Resumen Ejecutivo.

Durante el periodo de 1990 al primer semestre del año 2003, ingresaron a México 69 mil 696 millones de dólares (mdd) por concepto de remesas. En el año 2002, las transferencias provenientes de los Estados Unidos ascendieron a 9 mil 814 mdd. Al primer semestre del año 2003, han ingresado al país 6 mil 134 mdd, es decir, el 63% de lo recibido durante todo el 2002. Las remesas fueron equivalentes al 1.55% del PIB y al 6.50% del gasto público aprobado por la Cámara de Diputados durante el año 2002.

El número de hogares que recibieron remesas fue de casi 1 millón 172 mil en 1998; 1 millón 252.5 en el 2000 y 1 millón 402 mil en el 2002. El crecimiento de los hogares que recibieron remesas en el año 2000 fue del 6.90% respecto a 1998 y en el año 2002 creció en 11.94% respecto al año 2000.

Para el año 2002, los hogares más pobres recibieron en promedio 563 pesos por concepto de remesas, mientras que los hogares con los ingresos más altos recibieron 4 mil 150 pesos. Sin embargo, las remesas mensuales que percibieron los hogares más pobres de México son altamente sensibles a sus ingresos monetarios promedios mensuales. En el año 2002, los ingresos por remesas de los hogares más pobres representaron el 71.17% de sus ingresos monetarios, para los hogares más ricos representaron únicamente el 16.73% de sus ingresos monetarios.

Las remesas que reciben los hogares más pobres de México también son altamente sensibles a sus ingresos totales. En el año 2002, los ingresos por remesas para los hogares más pobres representaron, en promedio, el 41% de sus ingresos totales, para los hogares más ricos, los ingresos por remesas representaron el 14% de sus ingresos totales.

Las remesas se gastan principalmente en la satisfacción de necesidades básicas y en otros tipos de consumo doméstico, incluidos aquello gastos que constituyen inversiones en capital humano (educación y salud, entre otros). El siguiente rubro en importancia es el gasto en vivienda (compra, mejora, ampliación o construcción) y una proporción menos significativa (entre 10 y 15%) es dedicada a la llamada "inversión productiva".

Los dos medios más importantes para transferir remesas de los Estados Unidos a México son las órdenes de pagos (money orders) y las transferencias electrónicas. Estas últimas concentraron casi el 90% de los envíos de dinero de Estados Unidos a México durante el año 2002.

Las transferencias electrónicas tuvieron un costo promedio equivalente al 20% del total de un envío de 300 dólares en 1996. Actualmente, este costo se ha reducido, en promedio, a aproximadamente el 5% del valor del envío.

Las medidas para minimizar el costo de las transferencias electrónicas están asociadas con la reducción de la información asimétrica y con la apertura del sistema bancario nacional y de los Estados Unidos.

En materia de información asimétrica, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) ha implementado el programa "Quién es Quién en el envío de dinero de Estados Unidos a México". La estrategia consiste en proporcionar a los usuarios de las transferencias electrónicas información de los costos de envíos. Este programa ha permitido que la cotización del tipo de cambio cobrado por las compañías mejore con respecto a años anteriores y las comisiones se reduzcan.  

La expedición de la "Matrícula Consular" ha permitido que los connacionales puedan abrir cuentas bancarias en Estados Unidos. Durante los primeros nueve meses del 2002, instituciones financieras como Bank of America, Wells Fargo y el Union Bank, abrieron aproximadamente 175 mil cuentas a migrantes mexicanos que utilizaron esta matrícula.

Finalmente, el sistema bancario mexicano intenta captar los crecientes recursos que ingresan al país por concepto de remesas. Banamex, Bancomer y Sefín, las tres instituciones bancarias más importantes de México, cuentan con tarjetas para que nuestros migrantes transfieran dinero de Estados Unidos a México.

 


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