De acuerdo con la teoría
neoclásica, la migración internacional se explica porque los países intensivos en
capital ofrecen mejores oportunidades de empleo y de salarios respecto a los países
intensivos en mano de obra.
Respecto a los factores que
explican la migración de México hacia Estados Unidos, observamos la validación de la
teoría neoclásica en el segmento asociado con la oferta-expulsión, sin embargo
existe una demanda-atracción generado en Estados Unidos que hace interesante la
contratación de mano de obra mexicana.
Así, los factores que
explican la migración de México hacia los Estados Unidos se generan en México
(oferta-expulsión que se produce por la incapacidad de generar los empleos que necesita
la población mexicana en edad de trabajar); en Estados Unidos (demanda-atracción que
implica la contratación de mano de obra mexicana en aquel país) y los factores
socio-culturales.
La teoría neoclásica
también predice un movimiento de inversión y de mano de obra calificada de los países
intensivos en capital hacia los países intensivos en mano de obra, después de iniciarse
el proceso migratorio. Sin embargo, observamos que esta predicción no se ha cumplido en
México, a pesar de la firma del acuerdo comercial entre ambos países que permite el
libre movimiento de capitales.
Por el contrario, el
crecimiento de la población económicamente activa de México ha generado una fuerte
presión laboral, que ante la falta de crecimiento de la actividad económica, se ha
traducido en incrementos del desempleo y aumento de los flujos migratorios hacia los
Estados Unidos. Los pronósticos de migración predicen que, hasta el 2010, este flujo
migratorio será creciente.
El análisis nos permite
observar tres puntos relevantes de la migración de México hacia los Estados Unidos:
El flujo de migración para
el período de 1995-2000, se estimó en poco menos de 1.6 millones de personas, de las
cuales, el 75.3% fueron hombres y el 24.7% fueron mujeres.
Las principales entidades mexicanas expulsoras de migrantes durante el
año 2000 fueron Jalisco, Michoacán, Guanajuato, México y Veracruz. Por su parte, las
entidades de los Estados Unidos receptores de emigrantes mexicanos fueron California,
Texas, Illinois, Arizona, Colorado, Florida, Nuevo México, Washington, Nevada, Georgia,
Nueva York y Carolina del Norte. Esta nueva fotografía muestra una mayor dispersión
geográfica, aunque siguen prevaleciendo los estados de California, Texas e Illinois como
las principales entidades de concentración de población mexicana y de origen mexicano.