salud en México, hay una parte importantísima, que nosotros estimamos dentro de la población económicamente activa de este país, que deben de ser aproximadamente 37, 38 millones de personas, identificamos a 18 millones de gentes que están involucradas en los sistemas de seguridad social, tipo el IMSS, el ISSSTE, el de Pemex y otros.

Pero hay aproximadamente 20 millones de gentes, que representan seguramente a 20 millones de familias, aunque puede haber algún traslape con el número anterior, que no tienen un seguro, de ninguna de las formas de seguridad social con las que en este país contamos.

Hay un montón de profesionistas independientes, de gente que no está asalariada o que no está dentro del aparato burocrático, que no cuenta con un seguro de salud y que, por lo tanto, el seguro de salud privado, a través de instituciones de seguro, es la única opción de previsión financiera y de protección de largo plazo que puede tener para su propia seguridad.

Creemos que este desarrollo debe de tener beneficios y ventajas para los proveedores de salud privada, sobre todo, porque creemos que el desarrollo del seguro debe conllevar, sin ninguna duda, a la hora de ver más demanda, la necesidad de una mayor oferta y, por lo tanto, tiene que haber el desarrollo de la infraestructura de proveedores de salud privada, de más consultorios, de trabajo para más médicos, para más hospitales, para más laboratorios, para más enfermeras, para más técnicos y para más gente que está relacionada con este medio.

Creemos que podemos ver reflejado en el tamaño de las redes o de las gentes con las que tenemos convenios y con las que trabajamos hoy, tanto de médicos, como de hospitales, hoy, aproximadamente, estamos trabajando con 6 mil médicos, de posiblemente 28 mil médicos certificados y 174 mil médicos en total en este país, trabajamos con aproximadamente 270 hospitales, de los aproximadamente 2 mil 100 hospitales privados en México, de los cuáles, como ya se comentó, sólo alrededor de 85, y la cifra de repente puede variar, tienen más de 50 camas y un mil 106, menos de 5 camas, y creemos que esto puede ayudar en gran medida al desarrollo de la infraestructura que la iniciativa privada y la parte privada de la salud, le puede dar a este país.

Como muestra de la derrama de pago de siniestros que tenemos a junio de este año, a junio de 2001, de lo que va en este año, se ha derramado, en base a honorarios médicos, más de un mil 50 millones de pesos, más de un mil 500 millones de pesos a hospitales privados, 137 millones de pesos en medicamentos, 260 millones en estudios auxiliares de diagnóstico y otros gastos, como de ambulancias, enfermería y este tipo de cosas, 331 millones de pesos, que hacen un total de 3 mil 300 millones de pesos, de enero a junio de este año, como derrama de las aseguradoras hacia los proveedores de salud privada en este país.

Creemos, por lo tanto, que esto tendrá que representar, en oportunidades de trabajo, como decíamos, para todos los participantes de la proveeduría de salud privada en México. Y lo más importante, estoy seguro que para todos en AMINS, está representado en las ventajas y beneficios que el seguro de gastos médicos tiene para sus personas y para su familias.

Nosotros todos los días trabajamos con la parte fría y dura de la medicina, que es el costo que ésta tiene. Nosotros todos los días vemos a la gente que, desafortunadamente, no tendría otra manera de pagar su salud, más que con un seguro. Y muchas de estas enfermedades, hoy por hoy, querámoslo o no, tienen costos muy importantes.

Algunos ejemplos: Tenemos promedios de costos en cuestiones sencillas, como apendicitis, como hepatitis, como hemorroides, como hernias inguinales, que van del orden de los veintitantos y treinta y tantos mil pesos en los promedios. Aunque no son raros los casos, desgraciadamente, en los que complicaciones de este tipo de enfermedades, yo soy Doctor, no me vayan a pedir que les platique cuáles son, pero yo soy actuario, imagínense, pero estas complicaciones en niños, en personas mayores o algunos casos muy graves, llegan a tener cantidades impresionante de costo, que afortunadamente un seguro de gastos médicos puede proteger.

Y como muestra, traemos aquí algunos casos, estos son casos concretos, en los que queremos enseñarles a ustedes, cómo un seguro de gastos médicos puede cubrir el costo catastrófico de enfermedades terminales o muy importantes, que algunas personas, insisto, la única forma de poderlas cubrir, es a través de un seguro de gastos médicos privado.

