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El Diario de Bolivia -- La Paz, Bolivia

Presidente promulgará Ley de Indulto

Con la nueva norma llegará el perdón y equidad para los privados de libertad, sostuvo el ministro de Justicia, Juan Chahín.

El presidente de la República, Hugo Banzer Suárez, promulgará este viernes la Ley de Concesión de Indulto y Libertad Extraordinaria como una forma de conceder este beneficio a las personas privadas de libertad y a fin de celebrar el gran jubileo del año 2000, anunció el ministro de Justicia, Juan Chahín.

Con la promulgación de la Ley de Concesión de Indulto y Libertad Extraordinaria llegará a las cárceles el perdón y equidad para los privados de libertas. Se intentará aliviar las múltiples violaciones a los Derechos Humanos y se ayudará a crear mejores condiciones de habitabilidad, puntualizó.

Promulgada la Ley, la Corte Suprema de Justicia, en el tiempo de quince días, debe remitir al Congreso Nacional el informe y nomina de los posibles beneficiados que podrían sobrepasar el número de 2.300, dijo la autoridad a tiempo de mostrar su satisfacción por la llegada del perdón y reconciliación a los centros penitenciarios.

Auguró que con la vigencia de la ley que norma la concesión del indulto se solucione la problemática de las cárceles en particular la retardación de justicia y el hacinamiento penitenciario.

La Iglesia Católica, la Defensora del Pueblo y los Ministerios de Justicia y Gobierno en el espíritu del Jubileo 2000, de comenzar el nuevo milenio con nuevas esperanzas en una verdadera justicia en el país, eligieron como uno de los temas fundamentales de encuentro, perdón y reconciliación para el año de gracia, el de la penosa situación de los encarcelados en Bolivia.

Cerca de 8.000 internos del país esperan con expectativa la lista oficial de los posibles beneficiados con la Ley de Indulto que emita la Corte Suprema de Justicia.

En espera de la promulgación de la Ley, el Director de Régimen Penitenciario, Jorge Ayllón, dijo que fue suspendida la huelga de hambre que sostenían los internos de las cárceles de Cochabamba (San Antonio), Santa Cruz (Palmasola) y La Paz (Chonchocoro).

La Ley se asienta, principalmente, en el espíritu jubilar del año 2000 que debe permitir a gobernantes y gobernados encontrar espacios de verdadera justicia.

Por otra parte, y a partir del conocimiento de la realidad penitenciaria, carente de humanidad y del más mínimo derecho a la vida, la posibilidad de que algunos presos pudieran recobrar su libertad, permitirá deshacinar el ya abarrotado y explosivo sistema penitenciario y dar posibilidades a los beneficiados a un proceso de resocialización que parta del reconocimiento de sus derechos humanos y ciudadanos.

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