Resumen Ejecutivo

La Ley Orgánica del Congreso de 1999, representa indudable y definitivamente la profesionalización y modernización del quehacer legislativo en México al dotar a nuestro Congreso de órganos e instrumentos legales, tanto para su conducción política, como para su administración interna y su trabajo en Comisiones, donde se realiza, propiamente dicho, la "obra negra" de toda Asamblea Legislativa.

Especial mención merece la reestructuración del sistema de Comisiones y Comités, cuyos principales aspectos son la reducción en el número de estos órganos, de acuerdo a una reagrupación temática y uno de cuyos objetivos es fortalecer su capacidad de información y acción, precisando sus funciones de acuerdo a su naturaleza.

Ahora bien, lo novedoso de la mayoría de estas figuras en el ámbito del Poder Legislativo no debe hacernos perder de vista un punto central que constituye el objeto de esta Tesina: resaltar que en el aspecto técnico y procedimental, en México las leyes se siguen elaborando como a principios del siglo XX.

Dice Giovanni Sartori que los parlamentarios no sólo deben representar, sino también "hacer" . De ello se desprende que un Parlamento puede cumplir con todas sus funciones y sin embargo, funcionar mal.

Por lo anterior, para los estudiosos del Derecho Parlamentario, no es suficiente saber quién entra y cómo entra a los Parlamentos, sino saber qué es lo que hacen y cómo lo hacen. El problema por lo tanto, es el de la función al mismo tiempo que de la funcionalidad de las Asambleas Representativas.

Los órganos legislativos no están integrados por expertos en la ciencia de legislar. Aquí entra en acción la figura del jurista, como elemento necesario en el proceso legislativo, cuando menos en su fase de investigación, que siempre debe preceder a la, propiamente dicha, de fabricación de la ley.

En la práctica, nuestro actual sistema produce numerosas leyes en cada periodo ordinario de sesiones de nuestros órganos del Poder Legislativo, con lo que se apuntala aquella afirmación de Sartori de la inflación legislativa, pero además tienen las características de que son fácilmente mutables, poco conocidas y por lo general no muy obedecidas.

La técnica legislativa está adquiriendo, día con día, mayor importancia e interés por parte de los estudiosos del derecho parlamentario, ya que la utilidad de su aplicación y la profundidad de sus conocimientos y dominio de sus procedimientos, redundará invariablemente en un aumento del grado de certeza, profesionalización y eficiencia en el proceso de elaboración de las leyes.

Por ello, nuestro Poder Legislativo, requiere, cada vez con mayor urgencia, de servidores públicos lo suficientemente preparados y actualizados, con capacitación permanente en el proceso de aprendizaje de las materias que integrarían esa disciplina del derecho parlamentario que podemos llamar la Técnica Legislativa.

 

Propuesta

El objeto de esta Tesina es proponer la creación de instancias con atribuciones y facultades más amplias, con una estructura y recursos suficientes para que a nivel del Poder Legislativo y no sólo aisladamente en cada una de las Cámaras, funcione un órgano del Congreso Mexicano dedicado a las tareas de investigación, desarrollo de proyectos, intercambio académico y cooperación, pero que fundamentalmente se constituya en una Unidad de apoyo al trabajo de los legisladores.

En este aspecto existe un gran desequilibrio entre la capacidad, los recursos de todo tipo y las estructuras administrativas por parte de los otros Poderes de la Unión para desarrollar estas actividades, frente al incipiente esfuerzo, que en ésta materia vienen desarrollando, en lo particular las Cámaras del Congreso.

El inicio de la LVIII Legislatura es propicio para abordar una reforma al ordenamiento que rige la vida interna del Poder Legislativo para dar vida a un órgano de ésta naturaleza pero con funciones mejor definidas, en donde se genere información por parte de verdaderos cuerpos de profesionales de diversas disciplinas, básicamente peritos en derecho parlamentario.

Esta Tesina propone, así mismo como una forma de fortalecer el trabajo legislativo, darle más dinamismo a las Comisiones, que son en la práctica, los verdaderos órganos donde se despliega la más intensa actividad parlamentaria.

Tomando en cuenta algunas de las principales ventajas que tiene el trabajo en Comisiones, como son: agilizar el trabajo legislativo, que los legisladores se especialicen en determinado tema, que el debate se realice entre conocedores de la materia, entre otras, reforzar sus atribuciones, sin disminuir las de la Asamblea, ya que debe reconocerse que, constitucionalmente es el Pleno de cada Cámara el depositario de la representatividad y por lo tanto la instancia más

elevada del Poder Legislativo Federal, traería como consecuencia que se realice un análisis más profundo de las iniciativas y por ende, en una mayor calidad de la legislación que se produce en nuestro país.

Por lo tanto también debe reformarse la Ley Orgánica del Congreso a fin de evitar la duplicidad de procedimientos, -aún cuando uno se de a nivel de Comisiones y otro a nivel del Pleno- en relación a una serie de proyectos de ley o de decreto, que podrían ser aprobados por aquellas, tomando en cuenta que ya ése ordenamiento prevé que en la integración de las Comisiones, la Junta de Coordinación Política, tomará en cuenta la pluralidad representada en las Cámaras.