Hemos escogido aquí, algunos casos, en los que decimos que las aseguradoras creemos que la responsabilidad que tenemos, es darles opciones a los asegurados para elegir, y hoy por hoy lo pueden hacer entre 38 aseguradoras y más de 200 coberturas diferentes, más o menos limitadas en pesos o en dólares en México o en el extranjero, con una o con otra forma de seguros, casos de seguros en los que, además de cubrir las cosas relativamente normales o más frecuentes, podamos llegar a cubrir también las cosas más catastróficas.

Yo no sé cómo le harían algunas personas para cubrir casos como éstos, son casos de personas que tienen nombre y apellidos, no son ejemplos teóricos, en donde hemos pagado algunos casos de cáncer, que han llegado a costar el equivalente a un millón y medio de dólares, algunos accidentes de politraumatismo, con un montonal de problemas juntos, que han llegado a costar 780 mil dólares, trasplantes que hemos pagado, en cifras cercanas a 900 mil dólares o leucemias o cosas por el estilo, que pueden costar varios millones de pesos.

Cuando trabaja uno en una aseguradora y se presentan estos casos y ve uno lo que pudo haber representado un problema como estos a una familia, les digo una cosa, da mucho gusto y se levanta uno al día siguiente con más ganas de seguir trabajando en este ramo, en este medio y por este país.

Creemos que el impulso a la cultura de prevención, para buscar la protección de la población mexicana, es fundamental. Creemos que en México necesitamos cambiar nuestra mente cortoplacista, nuestra mente de hoy, nuestra mente de quién sabe qué pasará mañana, pero me preocupa sólo el hoy, que seguramente muchas de las crisis por las que hemos pasado a eso nos han llevado, a una mente de prevención, no sólo en la salud, sino también en lo financiero, y a una mente de una cultura de previsión y de largo plazo, antes que un cortoplacismo, que no nos va a llevar nunca a desarrollar lo que queremos desarrollar por este nuestro México.

Creemos, por lo tanto, que de hacerse caso a esta postura, en la que tanto los seguros de gastos médicos, como el gasto médico pagado directamente del bolsillo de las gentes, sean ambos deducibles, sin tener que ligar una cosa con la otra, creemos que esto, en esta reforma fiscal, ayudaría sin duda, a mejorar la situación económica de todos los mexicanos, para lograr así, lo que creemos es nuestro fin último de todos los que estamos en este apasionante mundo de la salud, que es el de desarrollar a nuestro país, a los niveles que todos queremos que llegue.

Muchísimas gracias y con permiso.

LA C.: Muchas gracias, muy interesante. Por último, tenemos a la licenciada Mariana Barrasa Llorent, asesora de la Coordinación General de Planeación Estratégica de la Secretaría de Salud. Posteriormente daremos un mensaje por cada uno de los diputados que estamos presentes, y quien así lo quiera hacer o alguna pregunta en específico.

 

Licenciada, bienvenida.

Licenciada Mariana Barrasa Llorent
Asesora de la Coordinación General de Planeación Estratégica
de la Secretaría de Salud

Buenas noches, muchas gracias a todos los presentes y a la Comisión de Salud por la invitación, vengo en representación del Secretario y, antes que nada, quisiera decir que la posición de la Secretaría, es estar abierta a escuchar a escuchar todas las opiniones de todos los que han podido asistir a este foro, así como a otros foros.

Nos interesa mucho conocer la visión de todos los posibles impactos de la propuesta, creemos que, por el momento, el papel fundamental está por parte del cuerpo Legislativo, en quien confiamos para que escuche todas estas opiniones, de manera que se enriquezca lo más posible la propuesta.

En ese sentido, yo nada más quiero hacerles saber que todos sus comentarios y todas las posiciones y las visiones serán tomadas en cuenta, serán enviadas al Secretario y nada más me gustaría puntualizar, muy brevemente, algunos puntos.

En primer término, nos satisface mucho el que la gente empiece a conocer con mayor detalle el Programa Nacional de Salud, creemos que es un documento muy importante para definir políticas, para hacer una guía de toda la política social. Es efectivamente un documento que se generó con mucho consenso, porque creemos que la política en salud, no debe de venir nada más de manera unilateral.

