RESUMEN EJECUTIVO
Conocer el proceso parlamentario es una obligación de un país, compararla con otros sistemas legislativos permite perfeccionar y en su caso compartir información para hacer que nuestras leyes se traduzcan en un beneficio de todos mediante la calidad de las mismas.
Analizar un sistema parlamentario diferente al nuestro, su aplicación y ejercicio permite observar, que se tiene una principal preocupación, lograr mediante el control del Ejecutivo una mejor aplicación de los recursos y que la observancia de las leyes no deje lugar a dudas más que el beneficio colectivo.
El presente trabajo, hace un análisis de las estructuras que conforman a los Parlamentos en diversas partes del mundo, haciendo especial énfasis al proceso legislativo y las partes que se encuentran involucradas en ello; como una parte integral de un todo y de un punto neurálgico del desarrollo democrático de los países que se encuentran en revisión.
En la actualidad, nuestro país se encuentra en un proceso de transformación que se caracteriza por presentar determinados factores de inestabilidad e incertidumbre; donde es evidente el establecer una nueva relación de gobierno entre las partes que la conforman, es necesario conocer las funciones que tendrán el nuevo parlamento y el nuevo ejecutivo; saber del funcionamiento de legislaciones de otras partes del mundo que nos permitan establecer una idea de cual será la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo en el futuro cercano, una vez establecida ésta prerrogativa, se tendrá idea del rumbo que tomará nuestra Nación.
PROPUESTA EJECUTIVA.
Existe en la mayoría de los parlamentos actuales una serie de características que han permitido su maduración e inclusive el mejoramiento del trabajo parlamentario; se sugiere que en un futuro algunas de ellas pudieran ser adoptadas en nuestro país con la finalidad de hacer al legislativo un fuerte protagonista de las grandes decisiones del país y que efectivamente sirva de peso y contrapeso ante los demás poderes de gobierno.
Las propuestas en concreto se centran en los siguientes puntos:
En lo referente a la reelección legislativa, es previsible que ocurra en nuestro país, a partir de la composición parlamentaria y el pluralismo político que existe en ambas cámaras. Esta situación existe en países como Chile, en donde la reelección de los legisladores, permite una mejor calidad de las leyes y en el ejercicio legislativo.
Ello tendría, entre otras, las siguientes ventajas:
Todo ello, se traduciría en el rompimiento de barreras que no permitían alcanzar la calidad en la aplicación de las leyes, así como la depuración de las mismas mediante la evaluación constante por parte de la ciudadanía; en este caso, el elector se vuelve juez y parte, con base en ese razonamiento se tendrá posibilidad de continuar o todo lo contrario.
Se propone la extensión del calendario de sesiones legislativas, ya que en el tiempo normal de funcionamiento de una legislatura, sumando los periodos ordinarios, es de 5 meses al año. Es decir, durante 7 meses, el Congreso no sesiona en forma ordinaria; la ampliación de los calendarios de sesiones no es novedad, se da en Chile, Italia, Alemania, Francia –donde el periodo de sesiones es continuo- y otros países.
Ese mismo hecho rompe con la continuidad de los trabajos legislativos, no permite el estudio detenido y juicioso de la iniciativas y tampoco las tareas de control político sobre el Poder Ejecutivo que son parte esencial del trabajo de los legisladores. Mientras los órganos ejecutivos trabajan de forma continua durante todo el año, las Cámaras apenas cuentan con menos de la mitad de ese tiempo para realizar sus tareas, lo cual representa un déficit importante para el equilibrio entre los poderes.
En el derecho comparado, ninguna legislatura tiene periodos ordinarios tan reducidos. De hecho, si se obtiene un promedio de los días de trabajo ordinario de las legislaturas de Costa Rica, Chile, Francia y España, se puede observar que la cifra es de 201.6 días, contra los 153 que lo hacen los legisladores mexicanos.
Ello haría que los tiempos calendario se recorrieran por tiempos más largos o en su caso tener un periodo de sesiones mayor a los 6 meses y permitiría un mejor análisis de las iniciativas que su colegisladora planteara, así como el Ejecutivo; véase para el caso del Presupuesto de Egresos y otras leyes que significarían vital importancia para el país.
La creación de un Tribunal Constitucional distinto a la Suprema Corte, el cual serviría de interprete constitucional de las leyes aprobadas, así como de su vigencia y perfectibilidad.
Además de que puede ser un mecanismo para solucionar las contradicciones de tesis que prevén tanto la Constitución como la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Ley de Amparo, lo que han hecho obsoleta la capacidad de la Suprema Corte para resolverlas, además de considerar a los juicios constitucionales; porque dichas resoluciones ya no pueden beneficiar a los casos concretos que las hicieron surgir, así como la invalidez de las tesis en que se fundamentan.
Por otra parte, al crear un Tribunal Constitucional distinto a los órganos del poder judicial ordinario se podrían introducir nuevos mecanismos de control de la constitucionalidad. Por medio de este proceso los jueces ordinarios, pueden plantear ante el tribunal constitucional una eventual duda que tengan sobre la inconformidad a la Constitución de algún elemento que deban aplicar.
Así, se tiene un marco que lo único que busca es establecer nuevas formas de relación entre el Ejecutivo y Legislativo, teniendo una consecuencia inmediata sobre otros aspectos fundamentales en la vida política del país, estos procesos se han aplicado en otros países, han dado resultado, la coyuntura esta presente y debe ser aprovechada.