![]()
Conclusiones.
Durante el año 2002, las remesas enviadas de Estados Unidos a México constituyeron la tercera fuente de ingresos en divisas de nuestro país después de las exportaciones de mercancías, las petroleras y la inversión extranjera directa. En ese año, las remesas fueron superiores a los ingresos por turismo. Los ingresos por transferencias de dinero de Estados Unidos a México representaron el 1.5% del PIB en México y el 6.5% del gasto de gobierno federal.
Un mayor número de hogares en México con los ingresos más bajos se han beneficiado con el envío de remesas durante el periodo de 1998-2002, mientras que, se ha reducido el número de hogares con los ingresos más altos que reciben remesas. Por su parte, los hogares más pobres de México tienen una mayor dependencia de los ingresos que reciben por remesas, con respecto a los hogares con los ingresos más altos.
El medio más importante para realizar las transferencias de dinero de Estados Unidos a México son los electrónicos. En el año de 1996, este medio tenía costos altos debido a la alta comisión y al diferencial cambiario a favor de las empresas.
Actualmente, el diferencial cambiario prácticamente se ha eliminado puesto que las empresas pagan las remesas al tipo de cambio de mercado, mientras que las comisiones se han reducido sensiblemente. Comparativamente, en 1996 el costo de un envío de 300 dólares representó en promedio el 20% del envío, actualmente representa el 5%.
Dentro de las medidas para reducir el costo de las transferencias de dinero de Estados Unidos a México, se encuentra la minimización de las asimetrías de la información realizada por la PROFECO; la expedición de la matrícula consular que ha facilitado la apertura de cuentas de los migrantes en Estados Unidos y la política de las tarjetas de débito para las familias de los migrantes en México proporcionada por las tres instituciones bancarias más importantes del país: Banamex, Bancomer y Serfin.