Por otro lado, en términos de lo que es la nueva hacienda pública distributiva, en cuanto a la lista de medicamentos a los que se propone no aplicar la tasa cero, digo, el incremento en la tasa del IVA, una lista que se genera en el seno del Consejo de Salubridad General, por lo que la propuesta también viene de un consenso en términos del carácter regresivo de la propuesta al IVA. Es por eso que la Secretaría apoya el aplicar o mantener la tasa 0 a esta lista de medicamentos esenciales.

Creemos que es muy importante pero también apoyamos el resto de lo que es la propuesta en la materia del IVA.

En términos de las deducibilidad de gastos de bolsillo o gastos médicos y de primas, creemos que las opiniones vertidas aquí son muy importantes y esperamos que el Cuerpo Legislativo las tome en cuenta para enriquecer esta propuesta y por último, en términos del Seguro Popular queremos nada más enfatizar como ya lo comentó la Presidenta de la Comisión de que no se trata en ningún momento de privatizar, es un Programa que busca dar protección financiera a la población que actualmente no cuenta con acceso a ningún tipo de aseguramiento ya sea privado o público y en una primera fase se va a soportar fundamentalmente en la estructura de la Secretaría de Salud.

Es decir, es un Seguro y un Programa de carácter 100 por ciento público, en ningún momento estamos hablando de privatizar y mucho menos estamos hablando de privatizar a lo que es la Seguridad Social.

Eso sería todo por mi parte, pero nuevamente muchísimas gracias. Creemos que es un Foro muy importante para verter opiniones.

Mesa redonda

—LA C. : Muchas gracias; Licenciada.

La democracia no se agota con el voto, lo hemos dicho en varias oportunidades. La democracia es la participación de todos los ciudadanos en las decisiones de Gobierno, es por eso que hemos abierto este pequeño Foro que quizá no sea el primero, que haya otros foros con economistas o sigamos estudiando este asunto.

Quiero informarles que la Versión Estenográfica de esta reunión será pasada en su totalidad a todos los miembros de la Comisión de Salud y al Presidente de la Comisión de Hacienda, que es donde se estipuló que allí se harían los acuerdos principales, claro con el voto de todos, pero allí se estudia desde el punto de vista económico lo referente a la Reforma Fiscal y quiero pasarle el uso del micrófono a la diputada Adela Graniel, quien tiene un mensaje. Asimismo los diputados que quisieran participar; el diputado Leines que quisiera participar en este mensaje.

—LA DIPUTADA ADELA DEL CARMEN GRANIEL CAMPOS: Gracias, muchas gracias. Agradecer a todos ustedes su participación, a los ponentes; hemos escuchado todas sus inquietudes, las presentación que también han tenido ante la Mesa Directiva de la Comisión de Salud, todas serán muy bien analizadas con el compromiso también de enriquecer estas propuestas en nuestros distritos, allí también estamos haciendo consultas con nuestros ciudadanos hasta las comunidades más apartadas, con las personas de todos los niveles económicos y el compromiso de determinar que todas las fracciones parlamentarias podamos tener o dar al final de cuentas mayores recursos a la investigación Científica, a la Seguridad Social, en general pues para la Secretaria de Salud y también el compromiso de vigilar que estos recursos también sean usados con mucha transparencia y algo muy importante que se ha vertido aquí es reiterar el compromiso de revisar la Ley General de Salud gracias a las intervenciones de los doctores y a la Ley General de Profesiones y tengan la seguridad de que nuestro trabajo va a ser en base a esto, en base a la consulta.

Nosotros somos quienes estamos representándoles a ustedes, el compromiso es con todos los ciudadanos y que espero primeramente que al final tengamos una Reforma Fiscal a la altura y que no perjudique a todos los ciudadanos, mucho menos a los más pobres.

Les agradecemos a ustedes el compromiso de no fallarles. Muchas gracias. Image35.gif (133265 bytes)

—EL DIPUTADO EDUARDO ABRAHAM LEINES BARRERA: Compañeros diputados, señoras y señores, público en general, yo quisiera hacer una distinción especial a todos los ponentes que pasaron a este foro, al ingeniero Ernesto Perusquía, al doctor Julio Sotelo, a nuestro amigo Héctor Fernández González, al doctor Jorge Cervantes Castro, al ingeniero Miguel Ángel Valencia, así como al doctor Víctor Ramírez, Arturo Antonio Fernández y a la licenciada que viene en representación Mariana Barraza, de la Secretaría de Salud.

