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a. La generación, consiste en la producción de electricidad a partir de energéticos primarios como el gas natural, el combustóleo, materiales para fusión nuclear, el carbón, el potencial hidráulico, etc.
Al procurar la estabilidad del sistema y la operación de las unidades de generación, este despacho tiene como funciones garantizar la igualdad entre la oferta y la demanda de electricidad porque ésta no puede almacenarse, desarrollar y coordinar los programas de mantenimiento tanto de líneas de transmisión como de unidades de generación, establecer los programas de contingencia en caso de que existan fallas en el segmento de generación o transmisión, decidir la capacidad de respaldo que puede requerir en cada momento y las unidades de generación encargadas de suministrarla y determinar el número de plantas de generación en funcionamiento para asegurar el suministro al mínimo costo. Cuando la industria eléctrica es naciente, sus diferentes fases pueden ser ejecutadas por empresas verticalmente integradas de propiedad privada o estatal, debido a que, los segmentos de generación y transmisión utilizan técnicas intensivas en capital, requiriendo de fuertes inversiones con periodos de maduración de largo plazo. Esta característica propia de los monopolios naturales 2es la justificación más importante para que una sola empresa concentre todas las etapas del ciclo eléctrico. El modelo que tradicionalmente se aplica en el sistema eléctrico es el monopolio verticalmente integrado, a través del cual, una sola empresa pública o privada goza de la exclusividad en la generación, transmisión y distribución. Como contrapartida, esta empresa pública o privada tiene la obligación de satisfacer la demanda de todos los estratos de la sociedad, aceptar la regulación de tarifas por parte del Estado y adoptar las regulaciones en materia de transmisión y distribución impuestas por el despacho económico. La empresa monopólica verticalmente integrada tradicionalmente es de propiedad estatal debido a los siguientes argumentos:3
Sin embargo, desde el punto de vista económico, cuando la industria eléctrica ha desarrollado su potencial en generación, transmisión y distribución, la activa intervención del estado en el sector se puede traducir en "fallas del Estado" alejándose de la eficiencia económica (maximización de la rentabilidad a través de la minimización de los costos). Como afirman Kalifa, Quintanilla y Fernández,4 las fallas del Estado hacen que el costo de producir electricidad sea superior al que incurren empresas equivalentes administradas por la iniciativa privada. Existen por lo menos dos teorías económicas modernas que estudian este fenómeno: el Agente-Principal y la Elección Pública. La teoría del Agente-Principal5 establece que, aunque una empresa pública pueda competir directamente con una empresa privada de su mismo ramo, en la práctica es muy común que la primera tenga un desempeño menos eficiente. Esta situación puede deberse a uno o más de los siguientes factores:
Por su parte, la teoría de la elección pública, 6considera que la burocracia debe maximizar el bienestar social. Sin embargo, el bienestar personal de los burócratas está ligado al presupuesto, de tal manera que, cuando éste aumenta los servidores públicos de alto nivel gozarán de mayores salarios, más oportunidades de ascenso, mayores plazas y prestigio. Los burócratas de nivel medio se benefician con incrementos salariales y seguridad en el empleo. Así, los burócratas buscan maximizar el desperdicio de recursos. Esto se debe a que el ser eficiente se traduce en un menor presupuesto que atenta contra su bienestar. Mientras tanto, en el sector privado los incentivos operan a la inversa, puesto que, la ineficiencia se traduce en menor competitividad que puede culminar con el cierre de las operaciones. Los burócratas pueden ser despedidos, sin embargo, los encargados de aplicar estas sanciones son otros funcionarios o los congresistas. El problema es que éstos últimos obtienen información que puede estar sesgada porque es proporcionada por los mismos burócratas. Asimismo, los políticos pueden ser tolerantes con la ineficiencia de la burocracia a cambio de compromisos electorales. Como alternativa a la crítica relacionada con la ineficiencia de las empresas propiedad del Estado, se expone el enfoque nombrado como: el nuevo modelo de empresa pública. 7
