PROPUESTA ESPECÍFICA
Como hemos revisado a lo largo de los cuatro capítulos precedentes, el control parlamentario tiene un sustento jurídico que abarca desde los aspectos de establecimiento del presupuesto hasta los de control y fiscalización, pero que debemos darnos cuenta que al ser el parlamento un centro de poder en sí mismo, además de un contrapeso a otros poderes, esto nos lleva a considerar al control parlamentario como un elemento dinámico que va evolucionando junto con las nuevas relaciones de los actores políticos.
En este escenario, el control parlamentario debe adaptarse a las relaciones reales de poder que se viven en un Estado, y esto quiere decir que en nuestra época de globalidad estas relaciones no se limitan a la actuación entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, de un país, sino que existen de manera clara otros actores y fuerzas reales de poder que están ubicadas más allá de las fronteras nacionales, y que como en la experiencia europea, van conformando estructuras que trascienden los Estados y en las cuales el parlamento tiende a controlar estas nuevas realidades.
Pensando en un escenario de prospectiva en el desarrollo de estas relaciones de globalidad, no es ilusorio pensar que la evolución económica produzca la conformación de 4 grandes bloques: América, Europa, Asia Pacífico, y Africa. Y que en un lapso no tan lejano a 30 años cada país integrante de cada bloque propusiera el establecer la relación entre ellos mediante una nueva Constitución, que sería conformada a partir de los puntos más relevantes de cada una de ellas y de los intereses legítimos de cada uno de esos pueblos, recordando el momento en que las 13 colonias deciden conformar los Estados Unidos a partir de su Constitución.
En este escenario, el constituir el parlamento supranacional, a la manera del parlamento europeo, se volvería la modalidad adecuada para responder a la nueva realidad del poder y a las interacciones entre gobierno y pueblo. De esta forma, el control parlamentario irá evolucionando y adquiriendo un sustento jurídico y político diferente y adecuado a la nueva realidad de su tiempo.
Por lo pronto, uno de los primeros pasos para que sea el parlamento el que ejerza su función de control en las relaciones que superan las fronteras nacionales, es precisamente establecer una colaboración entre los poderes legislativos de los países, para que sean los parlamentos, contrapesos naturales del ejecutivo e integrados por los representantes del pueblo, los que defiendan a este de cualquier acción que afecte a los intereses y a la vida de la nación.
RESUMEN EJECUTIVO
El control es, junto con la función legislativa, una de las tareas fundamentales del Poder Legislativo en nuestro sistema político. Es por ello importante que como estudiosos del Derecho Constitucional y Parlamentario, examinemos a detalle cuáles son las implicaciones jurídicas y pragmáticas del control y cómo se sustenta esta actividad en un escenario de cambios tanto en la nacional como en lo concerniente a los problemas y oportunidades de la globalidad.
La presente tesina pretende ser un acercamiento al tema del Control Parlamentario en México, en momentos donde el mandato popular de la pasada elección ha determinado una composición plural del Congreso y donde ninguna de las fuerzas políticas tiene mayoría, por lo que deberán realizarse en el terreno parlamentario los ejercicios básicos de la tarea política: escuchar al otro, plantear las propias ideas, conciliar los puntos divergentes, trabajar con el oponente del partido, todo ello con el propósito de servir al bien común, constituyendo a partir de la pluralidad partidista y no convirtiendo al Congreso en arena de disputas sin sentido, o donde la mezquindad se imponga a los altos intereses nacionales.
Es el control la tarea del poder legislativo que va a atraer más la atención de los medios de comunicación y la opinión pública cuando a partir de diciembre el poder ejecutivo esté encabezado por el primer Presidente no priísta, culminando así el proceso de transición democrática e iniciando una etapa inédita para partidos que ahora son oposición y otros que ahora son gobierno, pero siendo más exactos, entrando en una época donde el poder ejecutivo a sus tres niveles (federal, estatal y municipal) puede estar depositado en personas de diferentes partidos, además de la pluralidad ya comentada en los congresos locales y federal.
El capítulo I, la Naturaleza Jurídica del Presupuesto, aborda uno de los aspectos fundamentales de control que lleva a cabo el poder legislativo: la aprobación y fiscalización del presupuesto, tarea que implica tanto el plano material y administrativo como el de control político al aprobar y direccionar la asignación de recursos y vigilar su correcta observancia.
En lo que respecta al capítulo II, El control del Poder, título de la tesis del Doctor Diego Valadés, entramos al análisis de cómo se entrelaza la dinámina de la política y la necesidad de un control que se adapte a su evolución y permita realizar el equilibrio original plasmado en la Constitución. Esta realidad, sin embargo, queda rebasada con las fuerzas de la globalización que impulsan el surgimiento de un Estado supranacional, por lo que debemos pensar en nuevas formas de control, empezando por idear en el futuro constituciones que vayan más allá de los actuales estados nacionales.
El capítulo III, El control a través del recurso de amparo regulado en el artículo 42, LOTC, amplia la visión inicial del poder legislativo como el que ejerce el control, para abordar el tema de recurrir a un tercer poder, el Judicial, a través del amparo, para que el propio poder Legislativo, tenga un contrapeso para sus actos.
Finalmente, el
capítulo IV, El Control Parlamentario en México, aborda los aspectos que se refieren al órgano superior de fiscalización y el momento en el que el control se lleva a cabo en un proceso y la clasificación de los controles en cuatro tipos de autonomía: orgánica, de gestión, presupuestaria y jurídica.