Yo quisiera comentarles que comparto en el 100 por ciento las participaciones de la mayor parte de los ponentes y que en lo particular, en la comparecencia del Secretario de Salud el viernes pasado, dimos un posicionamiento donde abarcamos precisamente todo lo que se ha expuesto aquí.

Estos foros nos sirven mucho a nosotros los legisladores para que las políticas que implementemos aquí en este Congreso de la Unión van a ser con mucho criterio y con mucha madurez.

Créanme que a reserva de algún comentario que en lo particular hizo el ingeniero Miguel Ángel Valencia, nosotros en primer lugar tenemos que súperanalizar el gravar los medicamentos, que si bien es cierto, de los 100 millones de mexicanos que ya somos, aproximadamente 60 son pobres.

Entonces, a nosotros tampoco no nos va a interesar que el Gobierno tenga que gastar más para que le demos entrada a los genéricos intercambiables y hacer un estudio muy minucioso y certificar su bioequivalencia y su biodisponibilidad.

Siento que a pesar de que cueste muy caro como lo acaban de mencionar, está en juego la salud de todos los mexicanos y que si hacemos una suma matemática, yo creo que tiene más ahorro el Gobierno de la República en meter al Sector Salud principalmente, estos genéricos intercambiables que lo que se pueda gastar en su bioequivalencia y su biodisponibilidad.

Así, yo quisiera decirles que este recurso que trata de recabar el Gobierno Federal, que exactamente son 6 mil 500 millones de pesos con gravar, meterle el IVA a los medicamentos, nosotros hemos dicho siempre que si le pone 1 peso a cada cajetilla de cigarros o 2 pesos a cada cerveza, puede recabar hasta 4 ó 5 veces más que lo que puede en gravar los medicamentos.

Vamos a seguir estudiando todas estas propuestas, todas estas opiniones que han vertido aquí en este Foro y créannos que aquí en la Comisión de Salud estamos velando no importando religión ni partido político. Estamos compartiendo el beneficio para los mexicanos y créannos que lo vamos a hacer con mucho tino. Muchas gracias.

—LA C. : El doctor Salvador Escobedo, el Diputado Médico. Pase.

—EL DIPUTADO, DOCTOR NEFTALÍ SALVADOR ESCOBEDO ZOLETTO: Gracias. Bueno, yo también agradecer antes que nada a todos los ponentes porque nos hacen ver muchísimas cosas a los que tenemos en este momento la obligación, el deber de lograr una legislatura que ayude a la salud de los mexicanos, pero no quiero dejar pasar este momento para que también podamos reflexionar que el problema no es únicamente de los legisladores y que los que estamos aquí presentes o muchos de los que estamos presentes también tenemos cosas que hacer en nuestras diversas áreas.

Sabemos, creo que coincidimos todos en que necesitamos más dinero para llevar más Salud Pública a los mexicanos y que dentro de estos, los más necesitados son los que más requieren de nuestra atención.

Para ello hay que recaudar más dinero, algunos no están de acuerdo en el IVA, otros sí están de acuerdo, otros en forma sectaria pero yo creo que todos en el ámbito de nuestro margen o de lo que podamos hacer, algo podemos llevarnos a nuestros lugares y también pensar en otras posibles soluciones.

Por ejemplo, estuvo el representante de los farmacéuticos, por qué no nos presentan como una posible opción el disminuir el costo a los medicamentos, eso también puede ser una solución para llevar más salud a los mexicanos.

No puedo yo entender y se los pongo a ustedes como ejemplo, cómo el Captopryl pueda costarle al Seguro Social 4..58 la caja y el Capotena en una farmacia cueste 160.

Yo creo que los que fabrican medicamentos también puede bajarle el precio a sus medicamentos y eso coadyuvar a la salud de los mexicanos, a la salud de los más necesitados.

Si nos vamos con los aspectos de Medicina de las instituciones de Salud, los seguros pues yo voy de acuerdo que sea una situación que nosotros tengamos que impulsar pero yo les preguntaría ¿que no podrían llevarse a su casa la posibilidad de que las reglas del juego las hicieran en forma conjunta con los pacientes y con los médicos?, cuántos médicos se sienten agraviados por los malos pagos o las malas relaciones que existen con algunas instituciones de Salud no porque sean malas, sino que por desgracia muchas veces están manejadas o siempre están manejadas por seres humanos que somos factibles de mejorar y en muchas ocasiones somos malos como entidades humanas.