Sin embargo, para los opositores de este último enfoque, la privatización del sector eléctrico es necesaria para corregir las fallas del Estado vía incremento de la competencia (permitir la penetración de la inversión privada nacional y extranjera). Los esquemas puestos en práctica son los siguientes:8 El primero, se preserva la integración vertical de las empresas eléctricas ya existentes, aunque promueven la competencia en la generación por medio de la entrada de nuevos inversionistas para la instalación de plantas y su acceso a la red de transmisión ya existente. (Modelo adoptado por México). En el segundo, se observa una segmentación funcional del sector eléctrico: la generación la realizan varias empresas privadas; la transmisión y el despacho quedan en manos de una sola compañía que se sujeta a la regulación de tarifas y la distribución está a cargo de distintas empresas regionales. Una variante puede ser que el despacho económico esté a cargo de una compañía separada de la transmisión permitiendo la entrada de nuevos inversionistas en este último segmento. Es importante precisar que, en el segmento de generación es posible introducir la competencia sin restricción alguna debido a los siguientes factores:
En la transmisión, es posible introducir competencia bajo la siguiente restricción: deben transferirse al despacho económico la operación de las líneas y la planeación del sistema para preservar la coordinación del sistema. En contraposición, por las características de la transmisión y el despacho económico, los dos segmentos deben quedar a cargo de una sola empresa. En la distribución, la tecnología actual permite la separación de las dos funciones que realiza el distribuidor: el transporte a través de las redes de baja tensión y la comercialización de la electricidad entre los usuarios. Una forma de introducir competencia es mediante la eliminación de la exclusividad otorgada a los distribuidores, permitiendo a los usuarios la contratación directa de su suministro con los generadores o con comercializadores y estableciendo la obligación de dar acceso abierto y no discriminatorio a las redes de baja tensión. En el despacho económico, las actividades realizadas pueden ser ejecutadas por el propietario de las redes de transmisión. Sin embargo, existe la posibilidad de que este último obtenga rentas económicas que pueden provenir de una operación subóptima de la red o de limitaciones a la expansión de la misma. Por esta razón, es conveniente separar las funciones del despacho económico y de las empresas de transmisión. En síntesis, la generación y la comercialización de la energía eléctrica son actividades potencialmente competitivas por lo que resultaría más eficiente que su operación se realizara por varias empresas; la controversia se centra en la forma de organizar el segmento de transmisión y el despacho económico. 1Véase: Georgina Kessel y Chong Sup Kim, Estructura industrial y opciones de regulación para el Sector Eléctrico Mexicano. En: Pablo T. Spiller y Carlos Sales (1999) (Coordinadores), "Regulación de los Sectores de Infraestructura y energéticos en México". ITAM y Porrúa. México, D.F. 102-103 pp. 2Los monopolios naturales no garantizan el retorno del capital en el corto plazo, por esta razón, los inversionistas privados no arriesgan en proyectos de esta naturaleza. Esta es una justificación económica sólida para que la inversión pública participe en una rama estratégica naciente de la industria como es la eléctrica. 3Véase a Kessel y Sup. Op Cit. 104-105 pp. 4Salvador Kalifa Assad, Pedro Quintanilla Gómez Noriega y Juan Francisco Fernández Villalón (1999), "La participación privada en la industria eléctrica: experiencia internacional y el caso de México". Centro de Análisis y Difusión Económica (CADE). México, D.F. 8 p. Documento disponible en la siguiente dirección de internet: www.cade.org.mx 5Nellis John (1994), Is Privatization necessary?. En: Salvador Kalifa Assad, Pedro Quintanilla Gómez Noriega y Juan Francisco Fernández Villalón (1999). Op Cit. 8 p. 6Idem. 7Véase a: José Antonio Almazán González (1999), El Dogma de la privatización eléctrica. En: "Seminario internacional. Impacto de la privatización eléctrica a nivel mundial. Estado, desarrollo y soberanía". México, D.F. Documento disponible en la siguiente dirección de internet: http://www.laneta.apc.org/seminario_privatizaciones/almazan.html 8Kessel y Sup. Op Cit. 110-111 pp. |