ANEXO No. 2: Explicación metodológica.


La SHCP anunció el pasado 7 de febrero del año 2002 el Acuerdo que autoriza el ajuste, modificación y reestructuración a las tarifas para suministro y venta de energía eléctrica y reduce el subsidio a las tarifas domésticas. En este acuerdo se anuncia que el 75% de los hogares quedarán exentos del incremento de las tarifas (mantendrán el subsidio eléctrico).

Debido a que se desconoce la metodología utilizada por la SHCP para estimar el 75% de los hogares que mantendrán este subsidio, esta División elaboró un estudio del gasto de los hogares para tener una aproximado de las familias que se afectarían con el incremento de las tarifas eléctricas.

La gran limitante de esta investigación es que se realizó con información del año 2000 proporcionada por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (la ENIGH, 2000). Sin embargo, esta es la única información oficial sistematizada más reciente que se cuenta para estimar el gasto en electricidad de los hogares.

La información proporcionada por la ENIGH correspondió a: Los hogares a nivel nacional por su gasto corriente monetario trimestral en energía eléctrica según deciles de hogares de acuerdo a su ingreso corriente monetario trimestral.21

Específicamente, se tomó el gasto y el número de hogares por decil de ingreso que consumieron electricidad en México durante el año 2000. De ambas series se hicieron las siguientes transformaciones:

  • Para obtener el gasto mensual promedio en electricidad por hogar (en pesos), se dividió el gasto trimestral agregado por deciles de ingresos entre el número de hogares por deciles de ingreso que consumieron electricidad en el año 2000. Este cociente se dividió entre 3.
  • Para pasar del gasto mensual promedio por consumo eléctrico (en pesos) a gasto mensual promedio por consumo eléctrico (en KW/h), se dividió el gasto mensual promedio en pesos por consumo eléctrico entre el precio de la tarifa.

El análisis se construyó con dos escenarios. En el primero, consideró una tarifa residencial promedio; en el segundo, a partir de una tarifa residencial ponderada.

  • La residencial promedio se estimó a partir de la media aritmética de las tres tarifas diferenciadas cobradas en México: la básica que fue de 41 centavos por KW/h, la intermedia que registró un costo de 48 centavos por KW/h y la excedente que ascendió a 1.42 pesos por KW/h. La tarifa residencial promedio fue de 74 centavos por KW/h. (Véase cuadro No. 2).

La tarifa residencial promedio tiene la gran limitante que es única y se aplica para todos los deciles de ingreso. Lo que significa que, el 10% de la población más pobre (agrupado en el decil I) pagaría la misma tarifa residencial que el 10% de la población más rica (agrupada en el decil X).

Esta situación obligó a emplear una tarifa residencial ponderada para castigar con precios más elevados a los estratos sociales con ingresos altos asumiendo que consumen más electricidad y premiando a la población más desprotegida que demandan menos electricidad.

Así, la tarifa residencial ponderada se estimó considerando el nivel de ingreso y consumo eléctrico de las diferentes estratos poblacionales. El supuesto básico fue el siguiente: los estratos sociales con los ingresos más altos consumen más electricidad, por lo tanto, deben pagar una tarifa más cara que los estratos sociales con los ingresos más bajos.

La ponderación se hizo bajo los siguientes supuestos:

  • Los deciles I y II, mantienen un consumo mínimo, por lo tanto, se les aplicó la tarifa básica equivalente a 41 centavos por KW/h.
  • Los deciles III y IV, mantienen un consumo medio, por lo tanto, se les aplicó una tarifa de 45 centavos por KW/h resultado de promediar las tarifas básica e intermedia.
  • Los deciles intermedios (V y VI), mantienen un consumo excedente, aplicándoseles una tarifa de 77 centavos por KW/h que resulta de promediar la tarifa básica, intermedia y excedente. De hecho, la tarifa residencial ponderada coincide con la tarifa residencial promedio en los deciles intermedios.

Para imponerle una tarifa más baja a los deciles VII y VIII y más alta a los deciles IX y X se realizó lo siguiente:

  • Los deciles VII y VIII, pagaron la tarifa equivalente al promedio de las tarifas intermedia y excedente, su estimación fue de 1.095 pesos por KW/h.
  • Los deciles IX y X, pagaron la tarifa excedente equivalente a 1.42 pesos por KW/h.

Con esta metodología se concluyó que:

En el análisis elaborado con la tarifa residencial promedio únicamente los deciles I, II y III mantendrían el subsidio eléctrico (25% de los hogares que demandaron electricidad en México en el año 2000). Considerando las tarifas residenciales ponderadas, ningún decil de ingreso mantendría el subsidio. Julio Boltvinik, investigador de El Colegio de México y columnista de La Jornada22 llegó a conclusiones similares a esta investigación.

Por último, los estudios elaborados en esta División se hacen respetando los lineamientos de la investigación parlamentaria, tales como: objetividad, imparcialidad, no emisión de juicios de valor, apoyo de fuentes secundarias, además, debe ser oportuno para el debate parlamentario. Por lo que es importante enfatizar en las siguientes aclaraciones:

  1. Las conclusiones de este trabajo se obtuvieron a partir de la utilización de la información proporcionada por la ENIGH, 2000 y la CFE. Las bases de datos de ambas fuentes se encuentran en la División de Economía y Comercio para cualquier aclaración.
  2. El principio de objetividad de la investigación parlamentaria trae implícita la necesidad de elaborar estudios sin beneficiar o perjudicar a nadie. La tarea consiste únicamente en interpretar la información evitando cualquier sesgo ideológico.

En este estudio, el sesgo analítico se podría presentar por dos vías: a través de las tarifas o a partir del gasto mensual de electricidad de los hogares.

  • Respecto a las tarifas, se construyó el cuadro No. 2 con información proporcionado por la CFE donde se exponen el costo de las tarifas básica, intermedia y excedente para el año 2000. Con estos datos se construyeron, bajo supuestos objetivos y viabilidad estadística, las tarifas residenciales promedio y residenciales ponderadas.
  • Respecto al gasto mensual de electricidad de los hogares, esta es información tomada de la ENIGH, 2000. Son datos no se puede influir en ellos. Por esta razón, considero importante tomar en cuenta la siguiente postura de Boltvinik:

"Estos cálculos están basados en una fuente que puede tener errores de estimación por tratarse de una encuesta con una muestra relativamente pequeña (10 mil hogares a nivel nacional)".23 La fuente a la que se refiere Boltvinik es la ENIGH, 2000.


21ENIGH (2001), "Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, 2000". México, D. F. 298-299 pp.

22Julio Boltvinik (2002). "Tarifas eléctricas". En: La Jornada. (1/Febrero/2002). México, D. F. 23 p.

23idem.