Entonces, qué tanto se puede uno llevar a casa y decir: "bueno, vamos a tomar en cuenta a los médicos, vamos a tomar en cuenta a los pacientes para dar un mejor servicio cada día a los que son o posibles derechohabientes de esas instituciones de Salud", qué tanto los médicos también podemos poner de nuestra parte en decir: "bueno, vamos a tener con las mismas instituciones de seguros, con las mismas situaciones de salud, diferentes formas de cobrar nuestros honorarios", por qué, porque no es lo mismo cuando estamos hablando de un Seguro Popular que tantas ganas se le está echando para ser, que podamos o queramos cobrar no sé, 15 mil pesos por una fractura de tibia a lo mejor a ese tipo de seguros también podemos decirle: "sabes qué con mil, para que esa pobre gente pueda tener agente a ese tipo de seguridad".

O sea, yo creo que todos podemos poner algo de nuestra parte y no dejarle a un Ejecutivo Federal toda la responsabilidad de la salud de 100 mexicanos, de los cuales 40 millones no tienen un peso para poder pagarla, ni podemos darle toda la responsabilidad al Legislativo para que se haga bolas y a ver cómo le consigue dinero al Ejecutivo Federal para que pueda actuar en los planes de Salud.

Yo creo que todos podemos hacer algo y estos foros nos ayudan a escuchar y a ver que existen otros puntos de vista que también nosotros podríamos tomar como posibles fuentes para nuestro actuar en el futuro.

El problema de la salud de México no lo podemos echar ni el Legislativo ni el Ejecutivo, el problema de salud en México es de todos los mexicanos y todos debemos poder pensar en que podemos hacer algo por ellos.

Ésa es la reflexión que yo hago, después de este Foro que me parece extraordinario porque de una u otra forma, todos los que tienen que ver con salud, medicamentos, médicos, asociaciones médicas, asociaciones de hospitales, asociaciones de seguros y unos servidores que estamos en la parte legislativa y también la parte ejecutiva que está aquí presente, tomamos las opiniones de todos y yo creo que todos podemos poner algo y mucho más de lo que estamos poniendo para lograr salud para los mexicanos y los más pobres por sobre todo.

Muchas gracias.

—LA C. : ¿Algún otro comentario por parte de los diputados? Diputado Carlos Valenzuela, médico también.

—EL DIPUTADO, DOCTOR CARLOS ALBERTO VALENZUELA CABRALES: No quisiera caer en lo tautológico, pero también quiero extender el agradecimiento a todos los ponentes del día de hoy, sus ponencias han sido muy enriquecedoras y además felicitarlos porque veo que están bien enterados de la Reforma que se está tratando de llevar en esta Cámara de Diputados.

En lo que sí quiero yo subrayar es que, con gusto pues de que tenemos dos puntos de vista coincidentes, uno de ellos es que México necesita una Reforma Fiscal para captar más recursos para cumplir con sus compromisos. Número dos, aquí en especial en la Comisión de Salud es que se necesita más dinero para que se canalice al Sector Salud.

Eso es algo que nosotros hemos venido analizando en la Comisión y que vemos con gusto de que ustedes también lo expresaron el día de hoy. No quiero hacerlo más extensivo, ha sido enriquecedor estar con ustedes y de nuevo les reitero las gracias.

—LA C. : Muchas gracias, yo anoté algunas coincidencias, como conclusión muy breve por si alguien no está de acuerdo.

Yo creo que en lo que todo coincidimos primero: incrementar recursos para instituciones públicas de salud, segundo deducibilidad de seguros médicos y de recibos médicos; tercero, impulso a genéricos intercambiables; cuarto, aumento al impuesto en tabaco y alcohol; quinto, fomentar cultura de prevención y previsión y sexto, los sistemas de salud trabajan siempre con necesidades infinitas y con recursos finitos.

Creo que en esto hemos estado todos de acuerdo y serán algunas conclusiones que también pasaremos en concreto.

Pues muchísimas gracias, ha sido muy enriquecedor, muy amables por su tiempo.

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